El Deseo de la Luna

Capítulo 86

Aadya

— ¡¡¿Qué demonios te paso?!! — gruñe Joel soltándome, me enderezó y veo que sus cambian de color

— Nada

— ¡¡Nada!! ¡¡no puedes ni curarte!!

— ¡¿Y acaso eso importa?! ¡¡no tienes ningún derecho de gritarme cuando me dejaste con la peor compañía que podías encontrar para cuidarme!!  ¡¡sabías lo de Alan y aun así le dijiste que me cuidara!!

— ¡¡No me cambies el tema!!

— ¿cambiarte el tema? Parece que no entiendes que perdiste el derecho de pedirme explicaciones cuando saliste de aquí sin decirme la verdad y más porque me viste, y aun así no fuiste para decirme la verdad.

— ¡¡No lo pensé!! ¡¡estaba muy distraído ese día!!

— Tan distraído estabas, que no te diste cuenta que ese mismo día Alan se fue de aquí!!

— ¡¡Suficiente Aadya!! — gruñe uniéndose con Shiro — no tenemos tiempo para discutir por eso ahorita. Perdóname eso y también por esto, pero en verdad estás apestando a híbrido. — lo miro confundida y sin esperarlo me suelta un golpe en el estómago con fuerza, sacándome el aire a tal punto de perder la conciencia.

Joel

— Sal Raúl — ordenó, mientas tomo Aadya entre mis brazos para después voltear a verlo. Desde hace rato note que está aquí.

— Beta...

Lo interrumpo gruñendo Shiro está bastante furioso al igual que yo — ¿quién hizo esto? — pregunto y mira al suelo apretando la mandíbula

— Fue la luna — suelta y mi irá crece más al pensar en Susan e imaginar arrancarle la cabeza de un solo mordisco — desde hace tres días ha tenido Aadya castigándola.

Esa mujer está muerta — gruñe Shiro tratando de salir, pero se lo impido primero tenemos que tratar de curar sus heridas.

— Lleva a mi casa vendas, alcohol, desinfectante, incluso agujas e hilo para saturar sus heridas.

— Beta, todo eso ya está en mi casa. Incluso el señor Haro está allá esperándola.

— De acuerdo — apretó el cuerpo de Aadya tratando de controlar a Shiro, pero me va hacer imposible no dejarlo salir. — ten — le paso Aadya a sus brazos. — llévala y no te despejes por nada de ella…no...no — apretó mi mano controlando a Shiro — hay guardias y cuando venía para acá...había un vampiro. Está empezando apestar...no tardarán en percibir su aroma

<<¡¡Déjame salir!!>> — gruñó shiro y sin poder controlarlo más sale me transformo y él toma el control.

— ¿Usted a dónde irá?

— ¡¡Mataré a más de una sabandija!! — espeta Shiro eufórico.

— Beta, recuerde que no pue...

Lo interrumpo — si no quería morir debió pensarlo antes. — contestó Shiro para después alejarnos de Raúl buscando a Susan.

Henry

Tengo todo listo para sacarla de aquí, llevarla a otro lado incluso si me tarde fue porque tuve que conseguir un contacto, una protectora que me ayudara a esconderla y que sea capaz de quitarle sus recuerdos, aunque sea por un tiempo.

Por qué si la voy a sacar de aquí ella debe olvidar quien es, para poder protegerla. No me puedo arriesgar a qué acepte ante otra persona su verdadera naturaleza, eso podría ponerla en peligro, nadie absolutamente nadie más debe saber que Aadya es la hija de Yanet.

Guardando en la mochila las pocas cosas que me faltan. Cierro la mochila, me la coloco y salgo con cuidado mirando alrededor, nadie me puede ver salir de aquí incluso mi padre que la verdad es que no sé qué piensa, pero no puedo arriesgarme.

Salgo sin ser visto, pero esto es muy extraño ya que estoy notando que no hay nadie adentro del castillo incluso afuera, no hay nadie.

A la mejor es porque es de madrugada, pero aun así debería de a ver por lo menos 5 vampiros vigilando.

Qué extraño. Pienso pero sigo mi camino por el bosque dejando de lado eso por ahora, lo más importante es sacar Aadya de ahí,  prometí protegerla y eso haré no importa que suceda ahora, Aadya debe salir de aquí no importa que, incluso si Susan aún no sabe que es ella conociéndola de seguro ya fue a decirle a todos en donde se encuentra el híbrido.

Vivir allí ya no es seguro para ella, ni para nadie de esa manada.

Sebastián

Tiempo perdido, eso fue lo que perdí en 4 días, mi tiempo, llegué al pueblo de las brujas y me quedé por 4 días ahí. Incluso al primer día me quería regresar, pero le di mi palabra de buscaría, además decidí cumplir mi palabra porque igual quería darle tiempo a ella; sin embargo, ya no aguanto más.

Quiero verla, abrazarla, sentir su tacto, sus labios, ver su sonrisa, sus ojos. Maldición quiero tenerla frente a mí, estos días han sido una tortura para mí, solo dormí una vez con ella pero en estos días no pude dormir porque no la sentía conmigo y por más almohadas que abrazaba me faltaba sentir su calor y su ligero aroma. Por eso ahorita que llegue, lo primero que haré será tomarla de la cintura la besaré como he querido hacerlo en estos cuatro días para después abrazarla y llevarla a dormir conmigo.

Muero de sueño y sé que ella me hará dormir en un instante, incluso estoy muy ansioso cada vez falta menos para que llegue a mi manada y logré verla.

Sigo caminando rápido por la desesperación, pero a lo lejos noto que hay varias personas adelante de mí. Me detengo y observo que es lo que están haciendo.

Están parados, como si estuvieran formados y hasta enfrente de ellos se encuentra Ziro.
Al ver a Ziro agudizo mí oído y escuchando de lo que hablan.

— Quiero que la encuentren, no me importa si destruyen todo, pero al híbrido lo quiero con vida. Sigan a Henry los llevará directo a ella, él sabe perfectamente quien es, así que obsérvenlo de cerca. ¿entendido?




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