El Deseo de la Luna

Capítulo 89

Aadya

No podía creer lo que mis ojos estaban viendo, en verdad lo mató de un solo golpe, miré hacia el frente con miedo viendo un lobo negro enorme, de alguna manera se me hacía conocido, pero cuando volteo a verme sentí como mi alma volvió a mi cuerpo. — Left — susurré apunto de llorar, mis ojos se cristalizaron al reconocerlo, de alguna manera su presencia provocó que todo mi miedo explotara, liberando mis lágrimas.

— Mi Luna... — dijo por telepatía acercando su frente con la mía — todo estará bien. No llores, ya estoy aquí. — expresó sincero y sin saber cómo fui capaz de levantar mis manos lo abrace fuerte temblando, no quería que se alejara, su simple presencia me hace sentir bien y protegida, su aroma me hace sentir que ya puedo descansar sin preocuparme de lo que está pasando justo ahora.

— No te vayas...por favor...te lo supli...¡augh! — lo suelto al instante por el dolor en mi pecho, volviendo a recargar mi espalda sobre el árbol, viendo borroso a Left, trato de reaccionar pero lo último que veo son sus ojos llenos de  preocupación, quisiera decirle que estoy bien, pero no puedo, he llegado a mi límite.

Sebastián

Reconocí su aroma de mi mate desde lejos, quería ir a ella, pero no sabía lo que pasaba por lo que después de matar a unos cuantos vampiros fui hacia la manada. Todo es un catástrofe, vampiros y lobos peleando, al ver eso sin duda me uní a mi manada y maté a los que pude encontrándome a Raúl en la batalla que estaba protegiendo el refugio.

— ¿Están todos seguros?

— ¿Alfa? — me miró con asombro como sino esperara mi regreso

— Te hice una pregunta ¿están todos?

— No alfa... Faltó Aadya — apenas escuché su nombre y mi cuerpo se exaltó — mi esposa dijo que los vampiros provocaron que se separan.

— ¿Y Joel aún no regresa?

— Sí, pero está descontrolado.

— ¿Por qué? — pregunté confundido

—  La luna lastimó demasiado Aadya y Joel se dio cuenta, ahora mismo está encerrando a todos los vampiros que captura vivos.

— bien, — suelto molestó y volteo apretando mis puños

— ¿No hará nada?

— ¿Por qué haría algo? Joel solo mata a los que se lo merecen, aunque esté fuera de sí.

— Pero la lu...

— ¡basura insignificante se volvió al tocarla a ella! — gruño dejando salir a Left que está furioso. — cuida a los demás yo iré a buscarla — ordena Left saliendo de deprisa buscando el aroma de Aadya; sin embargo, su olor a sangre se intensificaba cada vez más pero lo que era aún más raro fue que en esa misma dirección estaba él aroma de mi mate.

Tenía miedo de conocerla y en verdad sentir más de lo que siento por Aadya. La sola idea me atormenta, pero no podíamos retroceder, nuestro corazón palpita cada vez que nos acercábamos más y cuando por fin llegamos, pude verla, nuestro corazón pálpito de alegría al reconocer que su aroma provenía de ella, pero nuestra felicidad se derrumbó cuando notamos la situación en la que estaba, no solo por él vampiro, sino que se veía tan apagada, tan mal físicamente que Left se descontroló y se lanzó directo al cuello del vampiro arrancando su cabeza, estábamos tan molestos que queríamos matar a todos los que estaban aquí pero sentimos su miedo y Left volteo a verla.

Ella no puede tenernos miedo.

— Left — susurro al reconocernos, sus ojos se hicieron cristalinos dejando salir sus lágrimas.

— Mi Luna... — le hablamos por telepatía acercándonos a ella, sintiendo como de un momento a otro dejo salir su miedo — todo estará bien. No llores, ya estoy aquí. — expreso sintiendo mi corazón pesado, dolido al sentir sus manos temblando sobre nosotros.

— No te vayas...por favor...te lo supli...¡augh! — se quejó  soltándonos al instante por el dolor,  mi pecho me dolió al verla tan mal, no podía levantarse y estamos seguros que está consciente solo por la poca fuerza que tiene.

Nunca en nuestra vida nos habíamos sentido tan inútiles, ver a nuestra luna frente a nosotros herida y en nuestro propio territorio, jamás no los perdonaremos, estuvo todo este tiempo con nosotros y no la reconocimos ¿por qué no me di cuenta que era ella? ¿cuándo nunca nos habíamos sentido esto?

— Lo siento — digo volviendo a transformarme en un humano, dándole un corto beso en su frente al ver qué ha perdido el conocimiento.

— ¡sácala de aquí! — escucho a Henry que se encuentra deteniendo a los vampiros, la tomo en brazos con cuidado y volteo a ver a Henry que termina con uno sacándole el corazón. Él igual voltea a verme agitado, mira Aadya unos instantes sin prestarme atención a mí y saca de su pantalón una bolsa pequeña que contiene una pulsera de tres colores que son morado, rojo y azul.

—  Toma, esto ocultara de nuevo su aroma — lo interrumpo soltando un gruñido al saber que volverá a ocultar su aroma — tranquilo, está pulsera es diferente, la hice especialmente para que oculte su naturaleza de los demás, no de su mate, sabía que necesitaría a alguien que la protegiera sin dudarlo, pero no pensé que fueras tu. — me da la pulsera y se vuelve a voltear mientras yo se la coloco viendo que es verdad lo que dijo su aroma aún puedo sentirlo — llévatela yo me encargaré de que no te sigan.

— ¿Estás seguro? — pregunto serio; sin embargo, no puedo dejar que muera, al final es hermano de Yanet y es el único que desde que murió Yanet se ha esforzado por buscar al hijo de su hermana sin descanso. Había oído rumores de que se había vuelto loco, pero ahora veo que solo tuvo la determinación de encontrarla a toda costa.

— Si. Después de que termine con ellos iré a dónde tu estés y hablaré contigo.

— ¿Cómo sabes dónde encontrarnos? — pregunté molestó al escucharlo pensaba llevarla a la cabaña un lugar que nadie conoce excepto ella y yo. Henry se giró un poco viéndome a los ojos.




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