El deseo del corazón

Final

Ya no tuve la oportunidad de contarte la historia de la maestra. He decidido terminar de escribirla y dejar ir todas estas notas a través del fuego, así tal vez lleguen a donde estas.

Espero que puedas leerlas. Espero que te des cuenta que si hiciste feliz a alguien y no fue como dijiste.

La historia decía así...

 

En un mundo distinto al nuestro había cientos de ángeles que siempre cuidaban de nosotros hasta que llegará el momento para regresar. Ellos nunca nos dejaban solos. Ellos eran sabios e inteligentes.

Pero había uno que deseaba cruzar a este mundo.

Decía que ya había cuidado de muchos seres y que todos ellos ya habían vuelto, que era su momento de vivir, de ser libre de las reglas de ser un ángel.

Cuando el resto se entero respetaron su decisión. El tenía el privilegio de elegir a su familia.

Cuando lo hizo, cruzo y entonces su aventura comenzó. Cuando nació, el resto de los ángeles lo miraron con asombro, las alas blancas ya no estaban, ahora era un ser tan pequeño, tan frágil que daba temor de tocar su piel por el miedo a lastimarlo. 

El tiempo paso y él ya era más grande. A pesar de haber olvidado las responsabilidades que había tenido en su antigua vida, él seguía haciendo felices a su mamá y su papá. Ellos no eran ricos, ellos no eran famosos, ellos eran humildes.

Pero...Un día el papá ya no regresó. Un día su mamá no paro de llorar.

La alegría estaba desapareciendo, los ángeles estaban preocupados por su amigo, no podían hacer nada, era contra las reglas, solo podían ayudar para la toma de decisiones y a guiarlos por el camino del bien.

Ante todo jamás dejo de sonreír, lucho para hacer feliz de nuevo a su madre, se despidió de su padre en compañía del resto de la familia, ese día todos vistieron de negro.

Pasaron los años. Tuvo una familia propia, tuvo fama, pero JAMÁS dejo de tener un corazón puro y humilde.

Al regresar al cielo los ángeles le miraron con orgullo, él había sido valiente y había demostrado que los humanos son fuertes, que ante todo podrían salir adelante.

Incluso con el dolor, la tristeza y todo en su contra, es cuestión de seguir adelante, de levantarse ante cada caída, de encontrar la luz cuando hay oscuridad.

 

 

Para mi, tú eras ese ángel que se volvió humano. Puede ser que al final fue demasiada la carga y por eso ya has vuelto a casa, al cielo, en donde espero estés aguardando a mi llegada. Voy a buscar aquel bosque del que hablaste en el universo del que te conté. 

Para mi fuiste un gran ser que demostró fuerza, que mostró una sonrisa en la peor situación hasta que esta se marchito. 

 



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En el texto hay: historiacorta, juvenil, novela

Editado: 23.10.2019

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