" El deseo del multimillonario" (saga N° 3)

Capitulo 4

Cara fue conducida al íntimo y sumamente elegante comedor donde Logan la estaba esperando.

Desde que se enteró de que había regresado y que cenaría con él, estaba con el alma en vilo. Sesorprendió cuando su ayudante apareció en la habitación unas horas antes para entregarle ropa. Cara reconoció que entre su escaso vestuario no había nada elegante para una cena de postín con un millonario, y le conmovió lo considerado que podía llegar a ser Logan.

Aunque ni por un momento se le ocurrió pensar que era un santo. Tenía toda la pinta de ser un chico malo, y Cara sabía de sobra que no debía hacerse ilusiones en cuanto a la clase de hombre que era. Sólo por querer un bebé no dejaba de ser el despiadado magnate que todos conocían. Pero cuando entró al comedor y lo vio, sintió una extraña sacudida en el estómago. Logan la miró, y sus ojos verdes parecieron estrecharse y resplandecer. Algo ocurrió entre ambos, trocando tiempo ym espacio, y Cara sintió que temblaban los cimientos... trasladándola a una época antigua en la que los hombres veían a las mujeres como trofeos esperando a ser reclamados y a ser lanzadas sobre sus hombros.

Por una fracción de segundo, se imaginó cómo sería ser reclamada por un hombre como Logan Shane; ser poseída por él. Se quedó sin aliento. De entre todas las tonterías que había pensado desde que se conocieron, aquella era la más peligrosa e indecente.
                                                                                      ***

De delicado rostro ovalado, figura esbelta y voluptuosa, y cabello castaño recogido... la acompañante de Logan vestía un bonito y femenino vestido beige con falda con vuelo por encima de la rodilla. Preciosa.
Logan no esperaba que le gustara tanto con él puesto, complacido de haberlo elegido. Aunque no podía decir que era un experto en mujeres, sabía alguna que otra cosa, y para él, Cara le hacía justicia al
conjunto. Le hizo recordar lo bella que era incluso cuando no se esforzaba. ¿Por qué encontraba aquello tan atractivo?

Eh, tío, para un poco, pensó Logan. Se levantó cuando Cara llegó a la mesa y la ayudó galantemente con la silla. -Estás muy guapa- dijo, y le pareció que ella se estremecía. ¿Era el vestido demasiado liviano? ¿Tendría frío? Había elegido el comedor pequeño en vez de una de las numerosas y elegantes salas, pensando que estaría más cómoda.

-¿Va todo bien?- le preguntó, sosteniendo su mirada mientras ella tomaba asiento. Cara sonrió de repente, y aquella deslumbrante blancura en contraste con su tez bronceada, junto a la forma en que sus hermosos ojos color avellana se iluminaron, hizo que Logan volviera a sorprenderse a sí mismo pensando en lo atractiva que era. Nunca había conocido a nadie como Cara.

-Un poco nerviosa- contestó ella con aquella cándida sonrisa, haciendo que Logan sintiera ganas de sonreír también.

-No estés nerviosa. Gina es una extraordinaria cocinera; de hecho, es una famosa chef personalexplicó Logan, que se sorprendió a sí mismo bromeando y haciendo ver como si Cara estuviera preocupada por la comida. Sabía que no era así, y que tenía que ver con su decisión respecto a la subrogación. Logan ansiaba saber su respuesta, pero antes quería tranquilizarla.

-Relájate- añadió. - Disfruta de la comida. Los negocios y todo lo demás, vendrán después.

-De acuerdo- dijo Cara, que encontró gracioso que Logan pensara que estaba nerviosa por el tema de la subrogación. ¿No sabía que provocaba un efecto de lo más intenso en las mujeres? ¿Y que posiblemente las dejaba sin aliento y acarameladas como le estaba pasando a ella en aquel momento?

Era la forma en que su ágil y prominente figura de anchos hombros se veía con aquel traje, y el impecable aspecto de su camisa y corbata. El brillo de una piel acariciada por el sol y su magnífica barba, hicieron que Cara deseara deslizar los dedos por su rostro. Sabía que no debía tener pensamientos sexuales sobre Logan. Nunca podría haber nada entre ellos, sobre todo si decidía ser su vientre de alquiler. Esperaba que fuera una fase pasajera, y que si aceptaba su proposición se sentiría cómoda con la idea de gestar a su hijo y se centraría solamente en eso.

La cena fue una delicia. Cara disfrutó de cada bocado de la mejor cocina que había probado jamás. Logan le informó de que Gina siempre estaba disponible para preparar sus comidas cuando estaba en casa, pero si Cara decidía quedarse y tener el bebé, la contrataría a tiempo completo.

-Si como así todos los días, me pondría gordísima- bromeó Cara, riendo. -Sería imposible decir que no.

-Algo me dice que en lo que respecta a tu salud y la del bebé, evitarás cualquier exceso- comentó Logan de forma perspicaz.

-Tienes razón. Puede que sea una atolondrada par algunas cosas, pero nunca haría algo que pusiera en peligro mi salud o la de un bebé no nato.

En aquel momento se encontraban en el salón, tras acabar de cenar. Cara caminaba delante de Logan, pero se dio la vuelta para hablar con él.

-He tomado una decisión. Lo haré.

El corazón de Logan se detuvo por un instante, y asintió con la cabeza. -Me alegro. Una vez que me encargue de los aspectos jurídicos con respecto al tiempo, la remuneración y otras cláusulas, podremos empezar con la parte médica del asunto. Esperemos que no tardes demasiado a concebir, de hecho, me
aseguraré personalmente de que se invierta el máximo esfuerzo y se utilicen las mejores técnicas para que
así sea.

-Sólo lo mejor para el heredero Shane, ¿eh?- dijo ella con una sonrisa. -Nunca he estado tan poco segura de algo en toda mi vida. Pero he accedido. Aún no me lo creo.

-Ni yo- respondió él. -Deseo esto con todas mis fuerzas. He pensado mucho sobre la mejor forma de hacerlo, y ahora que he encontrado a la madre de alquiler perfecta, me preocupaban ciertas cosas. Como si lo llevarás a cabo o no, si eres capaz de seguir normas, si el procedimiento tendrá éxito... pero ahora me doy cuenta de que lo más importante de todo el proceso es cómo te sientes tú.




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