" El deseo del multimillonario" (saga N° 3)

Capitulo 14

Cara observó la ecografía con asombro. Guau. Nuestro bebé está creciendo muy rápido, pensó. Y después sacudió la cabeza, corrigiéndose mentalmente. El bebé de Logan. No nuestro, ni siquiera mío, añadió, mordiéndose el labio inferior.

-No te preocupes- dijo Meg, que estaba junto a Cara viendo su expresión. -Me aseguraré de que Logan reciba una copia de inmediato.

Fue Meg la que acompañó a Cara a hacerse la ecografía, mientras Logan pasaba unos días fuera de la ciudad por trabajo. Algo sobre una reunión con una compañía que iba a fabricar su último videojuego.

Cara le echaba de menos a cada instante, y se volvió loca imaginando a todas las mujeres que iba a ver en Londres, a donde había viajado. Tal vez fuera la azafata sexy de su avión privado - o quizás una elegante ejecutiva de la empresa con la que estaba negociando. Y podría ser que por la noche conociera a una supermodelo en el bar de su hotel y la invitara a su suite a tomar una copa. O quizás a la suite de ella.

Cara se deshizo de aquellos pensamientos. Logan no le parecía el tipo de hombre que tenía sexo casual. Y aunque no le había prometido nada en modo alguno, ni había dicho una palabra sobre ser exclusivos, Cara sentía que podía confiar en él. Lo malo era que no confiaba en las demás mujeres, conociendo el aura de adonis silencioso y misterioso que emanaba, por no hablar de su dinero. Ninguna mujer en su sano juicio se abstendría de arrojarse a sus pies.

Lo que hizo que Cara contemplara a Meg pensativamente, mientras la secretaria repasaba unos detalles de la inminente fiesta. ¿Había tenido algo Meg con Logan? Cara averiguó que habían trabajado juntos durante años. Era una de sus empleados de mayor confianza, e inspiraba el máximo respeto a cualquier que tuviera que negociar con Logan a través de ella.

Era bella como la mayoría de mujeres profesionales rubias y delgadas, hasta el detalle de las gafas de montura dorada y sus sempiternos zapatos de tacón alto. Cara nunca la había visto con otra cosa que no fueran trajes de diseño y tacones, el maquillaje perfecto hasta el punto de parecer un maniquí - incluso los fines de semana.

Cara no pretendía saber el tipo de mujer que le gustaba a Logan, pero no pensaba que iría a por alguien como Meg. No podía poner el dedo en la llaga, pero había algo desagradable en ella, hasta cuando sonreía.

Como en aquel momento en que le estaba sonriendo a ella, con aquellos labios rojos estirados sobre una perfecta dentadura blanca.

-¿Qué hay de tu familia? ¿Te gustaría invitarles a la fiesta? ¿Tal vezun par de amigos?- le preguntó, bolígrafo en mano, con su bloc de notas.

-No sabía que podía invitar a gente- dijo Cara, sorprendida.

-Claro, pero no tienen por qué saber lo de la subrogación. Tienes un contrato con el Sr. Shane, lo que te convierte en una valiosa empleada. No creo que ponga pegas a que quieras tener a un ser querido o dos contigo en un evento de esta magnitud.

A un ser querido... Cara no tenía a nadie que respondiera a esa definición. Sólo había tenido a Jude. Fue el único que le proporcionó una semblanza de familia, ya que Cara nunca se llevó bien con suspadres o hermanos. Nadie parecía entenderla, y únicamente con Jude había sentido una especie de aceptación. Aunque sólo durante un tiempo.

-No... tengo a nadie- confesó con la mirada baja, deslizando los dedos nerviosamente sobre su rodilla. Pensar en Jude siempre le hacía sentirse culpable y perdida.

-¿Estás segura? Porque no sería ningún problema reservar vuelos o alojamiento. Llevas aquí más de un mes, tiene que haber alguien a quien eches de menos, o que esté preocupado por tu bienestar. Con lo guapa que eres, no me sorprendería que hubiera un hombre en tu vida. Cara entrecerró los ojos y miró fijamente a Meg, preguntándose cuánto sabía y si Logan le había contado algo. Siendo su ayudante más fiel, le podía haber mencionado al ex de Cara, pero el hecho de que Logan compartiera algo tan personal e íntimo con Meg, le hacía sentirse incómoda.

-Como acabo de decir, no tengo a nadie- repitió, encarando directamente la expresión burlona de Meg.

-Bueno, voy a terminar de enviar las invitaciones y la ecografía. Imagínate lo contento que se va a poner el Sr. Shane cuando vea que el bebé está creciendo tan sano. Y tú también deberías cuidarte. No quisiera que el Sr. Shane me regañase si te metes en algún lío.

Cara se preguntó en qué clase de lío se podría meter cuando se pasaba todo el día en casa pintando. Echó una reluctante mirada al smartwatch que llevaba en la muñeca, muy parecido al de Logan, con todo tipo de funciones para controlar sus actividades. Había sido idea de Logan, y a veces deseaba arrojarlo a la piscina.

Cuando Meg se alejó con su sonrisa petulante, Cara se enojó aún más. La secretaria parecía estar más sarcástica que de costumbre, y a Cara, como siempre, le resultaba imposible descifrarla. ¿Qué le pasaba por la cabeza?

Tal vez fueran sus hormonas, o algo relacionado con la conversación que había sostenido con Meg, pero durante los siguientes días, Cara sintió ganas de llamar a casa. La última vez que lo había hecho, fue antes de llegar a la mansión y conocer a su misterioso benefactor. Había hablado con su madre, que pareció aliviada al enterarse de que estaba bien.

 

Lamento la tardanza , pero es que tuve unos problemas familiares , pero aqui les dejo otro captulo mas , espero que les guste , besos y abrzos 




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