" El deseo del multimillonario" (saga N° 3)

Capitulo 18

Cara no sabía que Logan apenas la perdió de vista en toda la noche. Incluso cuando nadie pensaba que estaba mirando o prestando atención, se aseguró de tenerla en su campo de visión.

Estaba hermosa y elegante, y poseía un aire de inocencia que no tenía ninguna otra mujer presente.

Algunas trataron de llamar su atención, tal vez de atraer su interés, pero no tenía ojos más que para Cara.

Le agradó verla reír; aunque deseó ser él quien provocara su risa. Había sido una excelente idea presentarle a los muchachos, y ella se había interesado por conocerlos personalmente. Le gustaba pensar que los había conquistado con su elegante sencillez, afable disposición y, sí, incluso con su timidez.

Logan no quería preguntarse por qué era tan importante que se llevara bien con sus primos, que también eran sus mejores amigos. Sólo sabía que Cara iba a estar presente en su vida durante bastante tiempo, al menos ocho meses más, y quería que todos se sintiesen cómodos.

Ahora era Egan, el más encantador de todos, el que estaba junto a ella. Parecía que quería sacarla a bailar, y se mostró decepcionado cuando ella declinó con una discreta sonrisa. Logan sonrió y se alegró de no tener motivos para sentir celos de su primo, que estaba felizmente casado con su novia de toda la vida y tenía gemelos de corta edad. Probablemente había sido ver a Egan con sus hijos lo que suscitó aquel deseo de convertirse en padre, a pesar de no estimar necesaria la idea de casarse para tener descendencia. Logan no podía imaginarse casado, pero quería un heredero; y lo quería mientras aún era joven. Cuando su vástago cumpliera diez años, él tendría algo más de cuarenta. Y cuando fuera a la universidad, Logan estaría en la cincuentena. Quería asegurarse de poder criar a su hijo, o hijos, si acababa teniendo más. Por eso no podía permitirse perder más tiempo ni esperar a la mujer que le

completaría antes de empezar una familia. Pero, ¿por qué pensaba en eso mientras miraba a Cara? Era como una fantasía entre las otras mujeres e invitados. Muchos se volvían a mirarla. Por la forma en que se comportaba, Logan se dio cuenta de que encajaría perfectamente en su mundo. Tenía el aplomo para desenvolverse en cualquier evento al que podría ser invitado.

Una idea comenzó a formarse en su mente. ¿Y si le ofreciera a su hijo una estructura más estable que implicara tener una familia de verdad? ¿Podría convencer a Cara de que se casara con él para darle a su hijo un hogar con ambos progenitores?

Sólo pensar en ello le habría hecho salir corriendo ante la posibilidad de atarse. Y, sin embargo, aquella imagen no le desagradaba. Sería la solución perfecta que garantizaría que su hijo fue se criara con ambos padres.

Pero, ¿le parecería a Cara razón suficiente para casarse con él?

-No me digas que no he hecho un buen trabajo organizando la fiesta- bromeó Meg. -¿Por qué no estás disfrutándola?

Meg le sonreía de forma burlona. Había estado tan absorto en sus pensamientos que no se había dado cuenta de que estaba ignorando a sus invitados.

-Has hecho un excelente trabajo, Meg. Por lo general, no suelo durar más de unos minutos en este tipo de eventos. Hago acto de presencia, doy una vuelta para hablar con los Vips, y desaparezco discretamente dejando que el resto disfrute de la celebración. Pero esta vez me apetece estar de juerga toda la noche.

-En ese caso, ¿quieres bailar?

Logan vaciló un instante, incapaz de disimular su sorpresa. De hecho, Meg le estaba sorprendiendo bastante aquella noche. Normalmente, se mantenía en segundo plano y vestía de forma profesional, con un traje de falda o pantalón, pero aquella velada apareció con un favorecedor vestido de noche hasta la rodilla y escote profundo. No llevaba sus típicas gafas, y hasta el maquillaje parecía más recargado y seductor.

Logan tomó aliento y empezó a responder a su invitación, cuando un movimiento brusco por parte de Cara llamó su atención. Se había separado de Egan y se dirigía a una de las carpas más aisladas, lejos de los invitados que bailaban y se divertían.

Un instante después, un hombre de piel oscura enfundado en un esmoquin blanco se separó de un grupo y siguió a Cara. Logan observó con los ojos entrecerrados cómo aquel extraño entraba en la misma carpa.

¿Qué cojones?

Comenzó a encaminarse hacia la carpa, pero Meg le detuvo.

-Creo que deberías dejarlos solos- dijo con calma.

Él la miró con expresión de asombro.

-¿Lo conoces?- Logan supuso que Meg también había notado al invitado que siguió a Cara.

Ella enterró la nariz en su copa de champán, dando un lánguido trago.

-Hmm, si no me equivoco, es Jude Terrell, el ex de Cara.

Aquellas palabras golpearon el cerebro de Logan como plomo caliente, y apretó los puños, tratando de no explotar. Las siguientes palabras de Meg casi hicieron que le saliera humo de las orejas.

-Ya que está aquí, ¿por qué no dejas que se pongan al día?

-¿Eres idiota?

Meg se sobresaltó, con la copa de champán a medio camino de sus labios. Miró fijamente a Logan, que nunca la había insultado antes. Aún así, no quiso dejar intimidarse por su jefe e insistió.

-Sé que es tu vientre de alquiler, pero no tienes por que creerte su trágica historia o lo que sea que te haya contado sobre su relación. Creo que te ha hechizado, Logan, y probablemente haga falta este incidente para que entiendas que debes separar tus emociones de tu principal objetivo – el bebé.

A Logan le latían las sienes y se contuvo para no silenciar de un grito a toda aquella multitud. Se controló y fijó sus ojos en Meg, que le sostuvo la mirada firmemente.

-Puede que creas que me estás haciendo un favor, pero te juro por Dios que si esta vez te has pasado de la raya...

No terminó la frase, sacudió la cabeza y se dio airadamente la vuelta, dirigiéndose en dirección a la carpa. Suspirando, Meg le siguió, dispuesta a averiguar cómo acababa aquel debacle.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.