" El deseo del multimillonario" (saga N° 3)

Capitulo 20

Horas más tarde, cuando se marchó el último invitado y el personal terminó de limpiar después de la fiesta, la mansión estaba por fin en silencio. Cara se retiró a su habitación a esperar a Logan. Aquel momento le permitió poner en orden sus pensamientos, sobre todo con respecto a la confusión que se
había apoderado de ella antes incluso de la aparición de Jude.

Cuando Logan finalmente llamó a la puerta y entró, encontró a Cara medio oculta entre las sombras. Se quitó la pajarita, desabrochó un par de botones de su camisa y se detuvo a pocos metros de Cara, que luchaba contra el impulso de retorcerse las manos y que finalmente las enlazó a su espalda.

-Logan, lo de esta noche… Lo siento mucho.

-Por favor, no te disculpes- dijo él con un deje de impaciencia. -No creo que nada de esto sea culpa tuya.

-¡Pero lo es! Si no te hubiera hablado de Jude, no habría pasado esto. No se lo habrías dicho a Meg, y ella no le habría invitado a la fiesta sólo para molestarme.

-¿Eso es lo que cree que ha pasado?

-¿Tú no? Le hablaste a Meg de Jude, ¿verdad?

-No le di detalles- respondió. -Y desde luego no divulgué las cosas privadas que me contaste sobre cómo te trataba. Sólo mencioné que tenías un ex, y le pedí que averiguara algo sobre él. Quería mantenerme informado. ¿De verdad crees que es la culpable de su extraña aparición?

-Logan, estaba a cargo de la lista de invitados. Jude no habría conseguido una invitación sin que Meg se la enviara.- Cara suspiró profundamente. -Sé que confías en ella...

-Después de esta noche, esa confianza está en duda. Tienes razón, es la única capaz de poner todo esto en marcha. Acaba de preparar todo un dossier sobre él. Y, además, fue en contra de mis deseos e invitó a los paparazzi para poder llevar a cabo su plan. No sé por qué razón lo haría, la única que se me ocurre es que haya averiguado que somos amantes- dijo, y añadió sacudiendo la cabeza:

-Tendré que despedirla.

-Por favor, no lo hagas- le pidió Cara con un tranquilizador toque en el brazo. -Está claro que ha tomado malas decisiones, pero es porque está preocupada por ti. No me extraña que me considere una amenaza; de hecho, la entiendo, por eso creo que debería irme.

Logan inclinó la cabeza hacia un lado, como para asegurarse de que había escuchado bien.

-¿Irte? ¿Por qué?

-Sólo causaré más problemas si me quedo. Jude ahora sabe dónde estoy. Y que estoy embarazada de ti, gracias a que a Meg se le ha escapado de forma conveniente. No lo conoces, Logan. Está loco, y hará cualquier cosa para vengarse.

-¿Qué vas a hacer? ¿Huir de nuevo con mi hijo?

-Logan- dijo Cara en tono suplicante, sacudiendo la cabeza de un lado a otro con expresión confundida. Le dolía verlo enfadado.

-Si de verdad crees que te voy a dejar marchar, es que no me conoces.

-Logan, sé que firmamos un contrato, pero también sé lo mucho que valoras tu vida privada.

Todavía puedo tener el bebé, pero si me voy, al menos podremos asegurarnos de que tu reputación no esté en peligro por culpa de chismes o algo peor, como problemas con la ley si se filtra lo de la subrogación.

-Entonces, cásate conmigo- dijo Logan con voz ronca.

Cara se quedó mirándolo, incapaz de formular una respuesta sensata a lo que acababa de escuchar.

¿Le había pedido que se casara con él?

-De esa forma no habrá escándalos ni problemas legales. Serás mi esposa, y el bebé tendrá un hogar y una familia de verdad. Es perfecto en todos los sentidos, ¿no crees? Lo he estado pensando, Cara, y creo que es la mejor solución.

Cara sintió un vació en la boca del estómago. Por un momento, deseó una propuesta más romántica. Qué ridícula era.

-No puedo casarme contigo, Logan.- Se pasó los dedos por el cabello con impaciencia. -No está en el contrato.

-Tampoco es lo que yo había planeado. Pero cuanto más lo pienso, más sentido tiene.

-Quizás para ti. Pero un matrimonio de conveniencia no es exactamente lo que tenía en mente para mí. Ya albergaba bastantes sentimientos encontrados sobre la subrogación, pero al final me convencí a mí misma de que era sólo durante unos meses, y después podría poner mi vida en orden.

-Cásate conmigo y no tendrás que preocuparte por eso. Ni por nada. No hace falta que te diga que, como mi esposa, nunca te faltará nada. Si deseas proseguir tu carrera de arte, me aseguraré de que alcances tu pleno potencial. Tendrás un futuro asegurado, y lo que es más importante, la libertad para perseguir tus sueños sin preocuparte de ningún obstáculo. Te apoyaré durante todo el camino.

El vacío de su estómago se hizo más grande. Logan le estaba prometiendo de todo, excepto amor.

-Logan, creo que somos dos personas muy diferentes de dos mundos muy distintos- le dijo. - Necesitas a alguien que encaje contigo en público. No alguien como yo.

-¿No alguien como tú? Cara, tú eres magnífica- dijo con pasión en un marcado acento irlandés, estrechándola entre sus brazos. -Al verte esta noche, tan guapa y elegante, y a todas las demás mujeres
esforzándose sin éxito

- encajamos a la perfección - en - todos - los - sentidos.

Reclamó sus labios con un movimiento brusco. Cara dudó un momento, pero no pudo oponerse a la deliciosa y cálida presión de su boca. Sus labios se abrieron ansiosamente y se aferró a su robusto cuello.

Ahogándose en el delirio del deseo de Logan, aprehendió su cabello castaño con adoración, sintiendo en su alma la angustia de no poder tenerle del todo; pero aún podía tener aquello.

 




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