Joder, aquello le volvió loco. Pero no tanto como cuando Cara se bajó de su regazo y se arrodilló
frente a él.
La forma en que acarició su verga y empezó a lamerla lentamente, antes de colocar los labios a su alrededor, fue una fantasía hecha realidad - para ambos. Cara gimió de deleite al probar su sabor y
textura. Lo envolvió con sus delicadas y gélidas manos, lo que hizo que su miembro pareciera aún más inmenso. Sus labios se estiraron sobre su polla; era tan grande que sólo pudo engullir la mitad. Sus intensos e irregulares gemidos, y sus dedos guiando su cabeza, fue toda la motivación que Cara necesitó.
Sus empapados pliegues se henchían y goteaban con cada embate de su falo en su boca. Cara puso
los ojos en blanco de puro placer, y sintió cómo le apretaba los senos, tirando de ellos hacia arriba para
que amortiguaran su deslizante hombría al embestir su boca. Cara siguió su ejemplo y empezó a alternar entre mamarle y estrujarle entre sus pesados y sensibles pechos.
Con su hombría embutida en mitad de sus montículos, Logan arremetió en aquel exuberante enclave, gruñendo. Sus manos manipulaban la retozona carne con una brusca satisfacción que hizo que Cara gimiera su nombre. Él le dijo lo sexy que eran sus pechos y cómo deseaba correrse sobre ellos.
Sus palabras hicieron que gimiera más fuerte, y que quisiera que hiciera justamente eso. Intensificó el placer oral sobre su carnosa y dura longitud y dejó que embistiera cada vez más rápido, no sólo su boca, también la hendidura entre sus colmados senos. Rozó con la punta de los dedos la parte inferior de su escroto, y lo sintió oscilar contra sus caja torácica a la vez que sus caderas se movían con más rapidez y urgencia.
-Quiero tu leche- gimió. -Por favor, córrete en mis tetas y en mi cara.
Su sexy diosa le estaba conduciendo directamente al borde del abismo. Logan no pudo resistir aquella imagen durante mucho más tiempo, y pronto le entregó lo que pedía. Un chorro de semen caliente salió disparado del sombrerillo de su amplia seta y aterrizó sobre los expectantes pechos de Cara.
-¡Oh!- clamó ella con sensual deleite, dejando que el abundante esperma cubriera sus senos, antes de agarrar la base de su polla y presionar la lengua sobre la punta, con el fin de que el resto de su corrida acabara en su boca.
-Joder, Cara- jadeó Logan. Le acarició el cabello y la observó tragar su esencia y relamerse los labios, diciéndole con la mirada que tenía hambre de más.
El renovado vigor de su miembro le informó de que estaba más que dispuesto a llevar a cabo aquella deliciosa tarea. Con un gruñido, la asió por las axilas y la depositó sobre la cama. Iba a hostigarla a lenguetadas hasta que no pudiera aguantar más. Y después a enterrarse en ella tan profundamente que se fundirían en cuerpo y alma.
Pero primero trajo un paño húmedo para limpiar la untuosidad de sus senos, y cuando regresó al dormitorio la encontró ansiosa y dispuesta. Se colocó delante de la cama y comenzó a quitarse la ropa, y le ordenó abrir bien las piernas, con las rodillas levantadas, para poder contemplar su esperado festín mientras se desnudaba.
Joder, la imagen de Cara expuesta ante él de aquella forma le provocó una especie de vértigo. Podía oler su excitación. La reluciente confluencia de aquellos gruesos y suaves muslos, hizo que su sangre hirviera con un oscuro deseo. Estaba empalmado, caliente y rezumando líquido preseminal, viendo cómo ella jadeaba con expectación, con aquellos magníficos pechos subiendo y bajando con cada respiración.
Su redondeado vientre estuvo a punto de acabar con él, poniendo su cuerpo a cien. No podría contenerse mucho más tiempo.
-¿Qué me haces, preciosa?- rugió. -Me hechizas con sólo respirar.
Se puso de rodillas sobre la cama y colocó la cabeza entre sus temblorosos muslos. Enterró su rostro en su montículo y comenzó a lamer y mordisquear. Succionó el necesitado botón de su clítoris y hundió la lengua lo más profundo de su coño. Ella gritó y se corrió violenta y repentinamente en su lengua, empapándolo todo.
-Completamente calado, justo como me gusta- rugió él, moviendo las manos debajo de su trasero y levantándola aún más contra su boca. Cara se aferró a su cabello con fuerza, pero a Logan no le importó.
Sus caderas oscilaban hacia adelante y hacia atrás en respuesta a lo que él hacía con su lengua, y le estaba volviendo loco.
-Ahhh... oh Dios mío, síiííii. Me.... uf... me corro otra vez- gritó Cara, arqueando la espalda abruptamente al alcanzar otro orgasmo. Logan lamió cada gota de su embriagante néctar, esperando que regresara a la tierra pero manteniéndola al borde del desmoronamiento, y su cuerpo pronto quiso más.
Retiró los labios de su dulce panal a regañadientes, y besó la cara interna de sus muslos. Sus suaves gemidos le animaron, y presionó su boca contra su abultado abdomen antes de izarse para cubrir su cuerpo.
Besó su expectante boca y ella gimió con deseo ante el lascivo sabor de su propia corrida. Para su sorpresa, Logan se recostó en las almohadas y le pidió que llevara la voz cantante. Su clítoris comenzó a dilatarse ante la idea de tomar el control, y le faltó tiempo para obedecer.
Se subió encima de él a horcajadas. Levantando el culo, Cara tomó la gruesa base en su diminuta mano y descendió lentamente sobre su polla, delicioso centímetro a delicioso centímetro. Cuando por fin se hundió hasta sus cojones, dejó escapar un vigoroso suspiro. Logan gimió y tomó sus senos, contemplando su rostro mientras disfrutaba de la forma en que masajeaba y jugueteaba son sus pechos.
-¿Estás lista para mí?- susurró con los dientes apretados.
Cara gimió y se movió hacia arriba y hacia abajo sobre él, a un ritmo sensual. -Sabes que sí.
Se inclinó sobre su torso y le besó los pectorales, lamiendo y succionando sus pezones. Movió el trasero más rápido encima de él, que gruñía de placer con sus grandes manos sosteniendo firmemente cada una de sus redondeadas nalgas.
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Editado: 30.09.2021