" El deseo del multimillonario" (saga N° 3)

Capitulo 26 (Final)

 

Cara aún se sentía eufórica tras su primera exposición individual que había tenido lugar la semana anterior.

Casi tanto como un mes atrás, cuando su presentación en la muestra de arte más prestigiosa del año fue premiada con el galardón a la mejor artista novel. No podía dar crédito a las excelentes críticas de diversos informes online en las que describían su obra como "vanguardista y única". Acababa de leer un artículo en el que la llamaban una de las principales "artistas emergentes" del año. ¡Era alucinante!

Logan notó su sonrisa de felicidad al entrar en el dormitorio. Ya había leído el artículo, por supuesto; era su principal animador, y siempre estaba al día con las noticias sobre su trabajo.

-Enhorabuena, cariño- dijo, besándole la coronilla. -La gente siente una enorme conexión con la forma en que ves el mundo. Captas lo contemporáneo y lo cultural, y utilizas la pintura como nadie se ha
atrevido antes.

-Y todo gracias a ti- dijo ella, dedicándole una dulce sonrisa. -Tú me hiciste ver el mundo bajo una nueva luz, y he aprendido a ser yo misma.

-Gracias por decir eso- dijo Logan. Y pareció contenerse antes de añadir: -Pero no voy a apoyarte con ese agotador calendario. Estás en tu segundo trimestre y deberías tomarte las cosas con calma. La obra que creaste para exponer durante el verano, es suficiente por ahora.

-¿Y qué sugieres que haga? ¿Punto? ¿Quizás un poco de jardinería?

-Ya pensaremos en algo- respondió él, ignorando por completo su tono sarcástico.

-¡Logan! Me prometiste que no ibas a ser un controlador- se quejó.

Él simplemente sonrió y la sentó en su regazo. Sus ojos se deslizaron de forma posesiva sobre su cuerpo y se posaron en su ahora enorme vientre. -Lo sé. Ya pensaremos en algo, como he dicho. Te prometo que encontraremos la forma de estar los dos contentos.

-Siempre tan diplomático- dijo Cara poniendo los ojos en blanco.

Una sonrisa apareció en sus labios al ver la cabeza de Logan acercándose para atrapar su boca con un delicado beso.

-¿Tienes hambre?- le preguntó con voz ronca.

-Mm... depende. ¿Qué me ofreces?- Sus ojos danzaron maliciosamente mientras se abrazaba a su cuello.

-He preparado algo especial- dijo él. -La mesa ya está puesta, y estoy deseando saber qué te parece.

Cara volvió a quejarse. Sólo con pensar en comida se ponía mala. Continuó lamentándose mientras Logan la conducía por las escaleras hasta una mesa en la que había un sólo cubierto de plata.

-Logan- comenzó, demorándose en acercarse a la mesa. -Te lo digo en serio, puedo vomitar con sólo oler comida.

-Aún así, deberías comer algo- dijo él, apuntando al plato. -Me he esforzado mucho, te lo advierto. Pruébalo, al menos.

-Oh, Dios mío- suspiró Cara de forma dramática. ¿Cómo podía decir no a aquellos ojos verdes? Aunque seguía protestando en voz baja, Logan sonrió socarronamente y fue a levantar la tapa. Pero en el último momento se detuvo, se volvió hacia ella, y dijo con galantería:

-Ábrelo tú.

-¿Tan especial es?- gimió ella, preguntándose a qué venía tanta ceremonia. Murmurando, levantó la cubierta para revelar el contenido del plato. Y se quedó inmóvil como una estatua. Oh, Dios mío.

En una caja en el centro de un sencillo plato blanco, había un deslumbrante anillo de diamantes. Y era enorme.

-Logan… ¿es eso…? ¿Estoy soñando?- Cara se quedó sin aliento, mirando a Logan con asombro.

Él sonrió, cogió el anillo y lo deslizó en su dedo.

-No, querida, esto es real. Tan real como mi amor por ti. Besó su mano y Cara soltó una risita.

Logan sostuvo su mirada y su risa se transformó en emoción, y dijo a dura penas:

-Muchas gracias.- Se ruborizó y comenzó a abanicarse los ojos con la mano, tratando de controlar las lágrimas.

La sonrisa indulgente de Logan la derritió por dentro y no pudo apartar la mirada de sus ardientes ojos.

-Cara. ¿Quieres casarte conmigo?

Cara sólo pudo asentir con la cabeza, abrumada por lo inesperado de la situación. Logan la atrajo hacia él y la abrazó con fuerza, y ella le colocó los brazos alrededor del cuello.

Sintió sus mejillas calientes de felicidad y lo miró a los ojos.

-¿Cómo se te ha ocurrido algo tan romántico?

-He investigado un poco- admitió Logan con una sonrisa petulante. -Y esta era la mejor idea.

-Estoy completamente de acuerdo- dijo ella con una sonrisa trémula.

En aquel momento era más feliz que nunca. Las últimas semanas sólo les habían traído cosas buenas.

Como cuando averiguaron que Jude acabó entre rejas por posesión de estupefacientes. A Cara le había sorprendido la noticia porque no sabía que su ex tomara drogas.

-Hacía muchas cosas que tú no sabías- le informó Logan después. -¿Sabes su trabajo para una empresa de importación? En realidad era un cartel de drogas. Gracias a ese expediente que conseguí sobre él, he obtenido mucha información sobre lo que escondía tras esa máscara. Jude estaba relacionado con todo tipo de negocios sucios - contrabando de armas, extorsión, drogas, y una lucrativa red de trata de personas. La única razón por la que no le he encontrado y le he cortado las bolas, es porque nunca te metió en toda esa mierda.

Cara sacudió la cabeza con consternación.

-Sí, puede que me mantuviera alejada de ese mundo, pero me puso en otro infierno personal de su propia cosecha. Ahora me estoy empezando a dar cuenta de que sus repentinos cambios de humor y comportamiento violento, seguramente tenían que ver tanto con el abuso de sustancias como con su naturaleza sádica.

-Ya no tienes que preocuparte por él. Va a estar encerrado durante mucho, mucho tiempo- le aseguró Logan, abarcando su tembloroso cuerpo con sus fuertes brazos.

-No iba a decírtelo, pero su arresto se debió principalmente a un soplo que le llegó a la policía, y Connor utilizó su influencia como fiscal para asegurarse de que acabara en manos de la justicia.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.