" El deseo del multimillonario" (saga N° 3)

Epílogo

Un año más tarde ...

Sus impresionantes nupcias tuvieron lugar en la casa señorial de Logan, en un césped de 20 acres con un maravilloso lago artificial. La mansión tenía doce habitaciones en-suite, una enorme bodega, y hasta piscina cubierta.

Cara se enamoró de ella desde el primer momento. Era tan lujosa como las demás propiedades de Logan por todo el mundo. Decidieron esperar unos meses tras el nacimiento de su preciosa hija Oona para casarse, y Cara estaba feliz de poder entrar en su ajustado vestido blanco de novia.

Casarse con Logan en su madre patria era como un cuento de hadas. A Cara le encantaba, no sólo el hermoso lugar, también sus gentes. Eran maravillosos, muy divertidos y verdaderamente amables - gente buena sin pretensiones.

Disfrutó de el ritmo de vida en el campo, de sus pubs y ferias. Incluso recibieron la visita de Egan y su hermano Finn, y los tres salieron a cazar perdices en los bosques de la finca de Logan. Mientras tanto, Cara se hizo amiga de Penélope, la preciosa mujer de Egan, y ambas compartieron montones de recetas cuando los hombres estaban en el campo cazando.

Cara también se divirtió en Dublín, la ciudad en la que creció Logan. Después de una semana tuvieron que dejarla para irse de luna de miel, aunque Logan le prometió hacer de ella una verdadera dublinesa.

Cara rió y dijo que siempre le gustaría regresar con él. Le encantaba todo lo que tuviese que ver con la vida de Logan, sus sueños, y todo lo que hacía que fuera él.

Durante el último año había aprendido que en la vida no hay nada más importante que el amor. La forma en que acercaba a la gente, sanaba espíritus rotos … creaba familias donde antes sólo había extraños.

Cuando llegó por primera vez al mundo de Logan y fue elegida para tener el bebé de un desconocido, ambos eran muy diferentes, como la noche y el día, y sin embargo, el amor surgió de forma natural, superando todos los límites.

Cara siempre había pensado que era rara, demasiado extravagante, y con muchos fallos… pero el amor le demostró que incluso alguien como ella podría encontrar a su alma gemela. Conoció a Logan, encontró el amor… se convirtió en mejor persona en el momento en que decidió ser valiente y dejarlo entrar en su corazón.

Y así se lo dijo, besándolo apasionadamente en la mañana después de su noche de bodas.

Caminaban por la pintoresca playa de su exótico destino de luna de miel en el Lejano Oriente.

Él la atrajo hacia sí.

-Haces que lo conocido sea nuevo. Siempre que estoy contigo es como si regresara a casa. ¿Qué te hizo confiar en mí y darnos una oportunidad?

Cara lo miró fijamente a los ojos.

-Cuando era niña, nunca tuve a nadie en quien apoyarme. Tú fuiste la primera persona que creyó en mí, que me dijo que era fuerte, que era hermosa y valiente. Que era digna de amar.

Logan tomó su mano y la besó.

-Cara, te diré esas mismas palabras durante el resto de nuestras vidas, lo prometo. Eres muy valiente, y hermosa - y digna de todo el amor que te puedo dar y mucho más. Te amo.

-Yo también te amo. Ella sonrió y se dio la vuelta sorprendida cuando otra pareja pasó corriendo a su lado.

La chica reía jovialmente mientras su compañero la perseguía.

-Parece divertido- dijo Cara con una expresión maliciosa. -Podrías intentar atraparme.

Se alejó de él y Logan gruñó.

-Ni hablar. Esos dos están locos. No te voy a perseguir por la playa, Cara- espetó.

Ella simplemente se mordió el labio y se preparó para echar a correr.

-¿Me tienes que pillar, ¿vale?

Logan siguió diciendo que no lo haría, pero Cara sonrió secretamente. Comenzó a correr, mirándolo por encima del hombro.

-Por el amor de Dios, Cara.

Y echó a correr tras ella. Corrieron a toda velocidad, riendo y salpicándose mutuamente en la orilla, como dos adolescentes. Cara lanzó una risotada, encantada con su marido, que podía ser duro pero que en el fondo siempre se mostrara amable.

Veía esa ternura en él cada vez que sostenía a su hija en sus enormes manos. En la forma en que la acunaba mientras la agotada Cara descansaba y contemplaba a padre y bebé con una indulgente sonrisa en los labios.

Nadie hubiera pensado que Cara y Logan hacían buena pareja, y mucho menos ella, que pensó en la primera vez que se alojó en la mansión con su carácter nervioso y su entrometido comportamiento.

En cierto modo, habían llegado a aceptarse mutuamente, con defectos y todo, y aquel era el mejor regalo que el amor les podía dar.

 

 

FIN.....

 

Buenos mis lectores hasta aqui acabo esta hermosa historia , hasta la proxima , besos y abrazos 




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