El deseo que nunca esperé

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Me quedé dormida, tenía los dedos arrugados, hacía un frío mortal. Vacié el agua, y me duché en agua casi hirviente para compensar la temperatura helada que tenía. 

Me puse pijama y fui a ver qué había en la nevera... Casi vomitó y no por el embarazo, sino por un asqueroso montón de moho que antes habían sido pimientos y zanahorias. Lo vacié como pude y limpié con alcohol. Odiaba la lejía, porque siempre echaba demasiada y me dolía la nariz, pero hoy era algo necesario para limpiar la cocina... Y el baño, y mi cuarto, y la sala. 

Al acabar agotada, fui a la despensa y puse atún a mis Doritos, para ponerme la computadora en las piernas y llamar a mi madre. 

La conversación duró casi una hora, de la cual, 45 minutos fueron de regaño por no hablarle más seguido. La dejé hablar, la echaba de menos, a ella y a todos, pero más a ella. La vida era difícil sin alguien pendiente de ti las 24 horas. 

Seguí en mi red social, viendo publicaciones y cosas que hacían mis amigos. Uno estaba trabajando en una petrolera, otro tenía una nueva novia con la que viajaba mucho, mis mejores amigas se habían reunido y salido de fiesta, una estaba a punto de casarse, pero me era imposible ir... Entre todas las cosas, vi una foto de mi ex, estaba sentado con una sonrisa verdadera en la playa al atardecer tal vez, estaba apoyado en una silla, con una chica riéndose mientras lo abrazaba... No sabía cómo sentirme, hasta que decidí que tenía que sentirme feliz. Yo había renunciado a su amor, por viajar y acabar pronto mi carrera, egoístamente había decidido que estorbaba en mi futuro, lo había visto destrozado en los pasillos de la facultad esperando que se recuperara pronto... Y ahora allí estaba, feliz con aquella chica, y me sentía bien por él. Se merecía toda la felicidad del mundo, y según veía en las publicaciones de su novia, también se iba a casar. Él siempre quiso eso, y no podía dárselo, al menos ella sí, tal vez tendrían los 3 hijos de los que alguna vez nosotros hablamos o viajarían a los destinos que escogimos... 

Me armé de valor y abrí su chat. Las últimas palabras escritas eran: "No me hables más". 

Pero dos años eran mucho tiempo para guardar rencor. Le deseaba lo mejor del mundo y mucha felicidad, yo estaba viviendo mi sueño, y esperaba que él cumpliera el suyo. 

Lo único es que yo estaba embarazada, y eso no entraba en mis planes, pero no tenía que saberlo. 

Me llené la boca de maíz con atún y escogí una película romántica, total, estaba sola. 

Terminé llorando antes de escuchar los fuegos artificiales que indicaban un nuevo año. 

Año nuevo, vida nueva... Esperaba que la vida que me esperaba fuera buena... 

Pero al despertar al día siguiente, todo seguía igual. Fui al supermercado, por algo para cocinar, pero no había tiendas abiertas, así que decidí ir a un restaurante cercano y comprar algo para la cena. 

Cuando subí a la casa no esperaba nada, subía los escalones lentamente pensando en preguntar los deberes para el 6 de enero, y tal vez algunas actividades que hacer: Películas, ordenar, buscar cosas de bebé... 

Me detuve en seco, mi cosa no era una criatura, era un grupo de células con algunas funciones vitales, ¿verdad?

.......................... 

El 2 de enero fui a la oficina, pero al llegar vi que las actividades las retomarían el 6 de enero, así que lo único que podía hacer, era ponerme con los deberes.

Abrí el chat con Luca y Charlie, y escribí un <hola>, esperando para ver si me querían responder.

La espera se hizo eterna hasta que Charlotte escribió un <hola perdida, qué tal?>

Respiré aliviada, al menos tenía por donde empezar.

Melissa: <Estoy en una situación complicada>

Luca: <No me imagino qué tan complicada debe ser para que no hayas hecho el proyecto

ni siquiera nos contactaste para ver qué había que hacer >:(>

Melissa: <Lo siento, yo hago el siguiente trabajo>

Luca: <Te has juntado tanto tiempo con Fabiola, que ya nos dejas todo a nosotros>

Melissa: <No me la menciones, por favor>

Charlotte: <Y ese milagro? :D>

Melissa: <Es una larga historia que les tengo que enseñar>

Charlotte: <Nos vas a mandar capturas?>

Luca: <Qué te hizo esa perra?>

Melissa: <Es mejor si se los muestro

en persona>

Charlotte: <Cuanto misterio!>

Luca: <Y luego yo soy la dramática del grupo! ¬.¬>

Charlotte: <Pero yo no vuelvo hasta el 5 de noche :(>

Melissa: <Entonces el 6 nos vemos en el Polimi>

.......................

Siguieron preguntando, pero luego de un rato, dejaron de preguntar cansados. Me puse a seguir averiguando precios en Internet, y cada vez, me asustaba más por los precios...

De repente, me llegó un correo electrónico de una clínica que me decía que tenía cita con un ginecólogo obstetra, el 5 por la tarde a las 7pm, me parecía raro. Yo no podía pagar a un médico, y menos a un especialista en una clínica privada... 




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