Por fin ha llegado el gran día del torneo de artes marciales, en honor al príncipe Amon y su coronación a Rey, que sin duda será uno de los eventos que perduraran en los libros de historia. Toda la ciudad esta conmocionada, pues las calles se encuentran adornadas con tapices de diferentes tipo de telas con jeroglíficos con leyendas que apoyan a un luchador determinado o de peleas que les gustaría presenciar, y de igual manera se puede apreciar que en la plaza principal se esta construyendo una estatua de granito de cuatro metros de altura del Joven Amon.
En el coliseo donde se llevaran a cabo las contiendas, hay mucha gente formada para poder entrar a ver la selección de las peleas. En el interior del coliseo se aprecia que han venido gente de todos los reinos aledaños, al igual que de países muy lejanos, ya que puedo darme cuenta de ello desde el cielo que estoy sobrevolando, y por cierto, observo que hay una raza de gente con ojos muy cerrados con piel bronceada y todos con barbas y bigotes largos, cubiertos de pieles de animales que me imagino han de cubrirlos muy bien en las zonas de extremo frio. En la parte de hasta arriba de la ala izquierda del coliseo, muy cercana de donde estarán presenciando los Agharti el torneo, hay hombres y mujeres de gran estatura, de piel demasiada blanca en comparación a los habitantes de Uaset, de largos cabellos rubios e igualmente cubiertos de pieles de animales. Todo esto me parece extraño, porque sus ropas me parecen fuera de lo cotidiano, ya que jamás había visto gente así, aun a pesar de mis viajes por el mundo con el Rey Lobsang, aparte de que la Piedra Ben Ben que llevo en mi interior no ha dejado de emitir señales de energía como si algo estuviera sucediendo. Así que creo que será mejor que me mantenga alerta por si acaso.
La selección de las pelas esta por comenzar, en las gradas especiales, se encuentran la Reina Mauth en medio de todos, junto con Amon a su lado, y a la derecha de la Reina se encuentran Osiris e Isis y sus dos esclavas, entre ellas, quien me mantiene informado de todo, muy cerca de Neftis y mi confiable espía Kikis, y ocupando un gran espacio en las gradas me encuentro yo, recostado para apreciar el espectáculo, aunque sinceramente no pensé que me permitieran estar aquí, pero para la reina Mauth, soy parte de la realeza, debido a mi fidelidad y entrega al Rey Lobsang, y al haber ayudado en Shambala, lo mas posible tras el ataque de Anuket y de Leviatán.
Para la selección de las contiendas oficiales, los contrincantes tienen que pasar por una fase de selección la cual consiste en pelear unos contra otros en dieciséis equipos diferentes constituidos por veinte personas por equipo, así el vencedor tendrá el derecho de participar en las preliminares del torneo. Inteligentemente Siptah, Anatis y Anubis, eligieron inscribirse en equipos diferentes para poder pelear más adelante hasta el final del torneo, deseándose siempre lo mejor para competir en rondas avanzadas y demostrar los avances de sus entrenamientos por separado. Pero el trió de jóvenes no han sido los únicos que pensaron dicha estrategia ya que también uno de los hombres de ojos pequeños y de piel pálida, se apunto en un equipo diferente, que por cierto porta dos espadas guardadas en su funda, es de una apariencia juvenil y seria, aunque debo aceptar que su parecido con Siptah es increíble, aun a pesar de tener sus ojos rasgados y su color de piel, a lo mejor ha de ser mi imaginación después de tener que soportar sus travesuras después de tantos años.
Otro quien se alisto a un equipo diferente fue un bárbaro alto, rubio con su enorme espada. Al igual que otro hombre de ojos pequeños pero moreno alto y gordo que sostiene una cadena con una oz en un extremo. También se encuentra la mujer de hermoso cuerpo y de cabellera rubia con piel blanca que puso en su lugar a un borracho el otro día en la aldea, pero ahora vestida con muy poca ropa, en la parte de abajo lleva puesta una tela ajustada que conforma un short y una blusa muy pegada a su escultural cuerpo y en sus manos tiene dos aditamentos muy extraños para mi. Otro individuo que sobresale de los nueve equipos restantes es el Agharti de túnica derruida, quien se dedico a entrenar a Siptah en los últimos diez días, aunque hay algo en el que no encaja, ya que al tratarse de un Agharti, me pregunto porque esta tan interesado en ser un peleador mas en el torneo y no sentarse a apreciar la pelea con los demás de su especie, ya que todos los Agharti que conozco evitan el contacto físico con los humanos, pero aun a pesar de ello percibo que su participación en el torneo será por demás importante e impresionante, ya que no muestra llevar arma alguna consigo.
Para llevarse a cabo las rondas de selección de los peleadores que participaran en el torneo, los integrantes de cada equipo de los dieciséis existentes tienen que luchar entre si en la arena principal sin limite de tiempo, mano a mano, sin arma alguna y el que resulte vencedor de todo el equipo será el único que tendrá derecho a participar en las preliminares del torneo.
El primero equipo en participar es en donde se encuentra Anubis, y al parecer es el luchador más fuerte de este grupo, ya que los demás integrantes solo sobresalen por su estatura y complexión musculosa, pero a mi parecer no detecto a nadie con un Devachan de pelea que se iguale al de Anubis, así que dudo que llegue haber un reto para Anubis.
El réferi da la indicación para que comience la contienda, y todos los luchadores de gran tamaño y complexión pelean entre si, algunos caen con un solo golpe o dos, mientras que otros parecen verdaderos titanes al intercambiar golpes. Anubis se siente decepcionado por la debilidad de sus contrincantes y se desespera ya que quiere luchar contra verdaderos oponentes que representen un reto para el, así que decide tomar iniciativa para agilizar las cosas y ataca a sus rivales con patadas voladoras, intercambios de golpes, con la ventaja de que Anubis sabe precisamente donde golpear, aparte de utilizar un poco de su Devachan para sacar a relucir su gran fuerza, y aunque uno o dos peleadores lo toman desprevenido para asestarle unos cuantos golpes mientras lo sostienen del cuerpo otros tres peleadores mas, Anubis hace uso de una técnica parecida al Aikido, en donde se aprovechan el tamaño, fuerza y pesos de sus atacantes para vencerlos, sacando ventaja de sus captores y utiliza su tamaño para utilizarlos de escudos y con gran habilidad aprovecha la velocidad de sus dos atacantes que se lanzaban contra el, pero con ayuda de su cuerpo al tirarse hacia atrás y con sus piernas se impulsa para levantarlos por los cielos, pero mientras se precipitan contra el suelo, velozmente Anubis los ataca con una diversa variedad de golpes a gran velocidad que el publico normal no puede ver, a excepción de los Agharti y los peleadores mas fuertes que observan con atención los movimientos de Anubis en la parte de abajo de las gradas alrededor de la arena.
Al chocar sus adversarios contra el suelo, Anubis se aleja de la arena del duelo levantando el brazo en señal de victoria con una sonrisa en la cara, y el arbitro con la boca abierta y atónito por el espectáculo que acaba de presenciar, tras regresar a la realidad, declara la victoria de Anubis y anuncia la siguiente pelea en donde pertenece la mujer con extrañas ropas de color negro ajustadas y brillantes.