Corrí por varios días, pero al final volví a regresar a mi hogar para recoger algo de comida y sepultar a mi madre, al entrar en la cueva no estaba el cuerpo de mi madre, me asuste así que decidí adentrarme más en la cueva y al fondo se encontraban unas de esas criaturas que habían matado a mi padre. Ellas se estaban devorando el cuerpo de mi difunta madre, al ver esto me escondí lo más rápido que pude cuando aquellas criaturas se quedaron dormidas de tanto comer, salí de mi escondite y recogí toda la comida y el agua que se encontraba allí.
Salí corriendo de nuevo de mi hogar sabía que si regresaba allí aquellas criaturas me iban a devorar, al abrir el mapa que me había dado mi madre descubrí que estaban encerrados algunos lugares del mapa y también tenía algo escrito en una letra que nunca había visto pero igual la entendía y esto era lo que decía:
- Estos son los puntos que deben seguir para poder encontrar las respuestas del pensamiento del ser, primero tendrás que llegar a Orgamor y allí...
No se alcanzaba a leer más de este viejo mapa, pero con ayuda de este podría llegar a Orgamor y hablar con el jefe de ese emplazamiento y allí podré trabajar para conseguir lo suficiente para hacer mi próximo viaje a Kergar en donde nació mi padre.
Estuve caminando durante varios meses por una gran cantidad de ecosistemas observando toda clase de animales que nunca había visto, también pude hablar con varios de los amigos de mi padre y les dije la mala noticia, al llegar a Orgamor estaba llena de criaturas de otros países pero no se encontraban humanos, ni elfos lunares ya que tenían una rivalidad con las otras criaturas del planeta.
Allí todos me miraban de una forma extraña me hacían sentir pequeño que ese no era mi espacio, seguí caminando por el emplazamiento hasta que encontré al orco líder llamado Tolarosh.
Al terminar de hablar con él, fui a recostarme en una casa en ese lugar habían muchas casas así que no le importo a Tolarosh regalarme una de ellas, descanse todo el día cuando desperté el orco ya me estaba esperando afuera de la casa para ponerme a trabajar, lo primero que me mando fue a cultivar luego a explorar sus tierras al terminar mis tareas me daban un pago.
Después de trabajar por varios años conseguí lo suficiente para poder comprar suministros y un animal para poder ir hasta mi otro destino el cual era Kergar, antes de irme para Kergar me despedí del orco pero él me dijo que no habían humanos que yo era el único ser humano que existía que ahora lo que se veía en esta época eran seres mágicos y esas bestias llamadas demonios que solo devoran todo lo vivo y destruyen poblados y vidas por placer, esto me dejo pensativo así que salí de allí y me fui a mi otro destino.
Estuve varios días encima de mi animal, pase por sabanas donde vi a varios de mis amigos de la infancia los cuales eran quimeras que estaban cazando elefantes, ellos me ofrecieron y yo cortésmente les recibí antes de terminar de comer la pierna de elefante ellos me regalaron un amuleto para la seguridad, uno para la fuerza y otro el cual ellos no sabían para que servía. Me levante de donde estaba sentado y me despedí de mis amigos agradecí la comida y seguí con mi unicornio hasta llegar a un bosque donde en el centro de este se encontraba la guarida de los elfos negros los cuales eran caníbales porque estaban corrompidos por la maldad de los demonios los cuales estaban muy cerca de este lugar.
Me adentré en ese bosque ya que teníamos que atravesarlo para poder llegar a Kergar, cuando estábamos por llegar al centro de ese hermoso bosque escuchamos un ruido muy fuerte cerca a nosotros, mi unicornio estaba asustado igual que yo sin embargo seguimos avanzando, en la noche mientras dormíamos seguimos escuchando esos ruidos.
Cuando desperté no encontré a mi unicornio, lo único que se podía ver eran partes de algún animal, seguí el rastro de esas partes y encontré a los elfos negros los cuales se estaban comiendo a mi unicornio, uno de ellos me vio y se me acercó me entendió su mano llena de sangre, yo estaba muy asustado pero por cortesía le di mi mano, el la olió y me dijo:
- Te ves delicioso me provoca comerte...
Al escuchar esto me asuste y salí corriendo de nuevo, estas bestias me siguieron hasta que salí del bosque, ellos no podían seguirme más, eso me hizo sentir más tranquilo; aunque estaba triste por la pérdida de mi unicornio el cual a sido mi única compañía hasta ahora.
Después de pasar por unos nevados llegue al poblado de Kergar donde me recibió su líder llamado Distan, el tenía un aspecto aterrador, su presencia era imponente el me recibió cordialmente y me invitó a pasar a su enorme castillo allí hablamos de lo ocurrido con mi padre y de la misión que mi madre me encomendó, la cual era ir a hablar con el ser de sabiduría universal para que me respondiera una pregunta ¿Quién soy en realidad?, al decirle esto quedó sorprendido.
Distan me mira, y empieza hablando sobre ese ser, él es un gigante el cual habita en una montaña que queda a dos días de este poblado, te regalaré uno de mis mejores caballos es del tipo pesadilla con el te demorarás menos en llegar a la montaña, espero que te responda tu duda, si regresas necesitaremos tu ayuda para la guerra contra los demonios.