Mental

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El siguiente capítulo contiene temas delicados. Así mismo información sobre padecimientos mentales. Les pido la mayor discreción posible.

Aclarar. El padecimiento que se menciona no existe, aun así, no es una burla a las personas que padezcan algún desorden mental. Les pido discreción.

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Mariana se mantiene estático. El sonido de los artefactos médicos lo abruman, demasiada gente. Olvido ese detalle. Traga seco al ver salir a Foolish, quienes le hacen a un lado dejando ver a la azabache sometida. La ataron de las muñecas a cada extremo de la camilla, su mirada está perdida en las ataduras. Fue para su protección.

Foolish al verlo asustado se acerca, dándole ánimos de entrar. El de lentes se replantea el huir, si él fue quien exigió verla, pero no sabía qué tan afectada estaba. Ni en sus más locos sueños esperaría ver a un adulto sumergido en su miedo, en el pánico de su vida.

Lleva la mirada al tótem. Solo la mira, también está sumergida en los pensamientos. Toma valor, al estar a su lado sobresalta. Lo está mirando. Un pequeño brillo, una sonrisa. Las enfermeras se asombran, Foolish sonríe.

— ¿Son necesarias las ataduras?

— Es por seguridad.

No puede contener la emoción. Está llorando. Nadie ha logrado sacarla de su tortura. Suele quedarse estática durante semanas, es su mecanismo. Odia a sus padres.

— How do you feel? (¿Cómo te sientes?)

—I feel good (Me encuentro bien)

— Glad to hear it (Me alegro)

Nadie ha logrado sacarla de su tormento. El trauma ha generado la carcome. Necesitaba ver a Mariana, para sentirse tranquila. En su estado deplorable, angustiada al verlo desmayado olvidó por completo su sufrimiento. Ignoro sus heridas, el grito, los reclamos de esa parte. De todo.

Intento llegar. Ganó. La oscuridad la envolvió, enterró en su miedo e impidió que escapara. Los grilletes, su vida, cada pequeño sonido la mantenían quieta. No luchó, en esta ocasión dejó que ganará, que la extermina.

Salió. Término por destrozarla. Sabiendo que será supervisada, consumida en medicamentos, terapias, hospitales y se ha dejado caer. Sabiendo que su estancia en la escuela será supervisada, no tendrá otra opción que mantener a sus alumnos al tanto de su condición.

Conversan de lo aburrido que fue tener una de las pocas clases divertidas. La sonrisa de la azabache no se borra, siendo esto un alivio para su hermano.

— Lamento haber provocado esto.

— No es tu culpa, suelo manejar mis ataques de la mejor manera.

Mentira. Siempre que va de visita la encuentra destrozando su cocina, sala o cualquier cosa que esté a su alrededor.

— No es solo esto, siempre comento error tras error y terminó ocasionando daños a terceros.

— Mariana, mírame—ordena.

Foolish solo es espectador. Sabiendo que su hermana es la más apta para hacerle entender a su pareja que nadie lo puede culpar de las decisiones de terceros y mucho menos puede permitir que sus emociones terminan lastimando.

El castaño admira la tranquilidad, su sonrisa no se ha borrado. Se debe a qué hace tiempo que no siente que morirá, que sus emociones no se desbordan. Que ese ser despreciable no la destruirá.

— Lo que tengo es culpa de mis padres y eso lo sabes, si sufrí fue para evitar que mi hermano se convirtiera en mi.

No lo sabía. Foolish no sabía que su hermana se metía en constantes peleas con sus progenitores. Siempre que discutían era alejado de dicho "drama"., que solía mencionar su madre. Ahora comprende la actitud, es fría con personas con el mismo carácter que ellos y amable con aquellos que necesitan cariño.

— Está vida jamás cambiaría. Entiende que esto será y seguirá siendo parte de ti.

— ¿Pero cómo superarlo?

— No hay forma, solo el tiempo y tú decidirán cuando esta cicatriz sane. No podemos controlar nuestra vida y si pudiéramos, ¿no crees que la mayoría seríamos ricos?

Comprensible, demasiadas personas estarían gastando dinero en lo desgraciado. Mariana suspira y siguen conversando, informándose ambos sobre el trastorno Ms. Se puede notar los cambios agresivos conforme explica.

Foolish siempre estuvo consciente de que ocultaba cosas. Un día estaba caminando a casa. Al llegar encontró a varios policías y paramédicos. Su hermana estaba sometida. A palabras de sus padres se volvió demente.

Verla sometida en el pavimento. Su rostro y aparte de la ropa manchada de un color rojo, quiere pensar que realmente era su sangre y no de alguno de sus padres. Verla ser llevada al hospital y luego a lo separo, para finalmente ser internada. Pero, verla ahora es algo que le alegra. Solo y sin la ayuda de su familia logró liberarse de las ataduras.

Ser alguien irreconocible. Lastima que su familia se niega a reconocer cada logro. Para su suerte, algo oculta.

Cuarto día. Ayer fue un día tranquilo, después de todo Mariana pudo disculparse. Camina tranquilo, seguido por sus amigos. Quejas sobre las clases de literatura. Los murmullos sobre las discusiones de los maestros. Algo normal.

En ocasiones suelta un comentario o solo ríe. No puede ocultar su felicidad. En cuestión de segundos se borra. Está a unos metros. Sus amigos lo ven de reojo. Lo toman de la muñeca, alejándose de una posible discusión.

Por su parte, Foolish intenta acercarse, pero sus amigos lo detienen. Suspiró cansado, pasaron dos horas conversando y al ser "corridos" del hospital no volvieron a hablar. Necesita explicarle, necesita decirle el porqué está siendo sobreprotector, tanto con su hermano y ahora con él.

Desde la amenaza se rehúsa a abandonarlo. Sus amigos ya lo amenazaron, eso es insano. Mariana lo empujaba, le gritaba, se ocultaba con los maestros. Nada funcionó. Hasta que Spreen, a sus palabras, logró lo impensable. El estadounidense se disculpó, asegurando que confía en su fuerza.