El despertar místico

CAPÍTULO 17

SYNA

 

Los días pasaron rápidamente, los preparativos avanzaron y nuestro plan se ideó sin dejar lugar a inconvenientes.

Nos encontramos todos reunidos en el salón, Ulises se encuentra sentado en mi regazo jugando con mi cabello. Cuando decidimos que nuestro próximo ataque sería uno de los más importantes, ordenamos una reunión con todos los que viven en la casa de la playa.

 

—Este, si las cosas salen bien, será el golpe que lo definirá todo —le dije, una vez todos reunidos —Es por eso que necesitamos que decidan quienes quieren participar.

 

—Ninguno está obligado, el que no quiera se quedará aquí —agregó Dorian con voz calma.

 

Creímos que pocos decidirían formar parte del grupo, pero para nuestra sorpresa, la mayoría decidió luchar junto a nosotros.

Comenzamos el entrenamiento, para fortalecernos, para evitar dejar puntos descuidados y ahora, que solo falta un día para el gran ataque, Malcom decidió que sería buena idea darle una charla inspiradora. 

 

No se lo negué cuando lo propuso, ya que sus palabras siempre surten efecto.

 

—Recuerden, será un día difícil pero no tenemos que dejarnos llevar por nuestras emociones. Nos preparamos y somos fuertes, inteligentes y podremos vencerlos si luchamos juntos —les dice Malcom como finalización de un largo discurso lleno de apoyo moral.

 

—Bien, ahora, todos a dormir. Mañana es el gran día y todos debemos estar descansados —digo en voz alta. Me levanto haciendo que Ulises salga de mi regazo.

 

Nadie protesta y en pocos minutos, todos nos encontramos camino a nuestra habitación.

 

—Descansa, ¿si? —le digo a Kassia cuando pasa por mi lado.

 

—No creo poder dormir, pero lo intentaré.

 

Se marcha a su habitación y antes de que ingrese, la llamo.

 

—Iré a ver si estas durmiendo eh, así que no intentes engañarme.

 

Rie, tan fuerte que algunos que pasaban por nuestro lado se detienen a observarnos. 

Sabe que hablo en serio, lo he hecho muchas veces cuando era más pequeña y la descubrí practicando sus poses de defensa o posiciones de ataque.

 

***

Gritos, dolor.

 

—¡Syna! —grita la voz de una mujer.

 

—¿Mamá? —cuestiono mirando a mi alrededor, pero todo está rodeado de humo y mi visión se dificulta.

 

—¡Syna! —me encamino hacia la derecha, ya que de allí proviene la voz que me llama a gritos. Esta vez, una diferente.

 

Identifico el lugar en el que estoy, la casa de mi infancia. En la que viví con mis padres pero esta se está incendiando, las columnas de madera caen siendo consumidas por el fuego y el humo lo rodea todo.

 

Una figura se deja ver entre el humo, su cabello blanto es lo primero que identifíco.

 

—¿Amaris? —me acerco más a ella cuando extiende su mano. Cuando estoy por sujetarla, algo llama mi atención y observo detrás de ella.

 

Otra figura se hace presente pero no logro identificarla. Grito, tan fuerte como me es posible.

 

Abro los ojos, sobresaltada por el grito de mi sueño y lo primero que veo es una figura sobre mi. El cabello rubio cae por su rostro y me observa con los ojos bien abiertos, llenos de una maldad inexplicable.

 

—¿Me…? —intento decir su nombre pero un intenso dolor en el pecho me lo impide. Es entonces cuando diviso que su mano sostiene una daga que está clavada en mi pecho, del cual comienza a brotar sangre descontroladamente cuando lo quita bruscamente.

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Faltan solo dos capítulos y el epílogo.




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