Reino: Zilanian
Lugar: Distrito Gallacis, hogar de Rislek.
Horario: 10:00 horas, planeta Tierra.
—¡Rislek, Rislek! —suena el grito de una extraña persona, golpeando fuertemente la puerta desde el otro lado, ya que Rislek comienza a recuperar sus sentidos en ese momento.
Comenzando Rislek a levantarse lentamente, pero extrañamente se siente un poco mareado.
—¡Maldita sea, abran la puerta! —ordenan desde el otro lado, lográndolo escuchar él mientras que trata de acercarse hacia la puerta; lo más pronto posible.
—¡Ya voy, ya voy! —grita Rislek, callándose las voces mientras que trata de abrir la puerta en ese momento, ya que se da cuenta que extrañamente esta tiene la cerradura puesta.
Abriendo Rislek la puerta para poder ver que Neren se encuentra acompañado de seis guardias y Chloe en ese momento.
—¿Qué sucede? —inquiere Rislek, tratando de recuperarse.
—Los soberanos quieren que vayamos hacia el reino Shamaqa, ya que quieren que investiguemos algo —responde la voz de Chloe, observándolo seriamente delante de todos.
—¿Eso para qué? —pregunta Rislek mientras que Neren se acerca hacia él completamente enojado.
—Debí de imaginarlo… ¡Estás ebrio! —argumenta Neren, decidiendo voltear a ver a dos guardias para que ellos comiencen a acercarse hacia Rislek en ese momento.
Decidiendo ambos sujetarlo fuertemente para comenzarlo a dirigir hacia otro destino apresuradamente, ya que todos lo comienzan a acompañar por atrás.
—¿A dónde me llevan? —pregunta Rislek, tratando de recuperarse por completo.
—Hacia nuestro objetivo, ambos soberanos quieren que nos dirijamos en este momento hacia nuestro objetivo… La salida era antes de que saliera el sol, pero ahora… ¡Maldición, tenías que estar ebrio! —responde Neren, avanzando todos apresuradamente hacia su destino.
Logrando ver Rislek que a lo lejos se encuentra su barco completamente solo; sin ningún tripulante, pero logra ver que ambos soberanos están ahí esperándolo de forma extraña; acompañados por más de treinta guardias.
—¡Grandes soberanos! —grita Neren mientras que todos deciden pararse cerca de ellos—. Como pueden observar, el capitán Rislek no se encuentra calificado para esta misión. Comenzando el rey Ardoc a acercarse seriamente hacia Rislek delante de todos.
—Maldito capitán, llevamos mucho tiempo esperándote y es así como actúas — dice el monarca, decidiendo dar una bofetada a Rislek para dirigirlo hacia el suelo delante de todos mientras que Elvira lo observa completamente enojada.
Cayendo Rislek fuertemente al suelo mientras que Ardoc se acerca con Neren en ese momento.
—Váyanse y no se te olvide —avisa el soberano mientras que Neren decide acercarse rápidamente en silencio hacia Rislek para agarrarlo con violencia y dirigirlo hacia su barco, siendo ambos acompañados por cincuenta marineros y Chloe rápidamente.
Decidiendo arrojar Neren dentro del barco a Rislek delante de todos para seguidamente dirigirse hacia el timón, mientras que todos comienzan a entrar al barco a excepción de los soberanos que los observan completamente enojados.
—¡Todos prepárense! —suena el grito de Neren, comenzando todos los marineros a desamarrar las cuerdas que tenían sujetando al barco para tener preparado todo para su salida.
Comenzando varios marineros a recoger el ancla para que todos puedan salir sin problemas.
Empezando el gran barco a salir hacia su destino desconocido en ese momento mientras que Rislek trata de recuperarse completamente, ya que extrañamente se vuelve a sentir un poco mareado en ese momento.
Observando el barco desde el puerto ambos soberanos; completamente enojados mientras que varios guardias se acercan hacia ellos silenciosamente.
—Grandes soberanos… —suena la voz de un guardia, siendo interrumpido por Ardoc, ya que él ha decidido levantar su puño derecho hacia arriba.
—¡Regresemos! —ordena Ardoc, comenzando todos a dirigirse hacia su siguiente destino.
—Espero que cumplan con su objetivo —suena la voz de Elvira mientras que acompaña a su esposo.
—Tienen que cumplirlo, ya que si no lo cumplen… Ambos serán castigados —avisa Ardoc, avanzando ambos seriamente; siendo acompañados ambos por sus guardias.