CAPITULO III
Narra Nick
Después de dejar a las chicas en la casa recibí una llamada de Vanessa para que fuera a su casa que su padre estaba allá. El papá de Vanessa es dueño de una empresa de mucho prestigio en el país y donde todo Arquitecto quiere trabajar así que no podía perder la oportunidad de impresionarlo.
Al llegar Vanessa estaba esperando afuera y apenas baje del auto se lanzo en mis brazos me tomo por sorpresa pero no tarde en corresponderle.
- Vamos mi papi está en la sala deseando conocerte. Me tomó de la mano y llevo arrastra hasta la sala donde estaba un señor muy elegante con un vaso de whisky en la mano, al verme me extendió la mano derecha para saludar
- Así que tú eres el futuro ingeniero que ha cautivado a mi princesa. No pude evitar sorprenderme, sabia le gustaba a Vanessa pero no que le había dicho a su padre sobre mí, sonreí ante su comentario y extendí mi mano en respuesta
- Un placer conocerlo señor Taylor.
- Dime Richard ya eres casi como de la familia, a menos que tengas pensado terminar con mi hija. Ahora si ya siento más que curiosidad por saber que le habrá dicho Vanessa a su padre sobre nosotros.- entonces Nicholas Vanessa me ha hablado muy bien de ti, que eres el primero en tu generación y muy apasionado con la arquitectura.
- Me gustaría decirle que Vanessa exagera para no sonar creído pero si es cierto todo lo que ha dicho me apasiona demasiado la arquitectura. Mis pasantías la estoy haciendo en su empresa y he perfeccionado algunas técnicas con su gente. Su empresa es la mejor en cuanto a la construcción se trata y ha sido un honor para mí estar entre sus pasantes.
- Me encantaría ver algunos de tus trabajos lleva tu portafolio el lunes a mi oficina y allá hablaremos de tu futuro gente apasionada como tu es la que necesito en mi empresa. No te podre atender antes debido a que estoy de salida hacia Londres a una de mis empresas, pero te espero a primera hora el lunes.
No puedo creer lo que está sucediendo, si fuese sabido que ser amigo de Vanessa me traería este tipo de beneficio no la fuera ignorado antes, esta es una oportunidad de oro que no puedo dejar pasar, si estuviera Leah aquí estaría feliz por mí. El papá de Vanessa se retira y esta me invita a su habitación donde al entrar se lanza a mis brazos y sin decir nada me besa y no diré que no le correspondí porque fue al contrario pase la tarde con Vanessa entre plática y uno que otro beso.
- ¿Qué tienes con esa chica Leah? Preguntó Vanessa de la nada. No esperaba esa pregunta y mucho menos en medio de una sesión de besos, pero es el momento de dejar claro que significa esto para mí.
- Leah es mi amiga, vecina, el amor de mi vida -. No pude evitar ver la cara de Vanessa cuando nombre esto último pero debía hacerlo, si algo tenía muy claro era mi futuro con Leah.
- Y si tanto significa para ti, no crees que esto (lo dice señalando a nosotros en su cama) le molestara.
- Claro que si lo haría pero no tiene porque enterarse, además ella y yo ahorita no somos nada.
- Tienes razón no tiene porque saberlo además yo estoy con tu primo y el tampoco tiene que enterarse de esto.
- Ahora debo marcharme ya es tarde, seguro las chicas me van a matar por no haberlas ayudado a preparar la casa para la cena.
Al llegar a casa todo estaba listo así que en silencio subí a mi habitación a arreglarme, mi madre ya había dejado mi ropa arreglada en la cama un saco beige una camisa azul claro y un pantalón beige. Al bajar me consigo con Daniel no lo había visto
- Hermano ¿como estas?, bienvenido a casa
- Hermanito bien al fin te veo, como ha estado todo ¿cómo va la universidad? Y las cosas con Leah ¿al fin son pareja o todavía siguen jugando a ser los mejores amigos?
No pude aguantar sonreír al escuchar las ocurrencias de mi hermano
- La universidad bien ya estoy terminando el último año, las pasantías las estoy haciendo en la mejor empresa del país y con miras a quedar contratado. En cuanto a Leah ella sabe que va a ser la madre de mis hijos así que en algún momento estaremos juntos.
Mi hermano iba a decir algo pero en ese momento su mirada quedo fija detrás de mí y decidí voltear a ver que roba su atención y era Alli. - Pero si acaba de llegar el amor de mi vida- Alli brincó a los brazos extendidos de mi hermano y se perdieron en un beso, detrás de ella venia Leah hermosa como siempre lleva un vestido color verde turquesa claro, el cual era pegado hasta la cintura y una falda en forma de A que llega a un cuarta arriba de la rodilla, trae el cabello suelto en ondas no puedo evitar sonreír, Leah es esa chica la que con tan solo una mirada nos decimos todo, he estado enamorado de ella desde niños y sé que nuestro destino es estar juntos. Ella también sonríe mientras se acerca a mí y me abraza para saludarme olvidando su molestia de temprano. Y como no todo puede ser perfecto aparece mi bella hermana con su sarcasmo.
- Pero miren si son los que se perdieron toda tarde, y no ayudaron después que prometieron hacerlo. Leah baja la mirada en forma de disculpa.
- Pues querida hermana es cierto no te ayude pero estaba haciendo algo importante, me llamaron de la empresa, resulta que se abrió una vacante entre los ingenieros y soy uno de los postulados, el lunes debo llevar mi currículo. Leah al escuchar esto se lanzo a mis brazos felicitándome
- Nick eso es maravilloso, lo que siempre has querido formar parte de esa empresa. Y como fue, quien te recomendó.
- Claro es la mejor que hay en el gremio y mi supervisor directo de las pasantías me recomendó y el jefe dio el visto bueno para que pueda postularme al cargo. Nath me observa con cautela pero a la final se acerca a abrazarme
- Felicidades hermanito. y en un susurro al oído me dice. - Aunque yo sé muy bien que esa postulación vino de la mano de la hija del jefe. Al mirarla de frente solo le sonreí agradeciendo y deseando que no le diga nada a Leah. – la excusa de Nick es buena y tu Leah por que no me ayudaste.
- Lo siento Nath me quede dormida después de hablar con Irene. Pero aquí estoy dime en que las ayudo
- Ahorita lo que necesitamos es servir las bebidas y unos pasapalos a los invitados mientras esta la cena, vamos a la cocina que mamá nos espera.