- Pues quiero hablar con él - suelta Mia de repente.
De entre los árboles sale un chico de unos 28 años, con ojos verdes y cabello oscuro. Su piel morena hacía que sus ojos resaltasen.
- Y dime, ¿quién quiere hablar conmigo? - Mia pone su vista en él. Lo analizó rápidamente y se dijo que si la amenazaba acabaría muy rápido con él.
- Mia Castel - dijo con sus ojos rojos -. Una verdadera alfa.
La cara de Derek se contrae de rabia.
- Matarlos - ordena a los tres chicos.
Ellos se transformaron en lobos y fueron a por Mia, y eso le hizo sonreír. Al fin algo de diversión. Se alegró de que su madre no hubiera venido.
Se hizo a un lado cuando el primer lobo venía a por ella. Como iba tan rápido no le dio tiempo a detenerse y chocó contra un árbol.
- Uno menos - dijo con voz burlona mirando a Derek.
Los otros dos fueron a por ella a la vez.
Ella agarró de la pata delantera a uno y lo lanzó por los aires, mientras que al otro le dio una patada en el hocico, tan fuerte que se escuchó un crujido.
- ¡Maldita sea! - gruñe Derek al ver que sus guardias estaban fuera de combate.
Se lanzó a por Mia, enzarzándose en una pelea en la que los dos esquivaban los golpes del otro.
Derek se despistó al ver que Stephan se movía y Mia cogió la oportunidad. Le dio una patada detrás de las rodillas y el chico cayó al suelo. Ella puso su pie en su cuello.
- Ahora que estás más tranquilo - dice como si no hubiera peleado con nadie -, vamos a hablar.
- No pienso hablar contigo, y mucho menos ayudarte - gruñe -. Por culpa de tu padre mi hermana está muerta.
- ¿Qué? - Mia se aparta sorprendida y le ayuda a levantarse -. ¿Qué es lo que pasó?
- Unos vampiros vinieron a por nosotros. Nos amenazaron, pero Daliha no les hizo ni caso - empieza a decir -. La misma mañana en la que íbamos a salir los vampiros atacaron y mataron a mi hermana. Nos dijeron que todo eso era por culpa de los Castel.
- Y tú vas y les crees - sacude la cabeza -. Siento mucho lo de tu hermana, de verdad. Yo también he perdido a alguien, pero necesito tu ayuda para rescatar a mi manada.
Mia le cuenta todo lo ocurrido en el claro, incluso lo de Joseph.
- En cuanto mi manada esté conmigo te prometo que mataremos a los vampiros que acabaron con Daliha.
Derek estaba muy serio, pensado en todo lo que Mia le había contado.
Pensó que era muy guapa y además fuerte. Si se unían sería muy beneficioso para él. Pero lo que más le llamaba la atención de ella era el cuerpo perfecto que tenía.
- Te ayudaré con una condición - dice -. Si aceptas casarte conmigo prometo ayudarte.
Mia abre mucho los ojos y se lleva la mano a la cadena que tenía en el cuello. En ella colgaba el anillo que Joseph le había regalado por su compromiso.
Tragó saliva.
- ¿Por qué casarnos?
- Porque así nuestras manadas estarán unidas para siempre. Tus problemas serán los míos - se cruza de brazos -. Pero puedes no aceptar. Tiene que haber más manadas a las que les puedes pedir ayuda.
- ¿Me lo puedo pensar? - dice llevándose la mano al bolsillo donde su móvil estaba sonando -. Te daré una respuesta esta noche.
- Te estaré esperando.
Contestó a la llamada mientras se dirigía al coche.
- Dime - responde cabreada.
- Aneth está dispuesta a ayudar - dice su madre -. ¿Pasa algo?
- Nada - suspira -. Voy para allá.
Stephan se la quedó mirando con el ceño fruncido.
- ¿Qué vas a hacer? - pregunta y ve como Mia aprieta el volante.
- Sin él no podemos rescatar a la manada - gira la cabeza para mirarlo -. Voy a aceptar.
- Pero...
- Se acabó la charla. Lo haré y punto - arranca el coche y se dirigen a la casa de la bruja.
Joseph se despierta chillando. Se percata de que había oscurecido y de que no estaba solo en el jet.
- ¿Estás bien? - Emmett se acerca a él -. No parabas de llamar a Mia.
- Se va a casar - dice levantándose del asiento -. Cree que estoy muerto.
- ¿Qué? - dice confuso.
- Haz venir a Richard - gruñe mientras se cambia de ropa -. Tengo que estar en Mystic Falls lo más pronto posible.
Emmett hace lo que le pide y en menos de media hora Richard está en el jet.
- Me ha llamado Cesar - le dice -. No puede contactar con Mia, pero me ha dado el número de Shane.
- ¿Cuándo podemos salir de aquí? - le pregunta.
- Lo siento, pero lo más pronto que he podido es para dentro de dos días.
Joseph gruñe y coge su cartera nueva con su identificación.
- Necesito un coche - Richard le da unas llaves -. Te llamaré si te necesito.
- ¿Vas a ir en coche?
- Sí - suspira -. Mia va a hacer una tontería, y debo de ir antes de que la cometa.
Richard asiente y le desea suerte.
- ¿Y bien? - dice Derek cuando ve a Mia. La chica había hablado con su madre y hermanos para decirles lo que iba a hacer. Los tres estaba muy furiosos con ella, pero Mia no iba a dar su brazo a torcer -. ¿Tienes ya una respuesta?
- Prepara las cosas - dice Mia -. Nos casaremos en un par de horas.
- ¡Magnifico! - Derek está con una gran sonrisa -. Mañana, a primera hora. Os he preparado una cabaña para ti y tus familiares. Pueden pasar la noche aquí.
- No sabes cuánto te lo agradezco - ironiza.
Derek le mostró donde estaba y la dejó sola para ir a preparar las cosas.
Los demás no tardaron en llegar, pero no le dirigían la palabra a Mia. Estaban muy enfadados. No se podían creer que fuera a hacer tal estupidez.
- ¡Quieres hacer el favor de coger tu maldito móvil! - le grita a Shane.
- No sé de quién es el número - gruñe él -. ¿Quieres contestar tú?
Mia le arrebata el móvil.
- ¿Quién es? - grita.
- ¿Shane? - pregunta Emmett pero Mia no reconoce su voz.