El destino 2.

Capítulo 2.

- Pues quiero hablar con él - suelta Mia de repente. 

De entre los árboles sale un chico de unos 28 años, con ojos verdes y cabello oscuro. Su piel morena hacía que sus ojos resaltasen. 

- Y dime, ¿quién quiere hablar conmigo? - Mia pone su vista en él. Lo analizó rápidamente y se dijo que si la amenazaba acabaría muy rápido con él. 

- Mia Castel - dijo con sus ojos rojos -. Una verdadera alfa. 

La cara de Derek se contrae de rabia. 

- Matarlos - ordena a los tres chicos. 

Ellos se transformaron en lobos y fueron a por Mia, y eso le hizo sonreír. Al fin algo de diversión. Se alegró de que su madre no hubiera venido. 

Se hizo a un lado cuando el primer lobo venía a por ella. Como iba tan rápido no le dio tiempo a detenerse y chocó contra un árbol. 

- Uno menos - dijo con voz burlona mirando a Derek. 

Los otros dos fueron a por ella a la vez. 

Ella agarró de la pata delantera a uno y lo lanzó por los aires, mientras que al otro le dio una patada en el hocico, tan fuerte que se escuchó un crujido. 

- ¡Maldita sea! - gruñe Derek al ver que sus guardias estaban fuera de combate. 
Se lanzó a por Mia, enzarzándose en una pelea en la que los dos esquivaban los golpes del otro. 

Derek se despistó al ver que Stephan se movía y Mia cogió la oportunidad. Le dio una patada detrás de las rodillas y el chico cayó al suelo. Ella puso su pie en su cuello. 

- Ahora que estás más tranquilo - dice como si no hubiera peleado con nadie -, vamos a hablar. 

- No pienso hablar contigo, y mucho menos ayudarte - gruñe -. Por culpa de tu padre mi hermana está muerta. 

- ¿Qué? - Mia se aparta sorprendida y le ayuda a levantarse -. ¿Qué es lo que pasó? 

- Unos vampiros vinieron a por nosotros. Nos amenazaron, pero Daliha no les hizo ni caso - empieza a decir -. La misma mañana en la que íbamos a salir los vampiros atacaron y mataron a mi hermana. Nos dijeron que todo eso era por culpa de los Castel. 

- Y tú vas y les crees - sacude la cabeza -. Siento mucho lo de tu hermana, de verdad. Yo también he perdido a alguien, pero necesito tu ayuda para rescatar a mi manada. 

Mia le cuenta todo lo ocurrido en el claro, incluso lo de Joseph. 

- En cuanto mi manada esté conmigo te prometo que mataremos a los vampiros que acabaron con Daliha. 

Derek estaba muy serio, pensado en todo lo que Mia le había contado. 
Pensó que era muy guapa y además fuerte. Si se unían sería muy beneficioso para él. Pero lo que más le llamaba la atención de ella era el cuerpo perfecto que tenía.

- Te ayudaré con una condición - dice -. Si aceptas casarte conmigo prometo ayudarte. 

Mia abre mucho los ojos y se lleva la mano a la cadena que tenía en el cuello. En ella colgaba el anillo que Joseph le había regalado por su compromiso. 
Tragó saliva. 

- ¿Por qué casarnos? 

- Porque así nuestras manadas estarán unidas para siempre. Tus problemas serán los míos - se cruza de brazos -. Pero puedes no aceptar. Tiene que haber más manadas a las que les puedes pedir ayuda. 

- ¿Me lo puedo pensar? - dice llevándose la mano al bolsillo donde su móvil estaba sonando -. Te daré una respuesta esta noche. 

- Te estaré esperando. 

Contestó a la llamada mientras se dirigía al coche. 

- Dime - responde cabreada. 

- Aneth está dispuesta a ayudar - dice su madre -. ¿Pasa algo? 

- Nada - suspira -. Voy para allá. 

Stephan se la quedó mirando con el ceño fruncido. 

- ¿Qué vas a hacer? - pregunta y ve como Mia aprieta el volante. 

- Sin él no podemos rescatar a la manada - gira la cabeza para mirarlo -. Voy a aceptar. 

- Pero...

- Se acabó la charla. Lo haré y punto - arranca el coche y se dirigen a la casa de la bruja. 

Joseph se despierta chillando. Se percata de que había oscurecido y de que no estaba solo en el jet. 

- ¿Estás bien? - Emmett se acerca a él -. No parabas de llamar a Mia. 

- Se va a casar - dice levantándose del asiento -. Cree que estoy muerto. 

- ¿Qué? - dice confuso. 

- Haz venir a Richard - gruñe mientras se cambia de ropa -. Tengo que estar en Mystic Falls lo más pronto posible. 

Emmett hace lo que le pide y en menos de media hora Richard está en el jet. 

- Me ha llamado Cesar - le dice -. No puede contactar con Mia, pero me ha dado el número de Shane. 

- ¿Cuándo podemos salir de aquí? - le pregunta. 

- Lo siento, pero lo más pronto que he podido es para dentro de dos días. 

Joseph gruñe y coge su cartera nueva con su identificación. 

- Necesito un coche - Richard le da unas llaves -. Te llamaré si te necesito. 

- ¿Vas a ir en coche? 

- Sí - suspira -. Mia va a hacer una tontería, y debo de ir antes de que la cometa. 

Richard asiente y le desea suerte. 

- ¿Y bien? - dice Derek cuando ve a Mia. La chica había hablado con su madre y hermanos para decirles lo que iba a hacer. Los tres estaba muy furiosos con ella, pero Mia no iba a dar su brazo a torcer -. ¿Tienes ya una respuesta? 

- Prepara las cosas - dice Mia -. Nos casaremos en un par de horas. 

- ¡Magnifico! - Derek está con una gran sonrisa -. Mañana, a primera hora. Os he preparado una cabaña para ti y tus familiares. Pueden pasar la noche aquí. 

- No sabes cuánto te lo agradezco - ironiza.

Derek le mostró donde estaba y la dejó sola para ir a preparar las cosas. 
Los demás no tardaron en llegar, pero no le dirigían la palabra a Mia. Estaban muy enfadados. No se podían creer que fuera a hacer tal estupidez. 

- ¡Quieres hacer el favor de coger tu maldito móvil! - le grita a Shane. 

- No sé de quién es el número - gruñe él -. ¿Quieres contestar tú? 

Mia le arrebata el móvil. 

- ¿Quién es? - grita. 

- ¿Shane? - pregunta Emmett pero Mia no reconoce su voz. 




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