Capítulo 10.

Mia y Joseph se despiertan a la vez. Los dos se miraron mientras intentaban respirar con normalidad. 

- ¿Qué ha sido eso? - pregunta Mia entre jadeos. 

- No lo sé - Joseph estaba confuso por el sueño -. Pero ese que estaba contigo no era yo, Mia. Nunca te diría esas cosas, porque no son verdad. 

- El lobo negro... - Mia por fin vuelve a la realidad y mira a Joseph -. Sé que no eras tú, ¿pero cómo has entrado en mi sueño? 

- No lo sé - Joseph sacude la cabeza -. Yo simplemente aparecía ahí y escuché todo lo que te estaba diciendo... Y no podía acercarme a ti. No lo conseguí hasta que el lobo negro llegó a mi lado. 

Mia se levanta de la cama y empieza a vestirse. 

- Me has dicho que habías encontrado los manuscritos - Joseph asiente -. Y que en la carta que te dejó tu padre dice que en esos manuscritos nos darán una pista de las pruebas que tenemos que pasar. 

- Sí - Joseph se levanta y empieza a vestirse él también. 

- Creo que nos toca estudiar esos manuscritos a fondo - dice Mia atando su corta melena. 

Los dos fueron a la biblioteca, que era donde habían dejado todos los manuscritos y donde estaban los que Daniel tenía. 

En total habían nueve manuscritos que hablaban de las profecías. Habían más, pero eran las explicaciones más exactas de las cinco primeras. 

Joseph y Mia se enfocaron en la primera profecía. 

La unión de los verdaderos alfas. 

Cuando los primeros dos grandes alfas se marquen dos grandes manadas se harán una. El primer sello quebrado y la primera prueba será pasada, pero eso no será el bien para los alfas. Ellos no serán los responsables de romper los demás sellos, pues llegarán otros verdaderos alfas, más fuertes que los primeros y en ellos caerán la responsabilidad de quebrar los demás sellos.

Ambos leyeron varias veces el pergamino. 

- Esto tiene que hablar de Malia y Tom - susurra Mia -. Ellos fueron los primeros verdaderos alfas. 

- Sí - susurra Joseph -. ¿Primer sello? ¿Que serán esos sellos? 

- Creo que debemos saber todas las profecías para saber de qué se trata. 

Al saber que la primera profecía hablaba de la unión de Malia y Tom pasaron a la segunda. 

Cuando el verdadero alfa pierda a su familia y manada.

Y llegará el día que el siguiente verdadero alfa perderá a todo ser querido frente a sus ojos. Se verá solo y tendrá miedo, pero esa será su prueba. Debe demostrar que es fuerte y que aguantará hasta por fin encontrar a su pareja. El sobrevivir y ver como muere todos los lobos que el nuevo verdadero alfa había conocido será el segundo sello quebrado y se ocupará de romper los siguientes sellos.

- Esto habla de ti - Mia mira a Joseph -. Cuando perdiste a tu familia y manada. 

- Sí... - susurra Joseph con el ceño fruncido y coge el siguiente manuscrito. 

Cuando la verdadera alfa sea separada de su familia y manada. 

Y la nueva verdadera alfa será separada de su familia y le será negado hablar con su loba, pues es como se romperá el tercer sello. Será separada de su familia a muy temprana edad para ver si es la indicada para pasar las pruebas. Si ella pasa dichas pruebas significa que será la mitad del verdadero alfa y sobre ella recaerá romper los siguientes sellos.

- Y esta habla de cuando te secuestraron - susurra Joseph -. Esa noche se rompieron dos sellos. 

- Y ambos empezamos nuestras pruebas - susurra Mia y coge el siguiente pergamino. 

El encuentro de los dos alfas. 

Y llegado el día los dos nuevos verdaderos alfa se conocerán. Cuando eso pase, el cuarto sello será quebrado, pues el que se conozca querrá decir que abran pasado las pruebas, pero estarán muchas por venir.

- Y esta habla de cuando nos conocimos - dice Mia asombrada. No sabía cuándo había escrito esto el bisabuelo de Joseph, pero las cuatro profecías que habían leído habían sucedido. 

- Esto es muy confuso - susurra Joseph y coge el siguiente manuscrito. 

Marcados. 

Y tras conocerse llegará el día en el que se marquen el uno al otro. Cuando eso suceda, el quinto sello será quebrado.

- Esta es corta - dice Joseph -. Habla de cuando nos marquemos. 

- ¿Quinto sello? - pregunta Mia y Joseph asiente. 

Descolocada Mia cogió el siguiente manuscrito. 

Unión rota. 

Y ambos alfas se separarán, pues se les pondrá una nueva prueba. Unidos son fuertes, pero ahora tienen que demostrar que por separado siguen siéndolo. Para que esto suceda deben romper el vínculo, y solo se puede hacer si alguien mata a uno de ellos. Ambos morirán, pero despertarán a los tres días. Cuando eso suceda se habrá roto el sexto sello.

Mia se queda petrificada al leer el sexto manuscrito. 

- ¿Qué sucede? - pregunta Joseph al verla. 

- Esto habla de nuestra separación - le entrega el manuscrito -. Es exactamente lo que pasó, Joseph. 

- Sí - susurra Joseph leyendo de nuevo el manuscrito -. ¿Más fuertes por separado?

Coge el siguiente. 

La gran guerra. 

Y llegado el día los dos alfas se reencontrarán y ambos serán más fuertes que cuando se conocieron por primera vez. Liderarán a los lobos a la batalla más grande que ha habido contra los vampiros, y si ganan dicha guerra, el séptimo sello será quebrado. Pero solo se romperá si ambos alfas son más poderosos que cuando se conocieron.

Joseph frunce el ceño y Mia le arrebata el manuscrito para ver que había escrito, al leerlo lo deja sobre la mesa. 

- No he pasado la prueba - susurra Mia -. No soy más poderosa que antes. Al contrario, soy más débil. 

- Un maldito manuscrito no va a decirte si eres fuerte o débil, Mia - Joseph la mira a los ojos -. Eres más fuerte de lo que crees. 

Mia asiente, pero no muy convencida y coge el siguiente manuscrito.