Christopher se estaba preparando para hablar con los ancestros. Necesitaría su ayuda si querían que cumpliese con su cometido. Tampoco estarían muy contentos por los nuevos acontecimientos. Al día siguiente de descubrir que Mia estaba embarazada quiso entrar de nuevo al claro a la noche siguiente, pero no pudo. Conocía el hechizo, pues era el mismo que protegía Francia de los vampiros, pero Esther había añadido que otros brujos no entrasen. Por eso mismo necesitaba hablar con los ancestros. Necesitaba más poder, y esperaba que ellos se los otorgaran. Si podía hacer que el hechizo protector cayera, solo tenía que conseguir un poco de sangre de Mia e inducirle un aborto haciendo que su cuerpo subiera mucho de temperatura.
- ¿Por qué me has llamado? - un hombre de cabellos negros y complexión fornida aparece frente a Christopher -. Sabes perfectamente que no me tienes que molestar.
- Necesito de vuestra ayuda - susurra con postura sumisa mirando al suelo.
Shane y Emmett llegaron a las cuatro de la tarde a Nueva Orleans. Ambos se adentraron a la ciudad para ver que tan mal iba la cosa. Tenían previsto ir por los pasadizos, pero antes querían inspeccionar el terreno.
- Se te ve muy ansioso - comenta Shane -. Tienes que parecer más natural si quieres que pasemos desapercibidos.
- Siento que no pueda hacerlo - se queja Emmett -. Kate debe de haber sufrido mucho durante estos dos años.
Shane se queda mirando los alrededores. Se encontraban en la calle Burbon en el barrio francés y había una cantidad mínima de vampiros.
Un olor a canela le distrajo y enseguida reacciona parando la estaca que iba directa al corazón de Emmett. Shane se lleva la estaca a la nariz y aspira. Canela.
Empieza a mirar a su alrededor y descubre quien ha lanzado la estaca. Se trataba de una chica. Shane hace contacto visual con la desconocida y se queda cautivado al ver sus ojos color miel. El contacto visual solo dura un segundo, pues la chica sale corriendo tras ver que ha fallado el tiro.
- ¿Qué demonios? - Emmett mira por donde se ha ido la desconocida -. Es una loba.
- Lo sé - susurra Shane, parecía que estuviera en otra parte pero se serena -. Tenemos que encontrar una casa donde meternos.
- Busca tú una casa, yo tengo que ir a ver dónde está Damon - Shane asiente a regañadientes. No quería dejar solo a Emmett, y mucho menos al ver que en la ciudad estaba llena de vampiros.
Ambos se separaron y Emmett se dirige al Rousseau's, pues sabía que Damon lo estaría esperando ahí. Al entrar al bar inspecciona las mesas en busca del vampiro que le llamó. Lo encuentra en la mesa más alejada de la entrada, en una esquina al fondo. Con paso decidido va hacia él. Tenía que rescatar a Kate lo más pronto posible.
Shane deambulaba por las calles del barrio francés, buscando a la chica que casi mata a Emmett. Estaba rastreando su esencia, una que no podía quitarse de la cabeza. No se explicaba que le estaba pasando, pero su lobo estaba muy impaciente por encontrar a esa chica.
Sin darse cuenta se encuentra fuera del barrio francés, en la urbanización donde se escondieron cuando rescataron a Mia de los vampiros. Pronto llegó a la casa donde se estuvieron quedando y vio los escombros que quedaron tras la explosión. El olor a canela estaba cerca de ahí. Mira a su alrededor y ve una sombra. Sin pensarlo Shane empieza a correr detrás de ella.
Consiguió atraparla dos kilómetros después. Tenía a la chica con la espalda en el suelo y él encima manteniendo las manos de la chica sujetas para que no se moviera.
- ¿Quién eres? - quiere saber Shane -. ¿Y por qué has intentado matar a mi amigo?
- ¿Eres amigo de un vampiro? - pregunta la chica intentando zafarse de Shane, y al fin lo consigue levantando su rodilla y la impacta en la entrepierna del chico -. ¿Un lobo y un vampiro amigos? Eres una deshonra para nuestra raza.
- No todos los vampiros son malos - dice el chico gimiendo de dolor -. Al vampiro que has intentado matar a ayudado mucho a mi familia.
- No te creo - ella se acerca para darle una patada en el estómago a Shane, pero este detiene el pie de la chica y la tira al suelo -. Estas de parte de ellos.
Shane se levanta y mira a la chica. Le encantaba el color de sus ojos y el pelo castaño cayendo en cascada por sus hombros.
- ¿Quién eres? - vuelve a preguntar Shane -. Yo soy Shane Castel.
- ¿Eres familia de la verdadera alfa? - la chica se lo queda mirando sin creer lo que decía -. Imposible, de ser así odiarías a los vampiros.
- Soy el hermano de Mia - responde Shane -. Y odio a los vampiros, en especial Jasper.
- Pues te comunico que estabas en compañía de su hermano mayor - dice levantándose -. Me llamo Cora Hale.
- ¿Eres familia de Derek?
- Sí - ella asiente -. Es mi tío. Mi madre era Daliha - Cora, al ver que Shane estaba distraído intentó atacarle de nuevo, pero el chico reaccionó a tiempo y detuvo el puño de la chica.
- ¿Puedes dejar de atacarme? - pregunta un poco harto. Aún le dolía la entrepierna -. Estamos del mismo lado.
- Creo que no - dice ella levantando el otro brazo, dispuesta a darle un puñetazo. Shane detuvo de nuevo su ataque y la gira para quedar pegado a la espalda de ella mientras seguía sujetando las manos de la chica.
- No me hagas hacerte daño - le advierte -. Vamos a hablar como personas civilizadas, y después, si sigues pensado igual, podemos pelear. ¿De acuerdo?
- Vale - gruñe ella.
Mia, Joseph y Will estaban encerrados en la biblioteca. Llevaban ahí metidos horas leyendo los manuscritos que Jesse les había entregado tan amablemente.
Cuando la chica llegó en compañía de su hermano encontraron a Joseph inspeccionando los manuscritos, pues habían aparecido de la nada.
Había mucho que leer, y no todo estaba traducido. Eso hacía que la lectura fuese más difícil, pues el latín lo tenían un poco oxidado.