El destino 2.

Capítulo 17.

Como Shane ya había llegado, los alfas decidieron ir a hablar con Stephan. Desde que Esther apareció se había relajado y estaba disfrutando de estar rodeado de ordenadores. 

- Hola - saluda Mia viendo la cabaña de Stephan -. ¿No se supone que a los brujos no les gustan la tecnología? 

- Yo la amo - responde Stephan con una sonrisa -. ¿A qué se debe la visita de los alfas? 

- Víctor va a cedernos el mando y va a incorporarse a los ancianos - dice Joseph y mira los siete monitores que el brujo tenía alineados en una mesa -. ¿Eso es el límite del claro? 

- Así es. La magia es buena, pero la tecnología también lo es - responde muy orgulloso -. Y a lo de Víctor, tendré todo preparado para esta noche. ¿Derek también va a cederos el mando? 

Joseph y Mia se miraron a los ojos. No lo habían pensado. 

- Tendríamos que hablar con él. 

- Hacedlo y me avisáis. 

Ambos lobos salen dispuestos a buscar a Derek. 

- ...loca. Dos años, Cora. ¡Dos! - Joseph y Mia se detienen frente la cabaña de Derek. 

- Ya lo has dicho más de veinte veces - dice Cora y se abre la puerta -. Soy mayor para hacer lo que me dé la gana - se detiene de golpe al ver que los alfas estaban frente a ella. Sin decir nada los rodea y se marcha hacia la linde del bosque. 

- Esta niña va a hacer que me dé un ataque al corazón - gruñe Derek -. Lo siento por la escena. ¿Querían algo? 

- Joseph hablará contigo - dice Mia de pronto y Joseph la mira con el ceño fruncido. Él y Derek no se llevaban muy bien desde que el chico de ojos verdes quiso casarse con Mia -. Yo voy a buscar a tu sobrina y hablaré con ella. 

Mia sale corriendo por donde se había ido Cora y no tarda mucho en dar con ella. Estaba sentada bajo un árbol llorando. 

- ¡Vete! - gruñe la chica sin alzar la vista -. ¡Quiero estar sola, Derek! 

- No soy Derek - Cora alza la cabeza de golpe al escuchar la voz de Mia -. ¿Puedo sentarme? 

- Es tu propiedad - dice apartando sus lágrimas con rabia -. ¿Has venido a ver por si me ponía en contacto con Jasper? Dado que desconfían de mí. 

- No he venido por eso - Mia dice la verdad. Había visto el dolor en los ojos de la chica y conocía muy bien ese dolor. El de la perdida -. Ahora que te he visto, sé que no te aliarías con los vampiros. 

- Puede que seas la única - gruñe. 

- No lo soy. Shane piensa igual que yo y Joseph. 

- Tu pareja - Mia asiente -. Tiene que ser bonito eso de encontrar a la persona a la que estás predestinada. 

- La verdad es que sí - Mia le regala una pequeña sonrisa -. Y te lo dice una que odiaba al sexo opuesto. 

Se quedan en silencio por un buen rato, hasta que Cora se decide preguntar: 

- ¿Por qué me has seguido si dices que no desconfías de mí? 

- Por tu dolor - Mia rodea sus rodillas pegadas a su pecho -. Pasé por algo parecido hace dos años. Creí que perdí a Joseph - apoya su cabeza en las rodillas y mira a Cora -. Fueron los peores dos años de mi vida, y cambié mucho. 

- ¿Cambiaste? - Mia asiente -. ¿Cómo? 

- El dolor que sentía era tan intenso que le di el control a mi loba. Dos años luchando con una parte de ti misma es duro, pero también tenía que lidiar con el dolor de la pérdida. No solo de Joseph. También perdí a mi manada - Mia coge aire y lo expulsa lentamente -. En esos dos años tenía miedo de transformarme en lobo y me alejé de mi familia, tanto así que mi loba bajó de rango. Ya no era una alfa, sino una omega. 

- Pero tus ojos...

- Ya no lo soy - sonríe -. Ahora todo está bien, pero el punto es que no tienes por qué estar sola con tu dolor. No sé lo que es perder a una madre, porque no lo he experimentado. Pero cuando he visto tu dolor... Me has recordado a mí. 

Cora aparta la vista y mira al frondoso bosque. 

- La mataron frente a mi - susurra -. Yo no hice nada. Me quedé helada. Si hubiera hecho algo... Ella estaría con vida. 

- No puedes seguir pensado así. Tu madre no se merecía morir, pero estoy segura de que no le gustaría verte así. 

- Quiero venganza. 

- Y la tendrás - asegura Mia -. Jasper no va a salir impune de todo lo que ha hecho. Pero tienes que ser fuerte y no apartarte de la manada. 

- Tienes razón - Cora le regala una pequeña sonrisa -. Gracias. 

- No tienes que dármelas - Mia se levanta y le tiende una mano a Cora, que acepta -. ¿Te gusta entrenar? 

- Me relaja mucho. 

- Yo no puedo entrenar ahora, pero sé que mi hermano Shane estará encantado de hacerlo por mí. 

Caminan de regreso al claro y antes de llegar Cora pregunta: 

- ¿Shane ha encontrado a su beta? 

Mia sonríe por la pregunta. 

- No que yo sepa - llama a su hermano por el vínculo de alfa y le pide que entrene con Cora -. Te espera en el área de entrenamiento. 

Mia ve como Cora se va corriendo y en su cara se forma una sonrisa. 
 

Jesse estaba con Esther intentando encontrar la localización exacta del cuerpo de Alice. Era de gran importancia dar con ella, pues Alice era la única que poseía una piedra extremadamente rara que ayudaba a controlar las habilidades de los lobos. Mia la necesitaría a lo largo del embarazo y después de ella, su hijo. 

- No puedo hacer una busca más exhaustiva - dice Esther -. Incluso Will lo ha intentado. Está en el sur de Francia, cerca del pueblo en el que creció. 

- Tendrá que bastar con eso - dice Asmodeo -. Me marcharé hoy mismo. 

- ¿Tan importante es esa piedra? - pregunta Esther. 

- Fue un regalo de mi hermano a Alice. No es un simple adorno. Le ayudaba a controlar todas sus habilidades y eso es lo que Mia necesita ahora. 

- Pero ella no tiene esas habilidades. 

- Pero su hijo sí. 

Asmodeo coge todo lo que necesita y se marcha. 
 

Malia estaba en compañía de su nieto Grayson y Dominic, pero Sandra la estaba siguiendo de cerca. 




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