El destino

Capítulo 10.

Víctor no se podía creer lo que estaba viendo. 

- Mi historia es muy breve - murmura -. Daniel me arrebató a mi única hija. Eso nunca se lo voy a perdonar. 

- Pero ella es la beta de Daniel - dice Joseph -. Sabes que no se puede separar al beta de su alfa. 

- Me da igual. Los Castel nos han hecho mucho daño - gruñe Víctor -. Jamás les perdonaré. 

- ¿Pero qué daño te han hecho? - Mia da un paso para acercarse -. ¿No te das cuenta de que esta absurda guerra es por culpa de los vampiros? 

- No solo fue por los vampiros - Víctor sigue en sus trece. Nunca reconocerá que está equivocado. 

- Está bien - Mia intenta ir por otra vía -. ¿Amas a tu hija? - Víctor la mira como si acabase de decir una tontería -. Pues si la amas, ¿por qué le haces este daño? 

- Porque me abandonó. 

- Comprendo que pueda doler, pero ella ha sufrido lo mismo que tu cuando me secuestraste - ella habla con mucha tranquilidad -. Si no puedes perdonar a mi padre, por lo menos no hagas sufrir a tu hija. 

- No creo que pueda hacer eso. 

Mia cierra los ojos y respira hondo. 

- ¿Quieres ver a mi madre? - Víctor frunce el ceño -. Ella te ama y le duele mucho lo que está pasando. 

- ¿Te lo ha dicho ella? - Mia se queda callada. 

- A ella no, pero a mí sí - Víctor mira al chico -. Con cada guerra que has tenido con nosotros, Catrina le pedía a Daniel que no corriera la sangre. Ella te sigue queriendo y no quiere que nada malo te pase. 

Víctor se da la vuelta y cierra los ojos. 

- Los jóvenes tienen razón - susurra Dante -. Es hora de terminar esta guerra. 

Mira a su segundo al mando y se gira para enfrentar a su nieta. 

- No perdonaré a los Castel, pero tienes razón en una cosa - da unos pasos para acercarse a Mia -. Quiero a mi hija. Y por ella es que voy a tomar esta decisión. No habrá más batallas, pero con la condición de que Daniel permita que mi hija venga a verme. 

- Está hecho - susurra Mia -. Gracias. 

- No me las des - le pone una mano en el hombro y le da un apretón cariñoso -. Tienes razón. Además, tienes el carácter de tu madre - mira a Joseph -. Cuida de ella.

Joseph asiente y Víctor se gira para marcharse, pero antes dice:

- Cuando tu madre venga a verme, quiero que traiga a sus hijos con ella. Es hora de conocer a mis nietos. 

Mia sonríe mientras ve como se marcha la manada de su abuelo. No había conseguido hacer que perdone a los Castel, pero había dado un gran paso. La guerra entre lobos se había acabado. 

- Has conseguido lo que en siglos nadie ha hecho - susurra Joseph -. La guerra se ha acabado. 

- Ahora tenemos que volver y más le vale a mi padre que los vampiros se hayan ido. 

- Lo has vuelto a decir - Joseph sonríe -. Normalmente sueles llamarlos Daniel y Catrina. 

Y era cierto, se dio cuenta Mia. 

Caminaron de regreso al claro. Mia se notó diferente y Joseph también. No sabían lo que era, pero era algo. 
 

- Ya están de vuelta - susurra Catrina al ver llegar a la pareja. Una oleada de gratitud y tranquilidad le invadió al ver que los dos estaban de una pieza y corre para abrazar a ambos.  

- Gracias a dios que nada os ha pasado - susurra Catrina -. ¿Dónde está Víctor? 

- Se ha marchado - dice Joseph con una sonrisa de orgullo por Mia -. Se acabó la lucha. 

- Sí, pero con una condición - susurra Mia y mira a sus padres rodeados de sus hermanos y los ancianos -. Mamá tiene que ir a visitarlo. 

- ¿De verdad lo has conseguido? - James pregunta acercándose junto con Logan. 

- Sí - contesta ella -. Mañana llamaré a Dante para saber cuándo quiere Víctor que vayamos. 

- ¿Vayamos? - pregunta Shane. 

- Víctor quiere conocernos. Somos sus nietos. 

- Tú no sabes todo lo que ha hecho ese hombre - Will interviene -. No lo consideramos de la familia. Ninguno de nosotros. 

Catrina se dio la vuelta para esconder su dolor, pero Mia se percató de eso. 

- ¡Es tu abuelo tanto como lo es James! - Mia se acerca a su hermano -. ¡Es de la familia tanto como lo soy yo! - le da con su índice en el pecho -. ¡Es que no ves como sufre mamá! ¡Es su padre! ¡JODER! 

Will se topó con la puerta a su espalda y su hermana la miraba muy furiosa. 

- Sé que no ha sido el mejor abuelo del mundo, pero es tu abuelo - Mia levanta el brazo para señalar a su madre -. Es su padre, y lo quiere aún con todo lo que le ha hecho. ¿O es que papá no se ha equivocado en cosas? Tú lo dijiste: No son perfectos - se separa de su hermano y mira a todos -. Nadie es perfecto, y por eso mismo mucha gente necesita una segunda oportunidad. Esta familia lleva muchos años peleando y es hora de empezar a perdonar y a reconocer los errores que hemos cometido. Porque por culpa de esta guerra muchos lobos han muerto - mira a Joseph -. Si no hubierais dejado que los vampiros volvieran a entrar en vuestras vidas, después de haber matado a Daniel y Malia, los medialuna seguirían con vida. La manada hubiera estado unida apoyándose unos a otros. Y yo hubiera crecido con vosotros - muchos de la manada se estaban acercando al escuchar a Mia -. Pensarlo bien. No le estoy quitando la culpa a Víctor por lo que hizo. Porque sí, hizo mal y lo ha reconocido, pero no puede perdonar todos estos años. ¿Y todo por qué? Por los vampiros. 

Emmett y Jasper estaban en la linde del bosque, mirando como Mia daba su discurso. 

- Va a ser una buena alfa como lo fue Malia - susurra Emmett. 

- Sí... - dice pensativo. Sus ojos se cruzaron con los de Mia y este sonrió. Su plan no estaba saliendo como quería, así que había tenido que recurrir al brujo que mantenía a Malia encerrada para que le ayudase. Solo necesitaba un poco de sangre de la loba. 

Mia empezó a caminar dirigiéndose a los vampiros. 

- Creo haber dicho que os larguéis. 

- Lo siento, pero solo escucharemos al alfa - Jasper se puso frente a ella con una sonrisa arrogante -. Tú aún no lo eres. 




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