El destino

Capítulo 16.

Los días pasaron y todo se relajó un poco, pero solo era la calma antes de la tormenta. Ahora todos estaban en ese punto. 
Mia junto con los tres lobos y los dos vampiros estuvo preparándose. En los días que Dimitri la había torturado había perdido mucha masa muscular, y eso no era bueno. La tenía que recuperar, así que se propuso hacer los entrenamientos que hacía al principio con Dante.

La manada mientras tanto se habían marchado a Warren, pero unos cuanto se habían quedado en el lago para tener vigilado al brujo. 

Stephan tenía que conseguir un objeto oscuro con el que se anulaba la magia. Con ese objeto tendrían una oportunidad. Pero el objeto era muy raro y a Stephan le estaba costando mucho dar con él. 

Jasper estaba disfrutando en la mansión y manteniendo a Mia vigilada. Disfrutaba pensando en las diferentes formas en las que torturaría a Joseph y Mia. También pensaba en los diferentes castigos para su hermano. Para Kate ya tenía un castigo perfecto. Sabía perfectamente que la chica tenía claustrofobia, así que el foso la esperaba. La tendría ahí hasta el fin de los tiempos. 

 

- ¿Por qué no entrenamos fuera? - pregunta Mia. Llevaba cinco días sin salir y se estaba agobiando mucho. 

Todos estos días había hablado con sus padres y los Stark, pero a ellos no les dijo todo lo que había pasado. 

Catrina hablaba cuatro o cinco veces con su hija. Le pedía que volviera a Warren, ya que en Nueva Orleans no hacían nada. Mia se lo estaba pensado mucho. 

Sus hermanos habían ido a saber de Jasper, pero este no salía de su casa, y con todos los vampiros acompañándole no podían hacer nada. Estaban en minoría. 

- Porque Jasper nos está vigilando - dice su hermano leyendo un cómic que había encontrado por la casa -. Ya sabes que ese vampiro está rondando la casa. 

En una de las veces que Will y Shane habían salido a rastrear la zona habían descubierto a un vampiro que no apartaba la vista de la casa. No habían atacado, ya que eso alertaría al vampiro y no estaban preparados para un ataque. 

- Estoy harta de estar encerrada en esta casa - se cruza de brazos y mira a Kate. 

La ciudad había vuelto a la normalidad y ya no se mataban a los humanos. Mia cogió su móvil que empezó a sonar. Se trataba de Catrina. Era su llamada de la mañana. 

- Buenos días - dice Mia llevándose el móvil a la oreja. 

Catrina le preguntó cómo estaba y que tenía preparado para hoy. Mia le dijo lo mismo de siempre. Y cuando se terminaba eso empezaban las suplicas de su madre para que volviera a Warren. 

- Por favor, Mia. Si están aquí estaré mucho más tranquila. 

Mia miró a sus hermanos, ha Joseph y los dos vampiros. Ellos también estaban agobiados, así que Mia dijo:

- Está bien - Joseph frunció el ceño -. Le diré a Shane que llame al piloto. Saldremos en unas horas. 

- Gracias, cariño - dijo aliviada Catrina. 

Cuando la llamada terminó Mia miró a Joseph. Este no había apartado la vista de ella. 

- ¿Qué os parece volver a casa? - se levanta -. Estoy harta de estar aquí encerrada. Necesito bosque. 

Shane asiente y empieza a llamar al piloto. 

- Tenemos que ocuparnos del vampiro de ahí fuera - señala Will con una sonrisa dejando el cómic de lado -. Y tengo el plan perfecto. 

Se queda mirando a su hermana con una sonrisa. 

- Cuenta - dice Mia también riendo. Había descubierto que Will era muy bueno en estrategia y muy cruel cuando se lo proponía. 

- Como ahora estas en plena forma...

- No - le corta Joseph -. Mia no va a hacer de cebo. 

- No va a hacer de cebo - Will se acerca a él -. Solo quería decir que Mia se encargue de matarlo. Lo necesita, más que todos nosotros. 

A Joseph no le hace gracias ese plan, pero al mirar a Mia se lo piensa. La chica quería hacerlo. Lo notaba. 

- ¿De verdad quieres hacerlo? - Mia mira a Joseph con una gran sonrisa y asiente -. Bien. Pero estaremos muy cerca por si la cosa se descontrola. 

- Vale - Mia corre hasta él y le pasa los brazos por el cuello para luego besarle -. Expón tu plan, Will. 

William le dice lo que tiene que hacer, y cuando todo queda claro todos asienten y se preparan. 

- Te quiero - susurra Mia a Joseph antes de empezar -. ¡Estoy cansada de que me digas lo que tengo que hacer! ¡Voy a salir, lo quieras o no! 

Le guiña un ojo a Joseph y le lanza un beso antes de salir dando un portazo. 

Mia caminó por la carretera y notó que estaba siendo seguida, y no por lobos. El vampiro había caído en la trampa. 

Haciendo como si estuviera furiosa siguió caminando hasta que el vampiro se puso en su camino. 

- Que sorpresa tan grata - dice seguro de sí mismo Eric. Mia lo reconoció. Era el vampiro que la llevó a casa de Dimitri -. No debiste haber salido sola, lobita. 

- Si, verdad - dice ella con una gran sonrisa -. Te recuerdo. Eric, ¿cierto? 

- Sí, y también soy el que te va a follar hasta hacerte gritar como una loca. 

Mia lo miró con asco. No sabía que les pasaba a los vampiros con tener sexo con ella. Jasper era igual. 

- Te veo muy confiado - ella se cruza de brazos -. ¿Quién te dice que me voy a dejar? 

Eric si acerca a ella a velocidad vampírica. Mia siente que los tres lobos les rodean y sonríe. 
Ella levanta la rodilla y la impacta en la entrepierna del vampiro, y este, se lleva las manos a su entrepierna con una mueca de dolor, pero se recupera rápido e intenta darle una bofetada a Mia. Ella es rápida y consigue apartarse a tiempo.

- Eres un poco lento - se burla ella. 

Eric la sorprende poniéndose detrás de ella y le rodea el cuello con su brazo, haciendo que le costase respirar. 

Joseph intenta dar un paso para ir a ayudar a Mia, pero Will le detiene. 

- Ella puede - susurra haciendo un gesto para que siguiera mirando. El alfa gruñe y mira a Mia, que acaba de coger el brazo de Eric y se inclina para adelante, tirando al vampiro al suelo. 




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