Mia y Joseph se dirigieron al salón donde se encontraba Catrina. La llamada con Daniel había terminado y ahora tenía que hablar con su hija muy seriamente.
- Sentaos - señala el sillón. Los dos chicos obedecen sin decir nada. Catrina estaba muy seria y Joseph sabía que eso no traía nada bueno -. Darme una buena explicación para lo que habéis hecho.
- Creo que ya lo sabes - responde Mia -. Si no lo hubiéramos hecho no sabíamos los planes de Jasper.
- Sí, pero no habéis pensado en todos los peligros - Catrina sube la voz -. Malia no quería dejar tu cuerpo. ¿Sabes lo que hubiera pasado?
- Pero no ha pasado nada malo.
- El que seáis los alfas no evita que os riña. Seguís siendo unos niños - Mia agacha la cabeza. Su madre tenía razón -. Ahora no tomaréis una decisión sin el consentimiento de los ancianos y el mío.
- Está bien - responden los dos.
- Y ahora quiero saber que va a pasar con Esmeralda - Catrina mira a su hija con los brazos cruzados y las cejas alzadas.
- Tengo planes para ella - contesta y al ver que su madre no quitaba esa cara dice -: ¿En esto también debo tener tu consentimiento?
- Va a ser que sí.
- Bien - Mia se levanta y encara a su madre -. Es una traidora y pienso hacerle varios cortes con una daga de plata, una que me traje de Nueva Orleans. Después dejaré que se marche y si nuestros caminos se vuelven a cruzar la pienso matar.
Catrina se la queda mirando con la boca abierta. No podía creer lo que su hija acababa de decir. Nunca llegó a pensar que su pequeña sería así, tan sanguinaria. Entendía que Esmeralda debía ser castigada por lo que había hecho, y creía que la expulsión de la manada sería suficiente, pero la tortura… Eso era pasarse.
- Mia...
- ¿Tengo tu aprobación, Catrina? - gruñe ella.
Catrina mira a Joseph, intentando buscar ayuda, pero él se encogió de hombros.
- ¿Estás segura de que quieres hacer eso?
- Mucho - saca la daga del bolsillo -. Y pienso disfrutar.
Catrina y Joseph se quedan mirando como Mia se marcha.
- Ha cambiado - susurra Catrina preocupada.
- No. Sigue siendo la misma, pero ha pasado por mucho en muy poco tiempo - Joseph pone su vista en Catrina -. Quería hablar contigo.
- Dime.
Joseph coge aire y lo suelta rápidamente.
- Quiero pedirle a Mia que se case conmigo – la boca de Catrina se vuelve a abrir.
- Pero os acabáis de conocer.
- Sí, y sé que no voy a poder vivir sin ella en mi vida. Cuando llegue Daniel le pediré su mano.
- No sé qué decir - se lleva las manos a la boca -. Seguro que dice que sí.
Le da una abrazo.
- Quiero hacer una fiesta. Solo para la familia - dice cuando rompen el abrazo -. No pudimos celebrar su cumpleaños. Quisiera pedirle matrimonio en la fiesta.
- ¡Oh, será perfecto! Voy a preparar todo.
Catrina se marcha feliz por la noticia.
En Mystic Falls Daniel estaba reunido con la alfa.
- Ya veo - dice ella tras escuchar la historia -. Os ayudaremos.
- Te lo agradezco - dice Daniel y estrecha su mano con la de Daliha -. Os esperaremos.
Al estar todo hablado Daniel se marcha con los demás al hotel para recoger sus cosas. Nada más les ataba en ese pueblo y tenía muchas ganas de volver. Habían sucedido muchas cosas en Warren.
Horas después llegaron al claro todos muy cansados. Era medio día y todos se fueron directos a la mansión en busca de Mia y Joseph, pero solo se encontraron con el chico.
- ¿Dónde está Mia? - pregunta Daniel dejando su bolsa de viaje en el suelo.
- En la cabaña torturando a Esmeralda - Daniel abre mucho los ojos -. No te asustes. Ella estaba ayudando a Jasper.
- ¿Y la tiene que torturar? - pregunta James.
- Creo que sí. Se lo merece - responde el alfa -. Daniel, quisiera hablar contigo si no estás muy cansado.
- Claro, pero primero quiero ver a Catrina.
- No está - Daniel alza las cejas mirando a Joseph -. Se ha marchado al centro para comprar algunas cosas.
- Bien. Vayamos a mi despacho - Joseph sigue a Daniel un poco nervioso. Esperaba que aceptase -. ¿Qué me quieres decir?
Joseph lo mira unos segundos, eligiendo bien sus palabras.
- Quiero pedirte la mano de Mia.
Daniel abre la boca y la vuelve a cerrar. No sabía que decir. Joseph lo había pillado por sorpresa. Sopesó muy bien las palabras del alfa y en su boca se formó una sonrisa.
- Claro que sí - Daniel abre sus brazos y lo abraza -. Tienes mi bendición.
Joseph suspira relajado. Ahora solo falta hacerle la gran pregunta a Mia.
- ¿Cuándo se lo vas a pedir?
- Esta noche. Por eso Catrina se ha marchado. Está preparando la cena.
- Pues si esta noche tenemos celebración me voy a descansar. Mañana me pondréis al día de todo - le pone una mano en el hombro y lo aprieta con cariño.
Shane y Will abren la puerta del despacho. Lo habían escuchado todo y se lanzaron a abrazar a Joseph.
- Pensé que nunca se lo pedirías - dice Will con una gran sonrisa -. ¿Ya tienes anillo?
- Sí - se mete la mano al bolsillo del pantalón y saca una cajita de terciopelo negro -. Es el anillo de mi madre.
- Es muy bonito - comenta Shane -. A Mia le encantará.
En la cabaña Mia seguía torturando a Esmeralda. La chica había gritado y llorado hasta quedarse inconsciente.
- Llevarla a su casa y cuando despierte cercioraros de que se marcha - les ordena a los tres lobos que vigilaban la cabaña. Estos asintieron y se llevaron a la chica.
Mia cogió la daga y se marchó a la mansión. Los tres lobos le habían dicho que su padre hacía rato que había llegado.
Al entrar el olor a comida llenaba la casa. Siguió ese delicioso olor y encontró a Catrina en la cocina.