Capítulo 7

-Lo siento, no fue mi intención, quiero disculparme por parte de Ziel, es que es algo tímido. - La miré confundida. - El chico con el que chocaste. - Explicó. - Sígueme. - Dijo y se dio la vuelta empezando a caminar.

Y hasta el momento no sé por qué, la seguí.

Caminamos hasta llegar a un pequeño patio, desde que habíamos empezado a caminar, ella no había girado la mirada en ninguna ocasión, seguimos caminando hasta llegar a un banco que se encontraba ubicado delante de un muro cubierto de plantas.

Ella se sentó cruzando las piernas y me miró con una sonrisa surcando sus labios.

-Adelante siéntate. - Dijo señalándome el espacio que quedaba vacío a su lado.

-Estoy bien de pie, no te preocupes. - Murmuré devolviéndole la sonrisa.

-No fue una pregunta, siéntate. - Al decir esto la sonrisa que estaba en sus labios desapareció y ahora en sus facciones sólo había seriedad.

Jesús, ¿En qué me he metido?

Narra Ziel:

- ¿En serio acabas de dejar a la chica sola con Meredith? - Mike me miraba desconcertado. - ¿Es que acaso estás loco? - Preguntó para luego dejarse caer en el sofá.

-No entiendo qué tiene de malo. - Dije encogiéndome de hombros.

- ¿Que no lo entiendes? ¡Meredith es el mismísimo demonio! - Exclamó elevando sus manos para luego dejarlas caer dramáticamente en su frente.

-Es solo una linda y dulce niña. - Reclamé y me senté a su lado.

-Exacto, ¿Qué no sabes que Lucifer era el ángel más hermoso? - Dijo. - Pero su belleza no le impidió ser el diablo, oh, claro que no.- Se removió en el sofá, pateándome. - Se supone que tú eres el hermano bueno, ¿Dónde quedó tu compasión? - Cuestionó.

-Ya cálmate, no creo que Meredith le haga algo, he hablado mucho con ella y no ha pasado nada malo. - Dije.

-Eso es porque esa cosa tiene una obsesión contigo, pero no la has visto cuando estamos solo ella y yo, es horrible. - Hace una mueca.

-No está obsesionada conmigo. -Lo miré directamente a los ojos. - Estoyseguro de que no le hará nada.

Narra Annie:

No sé cómo lo hizo, pero mi cuerpo siguió sus órdenes y me senté a su lado.

-Ahora dime, ¿De dónde conoces a Ziel? - Cuestionó sonriendo nuevamente. Pero esta sonrisa no fue igual que la anterior, no era una sonrisa amable, no, claro que no, era la sonrisa más aterradora que había visto en mi vida.

- ¿Quién es Ziel? No sé de lo que hablas. - Su sonrisa se agrandó y se acercó más a mí.

-Oh, claro que sí. - Ladeó su cabeza y acercó su mano a mi cabello tomando un mechón de este y enredándolo en su dedo.

-De verdad, n-no sé de quién hablas. - Tendría que darme vergüenza, una niña de tan solo 11 años asustándome.

Eres más que esto Annie, tú puedes, demuestra quien manda. - Me di ánimos internamente

-Entonces, ¿Por qué Ziel se fue inmediatamente te vio aun cuando estaba totalmente cambiado? - Su expresión volvió a ser seria.

Olvídalo Annie, corre por tu vida, está loca.

Intenté levantarme lentamente y cuando estaba preparada para correr me sostuvo el brazo fuertemente hundiendo sus uñas en mi piel.

-Quédate quieta, escoria. - Me estremecía al escuchar como murmuraba la última palabra, pues su tono de voz reflejaba puro y genuino odio.

Narra Ziel:

Mike ya se encontraba más tranquilo, acomodado en el sofá con las piernas encima del respaldar.

-Ziel. - Volvió a hablar, pero esta vez lo ignoré. - ¡Ziel! - Me sobresalté al ver como saltaba del sofá para ponerse de pie con los ojos muy abiertos. - Mierda. - Susurró.

- ¿Ahora qué pasa? - Indagué frunciendo levemente el ceño.

- Sabes que Meredith tiene un poder, ¿Verdad? - Cuestionó y me puse a pensar hasta que di con el clavo.

-Mierda. - Susurré.

-Sí, mierda. - Dijo.

Y es que, Meredith podía ver y recuperar recuerdos borrados.

Narra Annie:

- ¡Maldición! ¡En serio no sé de quién rayos hablas! - Grité, y me ignoró y reforzó su agarre en mi brazo.