-Maldición. - Susurró. - Hemos estado brindándole información a ese idiota.
- ¿Qué idiota? - Cuestioné enarcando una ceja, pero él sólo ignoró mi pregunta y se puso a dar vueltas por la habitación.
- ¡Ese estúpido! - Exclamó haciendo una mueca como si hubiese recordado algo. Entró la mano en su bolsillo trasero y sacó de este un teléfono. Tecleó algo y luego se lo colocó en la oreja. - ¡Ziel, ven aquí en este instante! - Gritó y luego colgó.
Siguió dando vueltas alterado y yo solo lo miré soltando una pequeña carcajada, que luego se convirtió en una estridente.
- ¿Por qué te ríes? ¿Qué tiene esta situación de graciosa? - Indagó.
-Pues, porque le pediste que viniera, pero ni siquiera le dijiste dónde estábamos. - Reí nuevamente al ver su cara sorprendida y cuando estuvo a punto de volver a llamar el sonido de su teléfono resonó en la habitación, Mike tomó la llamada ya más calmado.
-Estamos en la casa de Zack. - Masculló y luego colgó.
Tiró su teléfono fuertemente sobre la cama que estaba en medio de la habitación y este rebotó hasta dar con el piso causando mi sobresalto.
- ¡¿Estás loco?!. - Grité y me paré del sofá donde estaba.
- ¡Sí, estoy loco! - Exclamó. - Pero no entiendo qué te importa eso a ti, porque también lo estás y yo no te digo nada. - Murmuró y yo lo miré colocándome la mano derecha en el pecho haciéndome la ofendida.
- ¿Yo? ¿Loca? - Pregunté. - Yo no soy la que ando por el bosque invocando espíritus. - Dije y él solo me miró directamente y se empezó a reír sosteniendo su estómago.
-Eres increíble. - Siguió riendo hasta que la puerta fue abierta y por esta entraron Zack y Ziel, esta vez en su forma real.
Ziel me miró con desconfianza y yo lo miré totalmente sorprendida al ver que sus ojos ahora eran azules.
- ¿Qué pasó con tus ojos? - Pregunté confundida.
-Ya no soy el destino, no los necesito. - Susurró. - Y hablando de eso, ¿Por qué rayos no me avisaste? - Preguntó indignado dirigiéndose a Mike.
-Porque era mi deber, el mundo me escogió a mí por una razón, tengo que hacerme cargo. - Dijo mirándolo con determinación. - Pero ahora el problema es otro. - Adoptó una actitud seria y se afincó en una de las paredes laterales.
- ¿Qué pasó? ¿Papá te dijo algo? - Preguntó Ziel con preocupación.
-No quiero hablar de papá ahora. - Masculló. - Es algo más importante.
- ¿Y qué es? - Cuestionó Ziel.
- ¿La vez en la que le borraste la memoria a Annie, te encargaste de borrar los hechos de su cuaderno? - Preguntó Mike con enarcando las cejas. Ziel abrió grandemente los ojos y sonrió nervioso.
-Pues, en ese momento no se me ocurrió-. - No pudo continuar hablando porque Mike lo agarró del suéter y lo acorraló contra la pared.
- ¿Acaso estás loco? ¿Qué no ves que ese idiota ahora sabe todo? - Gruñó levemente. - ¿No pensaste en las consecuencias que eso podría traer?
- ¡No, no lo pensé! ¿Sí? Creí que tú ibas a conservarlo, como dijiste que querías quedártelo. - Murmuró Ziel bajando la mirada.
Zack y yo tomamos asiento en el sofá observando la situación como si de una película se tratase.
- ¡¿Conservarlo?! Tú mismo me dijiste que lo devolviera, tonto. - Dijo soltando a Ziel y pasándose las manos por el cabello.
- ¿Y desde cuando haces lo que yo digo? - Indagó Ziel cruzando los brazos. Mike lo miró ofendido.
-Siempre lo he hecho. - Murmuró.
- ¿Ah sí? ¿Y qué me dices de cuando te dije que fuéramos juntos a la reunión familiar? - Cuestionó.
-Sabes que no podía ir. - Susurró marcando las palabras.
- ¡¿No podías o no querías?!.- Cuestionó furioso Ziel.
- ¡Las dos, maldición! ¡Ponte en mi lugar! - Gritó señalándose. - ¡¿Irías tú a una reunión donde están todas las personas que te ven como un error?! ¡¿Qué querías que hiciera?! ¡¿Que fuera y me quedara observando como papá te alababa y resaltaba tus logros mientras a mí me dejaba de lado?!.- Abrí los grandemente los ojos en shock.
- Así que de eso se trata, ¿No? Estás celoso. - Murmuró y todos en la habitación lo miramos indignados. - Después de que sacrifiqué mi libertad por ti, no puedes aceptar que papá me elogie por mis méritos. Con razón hacías todas esas estupideces. - Masculló.
- ¿En serio piensas eso? - Preguntó en un susurro Mike. - ¿Crees que hice todo eso buscando ser elogiado? - Preguntó y vi que era momento de interrumpir cuando una lágrima se deslizó por su mejilla.
-Y ahora el estúpido que tiene mi cuaderno conoce todo su historial familiar, ¡Hurra! - Dije poniéndome de pie. - No es momento de discusiones, hay que hacer algo.
- Y ¿Quién tiene tu cuaderno? - Preguntó Zack.
- ¡Buena pregunta! -Exclamé. - Yo también quiero saberlo. - Ambos miramos a Mike y Ziel buscando una respuesta, pero uno estaba totalmente absorto en sus pensamientos mientras el otro lo observaba con lo que parecía ser arrepentimiento.
-El mundo me envió un mensaje a través de Annie y Valeska, ya es seguro que ese idiota lo escuchó así que no importa si lo repito, dijo lo siguiente: El Destino ha sido alterado y la marca de este ha cambiado, el reloj ha sido robado y la brújula su lugar ha tomado. Ahora solo hay cuatro opciones norte, sur, este y oeste, no escojas la dirección incorrecta porque podrías provocar tu muerte. Cada opción te lleva a un lugar, pero eso tú tendrás que averiguar, busca las manecillas de la brújula para el camino correcto encontrar, así el destino seguirá su curso y no quedará lugar para el que un día se opuso. - Recitó y todos nos pusimos a pensar qué significaba.
-Lo primero ya se cumplió el destino se alteró al contarle a Annie. - Concluyó Zack. - También cambió la marca, la roca se rompió y apareció la brújula.
-Eso no tiene sentido. - Murmuré y esto pareció captar la atención de todos. - Digo, el mensaje dice claramente que el reloj ha sido robado, pero por lo que vimos, en realidad está roto.