Narra Annie:
- ¿Dónde has estado todo este tiempo? - Me pregunta Tommy enarcando una ceja. Había decidido volver al instituto ahora que las cosas estaban más calmadas, si se podía decir así.
Piensa en una excusa, vamos. - Me ordené internamente.
-Estaba en casa de mis padres, sabes que hace mucho no los veo. - Dije rápidamente lo primero que se me ocurrió, después de todo, no era del todo mentira. - No quería que pensaran que me había olvidado de ellos. - Mencioné.
-No me mientas, tus padres me llamaron diciéndome que querían que los visitaras porque hace mucho no lo haces. - Masculló cruzándose de brazos.
-Lo siento, es que no puedo decirte. - Murmuré y él hizo un puchero. - Cuando sea seguro te cuento. - Dije para luego tirarme de espaldas en mi cama.
- ¿No será que estás saliendo en secreto con el chico sexy del orfanato? - Indagó subiendo y bajando las cejas.
- ¡No! - Exclamé rápidamente. - Claro que no, ¿Cómo crees? - Hice un gesto con mi mano restándole importancia y reí fuertemente. - Además ¿Sexy? ¿Cambiaste de bando?
-Me lo acabas de demostrar. - Dijo y chilló de emoción. - Y sobre lo otro, soy heterosexual, pero eso no quita el hecho de que pueda apreciar la belleza y sensualidad de alguien de mi bando. - Mencionó encogiéndose de hombros. Yo solté una carcajada.
-Es cierto, es muy lindo. - Dije y él volvió a chillar esta vez dando saltitos en la cama, para luego quedarse estático y mirarme seriamente.
-La próxima vez no me mientas ¿Oíste? - Enarcó una ceja y yo asentí rápidamente. - Quiero conocerlo. - Masculló cruzándose de brazos.
- ¿A quién? - Pregunté perdida.
-Al chico sexy. - Mencionó rodando los ojos como si fuera obvio. - Tengo que darle el visto bueno. Soy como tu hermano primero tiene que pasar por mí. - Dijo.
-No creo que sea buena idea. - Dije poniendo mi voz lo más fina que pude.
- ¿Por qué no? - Indagó algo enojado.
-Porque está muy ocupado, su familia es muy estricta, ya sabes, lo típico, ni siquiera me aceptan a mí aún. - Dije soltando una risita incómoda, él frunció el ceño mirando hacia otro lado.
-Annie, sabes que yo nunca te he mentido. - Murmuró. - Siempre te cuento lo que me pasa con todo y detalles, te conté lo de Emily. - Miró el suelo con la mirada desenfocada. - ¿Es que ya no confías en mí? - Cuestionó elevando la mirada enfocando sus ojos en los míos.
-No es que no confíe en ti, es que es algo que no me concierne a mi decir, ya te lo expliqué. - Dije a la defensiva.
- ¡Pero es que me estás dejando de lado para irte con ese chico! - Exclamó. - Ya ni siquiera salimos juntos como solíamos hacerlo. - Murmuró.
-Lamento hacerte sentir de esa manera, si quieres podemos empezar a recuperar todo ese tiempo perdido. - Dije sacudiéndolo por los hombros para animarlo. - ¿Qué tal si empezamos yendo al cine mañana en la noche? ¿Eh? - Pregunté y de inmediato una sonrisa surcó sus labios.
- ¡Sí! - Exclamó lanzándose sobre mí para abrazarme. Lo apreté entre mis brazos. - Gracias.
-No tienes por qué darlas, eres mi mejor amigo, siempre estaré aquí para lo que necesites. - Lo abracé más fuerte.
-Tengo que irme, voy a escoger qué ropa me pondré. - Dijo saltando de la cama. - Nos vemos a las 5 en el cine frente al parque central, no llegues tarde porque tengo una reunión luego ¿Sí? - Preguntó enarcando una ceja.
-Sí. - Dije rodando los ojos para luego observar como él salía rápidamente de la habitación.
Las horas pasaron rápido, y era hora de bañarme para ir al cine con Tomás, las 4:43 marcaba el reloj. Entré corriendo al baño y me bañé rápidamente cambiándome inmediatamente.
Tomé mi teléfono de encima de la mesa de noche, salí de la habitación cerrando la puerta con seguro y corrí hacia nuestro lugar de encuentro.
Al llegar al parque central mi teléfono empezó a vibrar constantemente, lo vi y el nombre "Tomy❤" brilló en la pantalla, tomé la llamada e inmediatamente la voz de Tommy llegó a mis oídos.
- ¡Annie, amor! - Exclamó. - No podré asistir a nuestra salida porque mi reunió se adelantó, lo siento. - Dijo rápidamente.
-Si quieres te espero aquí mientras termina tu reunión. - Murmuré.
-No es necesario, no quiero que te quedes ahí sola, otro día salimos. - Contestó, había un ruido extraño de fondo por lo que fruncí el ceño confundida.
- ¿Dónde estás? ¿Dónde es la reunión? - Se escuchó un grito de alguien en el fondo.
-Lo siento, me están llamando, no puedo seguir hablando, adiós bebé. - Lanzó un beso y luego, sin más, colgó.
Yo solo pude quedarme viendo fijamente el teléfono completamente confundida.
¿Bebé? Tomás nunca me llama así, sabe cuánto odio ese apodo. - Pensé. - Además él fue el que dijo que casi no le dedicaba tiempo, esto no tiene sentido.
Decidí quedarme y esperar unos minutos sentada en una banca en el parque.
Pasaron varios minutos, visualicé mi reloj y este marcaba las 5:45. Miré al frente, hacia el cine y ahí estaba Tomy, mirando su reloj de muñeca y girando hacia todos lados, me paré del asiento e intenté acercarme a él, pero una fuerza extraña me detuvo, era como un muro que me impedía caminar.
- ¡Tomy! – Grité moviendo mis brazos tratando de llamar su atención, pero él no volteó a mirarme, pude visualizar como una lágrima se deslizaba por su mejilla y entraba su mano en una mochila que traía sacando de allí un cuaderno. Y el nombre que se podía visualizar en la portada de este me dejó en completo shock.