El Destino De Annie Williams [nd#1]

Capítulo 24

Narra Tomás:

Estaba parado frente al cine y habían pasado 30 minutos desde que dieron las 5 y Annie no llegaba.

-No vendrá. - Me susurró esa voz que había aparecido hace tan solo unas semanas haciéndome estremecer.

-Sí lo hará, solo estás tratando de engañarme. - Le dije.

-Está con el chico, Mike. - Volvió a susurrar. - Ya no te necesita, te va a dejar de lado como siempre lo hacen todos.

- ¡Claro que no! ¡Es mi mejor amiga, ella nunca me dejaría de lado! - Murmuré.

-Compruébalo. - Dijo. - Vamos, si tan confiado estás no temerás darle un vistazo a su cuaderno.

-Confío en ella, no tengo por qué ver su cuaderno. - Mascullé. - Ella no es cómo crees, creí que había quedado claro después de la prueba que me hiciste hacerle. Ella es fuerte, no le teme a esas cosas de tu vida me pertenece.

-Exacto, ella es fuerte con o sin ti, te abandonará, eres demasiado débil. - Murmuró. - Te dejará como lo hicieron tus padres y esa chica al enterarse de que no tendrías descendencia. - Susurró con sorna. - El único que no te ha abandonado soy yo. - Masculló.

- ¡Annie no me ha abandonado! - Exclamé y algunas personas me miraron como si estuviera loco.

- ¿No? - Indagó. - Entonces ¿Por qué estás aquí solo? - Soltó una carcajada.

Miré mi reloj de muñeca, marcaba las 5:45, ya casi era hora de ir a la reunión. Sentí como mi vista se nubló al pensar en que Annie enserio se había olvidado de mí. Una lágrima se deslizó lentamente por mi mejilla.

- ¡Vamos! Si tanto confías en ella dale un vistazo a su cuaderno. - Susurró y así lo hice, saqué el cuaderno de mi mochila y lo abrí.

En las imágenes se podía visualizar como Annie estaba abrazada a ese chico, Mike. Se encontraban en una especie de cabaña. Gruñí levemente apretando mis dientes.

Me abandonó, de verdad lo hizo.

-Te lo dije, eres demasiado débil como para ser su amigo.

- ¡No soy débil! - Grité fuertemente ganándome más miradas.

- ¡Pues demuéstralo! - Exclamó casi en un rugido. - ¡No dejes que los demás te pisoteen, pisotéalos tú a ellos! ¡Acaba con lo que más aman, destruye sus sueños y esperanzas como ellos hicieron contigo!

- ¿Qué ganas con todo esto? - Pregunté.

-Un portador fuerte que no le tema a nada, gano fuerza y vida, pero también gano el verte feliz. - Murmuró.

-Está bien, haré lo que me digas. ¿Cómo puedo hacer que paguen por lo que me han hecho? - Cuestioné y pude sentir como sonreía.

-Haremos lo siguiente...- Susurró.

Narra Mike:

Narra Mike:

Algo anda mal

Sentí un cambio en el ambiente, era algo extraño como si estuviera flotando. Estábamos a punto de planificar el juicio de Ziel cuando esto ocurrió.

Todos en la sala se tensaron y un silencio sepulcral se hizo paso en la habitación hasta que el ruido de la puerta siendo abierta fuertemente lo rompió. Por esta entró una Annie alterada.

- ¡Mike, necesito hablar contigo! ¡Es urgente! - Corrió hacia mí y me agarró del brazo halándome hasta sacarme de la habitación.

- ¿Qué sucede? - Cuestioné preocupado al ver su cara asustada.

-El mundo tiene otro mensaje para ti. - Murmuró y sus ojos adquirieron el color amatistas y los míos en respuesta también. - Un nuevo enemigo se acerca, anda en busca de que la felicidad desaparezca, esta vez no hay muchas opciones, porque este no tiene razones, tomó posesión de alguien vacío, que se siente traicionado y dejado en el olvido. Ahora las manecillas apuntan hacia el oeste, pero el norte también prevalece. La solución yace cruzando el camino entre lo posible y lo que se cree imposible. - Paró de hablar y sus ojos volvieron a adquirir su tono café.

-Maldición. - Mascullé empezando a correr hacia las celdas, corrí por todos los pasillos del lugar mientras las personas que antes estaban en la reunión me miraban confundidas.

- ¿Por qué corres? ¿Qué pasa? Sé quién es el nuevo enemigo y cuál es el oeste y el norte, no será tan difícil, solo tenemos que hablar con James y tu padre. - Dijo ella colocándome una mano en el hombro impidiendo que continuara corriendo.

- ¡Pues ese es el mayor problema! - Exclamé mirándola directamente a los ojos, ella me miró confundida.

- ¿A qué te refieres? - Cuestionó frunciendo el ceño.

- ¡Si nosotros lo sabemos él también! - Grité y continué corriendo hacia la celda con Annie tras de mí siguiéndome.

Y mi pesadilla se hizo realidad al encontrar la celda completamente vacía.

-Demonios. - Mascullé enojado conmigo mismo.

Lo perdí, nuevamente.

Lo perdí, nuevamente

Narra James:

Estar encerrado en una celda era aburrido, no había nada que hacer y tenía que conformarme jugando con algunas piedras formando torres.

Para mi sorpresa, Robert no había vuelto ni siquiera a intentar hablar conmigo. Él solo permanecía sentado en una esquina, abrazando sus piernas y mirando al suelo, totalmente perdido en su mundo.



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En el texto hay: desconocidos, destinos, cuadernos

Editado: 23.12.2020

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