El Destino De Annie Williams [nd#1]

Epílogo

A veces las cosas no salen según fueron planeadas. Quizás lo que tenías pensado no coincide con lo que el destino tenía planeado para ti.

Narra Annie:

Me levanté lentamente de mi cama restregándome los ojos con cansancio.

Un nuevo día en Destination World, una nueva experiencia y para mi mala suerte, nuevo día de clases.

Me duché, cambié mi ropa rápidamente y salí luego de tomar mi reloj de la mesa de noche.

Esta vez no llegaré tarde. – Me dije internamente.

Caminé hacia la cafetería y allí pedí un capuchino y un par de panqueques y luego de comerlos me dirigí hacia mi respectivo salón.

- ¡Annie! – Escuché la voz de Tomás llamarme.

- ¡Tomy, hola! ¿Cómo te fue en casa de tus padres? ¿Todo bien? – Pregunté pasando mi brazo por sobre su hombro, el respondió el gesto con una sonrisa.

- Para mi sorpresa, todo salió bien, nos reconciliamos y ya no hay problemas entre nosotros. - Explicó feliz.

- Me alegro por ti. - Dije sonriéndole. - ¿Qué clase te toca ahora?

- Álgebra. - Murmuró cansado. - ¿A ti? – Cuestionó.

- Historia como cada día a primera hora, no sé quién está a cargo de los horarios, pero estoy segura de que me odia. – Mascullé.

- No digas eso, no puede ser tan malo. – Mencionó picándome el estómago con su dedo.

- Dile eso a la cara del señor Weed cada vez que me ve, me odia, y tengo que soportar su mirada asesina todo el tiempo. - Solté irritada.

- Tienes que verle el lado bueno, al menos solo lo vez a primera hora y ya luego no lo vuelves a ver. – Dijo tratando de convencerme.

-Tienes un buen punto. – Dije. – Ahora adiós, tengo que llegar a tiempo. – Me despedí descolgando mi brazo de sus hombros y me fui moviendo mi mano a modo de despedida.

Seguí caminando hasta la puerta que daba a mi salón, la abrí y me adentré a este continuando el recorrido hasta mi asiento.

Me senté y al sentir una mirada giré mi cabeza hacia el fondo del salón donde terminé encontrándome de frente con la profunda mirada azul de Tyler quien al ver que lo atrapé mirándome posó su vista hacia la ventana. Enarqué una ceja y volví a posar mi mirada hacia el frente recostando mi cabeza entre mis brazos. Pasaron unos minutos hasta que por fin escuché como la puerta del salón era abierta.

- Buenos días. – Dijo al entrar al salón, a lo que todos, incluyéndome, le respondimos el saludo al unísono. – Hoy tenemos buenas noticias. – Murmuró sonriendo. – Adelante, pasa. – Movió su mano invitando a quien sea que estuviera afuera a pasar.

Quedé totalmente pasmada al ver la belleza de quien cruzaba por la puerta, una sensación de familiaridad invadiéndome. Elchico se abrió paso en el salón, con una piel clara como la nieve, cabello negro y por lo que pude notar ojos grises. No pude parar de verlo hasta que escuché que el señor Weed decidió continuar abriendo.

- Puedes presentarte. – Le dijo al chico de ojos grises y este asintió pausadamente con una sonrisa.

- Mucho gusto, mi nombre es Mike, Mike Behar. – Dijo con voz suave y levemente ronca. Fijé mi mirada suevamente hacia él y me sorprendí al darme cuenta de que me miraba.

-Mike será su nuevo compañero por lo que resta de este año escolar, fuetransferido de Italia, espero que lo traten como un amigo más. – Explicó elseñor Weed para luego dar un aplauso al aire. – Sin más, puedes tomar asiento allí,al lado del señor Relish. – Le señaló donde este se encontraba y este caminóhasta sentarse en el lugar correspondiente. – Ahora, empecemos con la clase.

Al terminar la clase todos salieron corriendo del salón cuchicheando sobre el chico nuevo

Al terminar la clase todos salieron corriendo del salón cuchicheando sobre el chico nuevo. Yo, por mi parte, tomé mi bolsa y salí lentamente hacia el patio trasero.

Me senté debajo de uno de los árboles que había allí y me puse a pensar en por qué el chico nuevo me resultaba tan familiar. Hasta que escuché un carraspeo lo que causó que elevara mi mirada encontrándome con el que hace tan solo un momento se adueñaba de mis pensamientos.

- Hola. – Me dijo sonriéndome tímidamente.

- Hola. – Respondí el saludo amistosa.

- Mmh, bueno. – Murmuró pasándose la mano por el cabello avergonzado. – Lo siento si molesto.

- No, no te preocupes, no estaba haciendo nada. – Dije suavemente tratando de que tomara confianza para decir lo que sea que vino a decir. 

- Oh pues, vine a entregarte esto. – Dijo sacando lentamente algo de su mochila y al ver lo que era abrí mis ojos en gran medida.

Mi cuaderno.

- Esto te pertenece. – Susurró para luego carraspear, lo miré desconfiada. – Adelante, tómalo.

Acerqué mis manos temblorosas hacia el cuaderno e inmediatamente toqué la portada, este se desvaneció y un sentimiento de felicidad y satisfacción me envolvió.

- ¡Gracias! – Exclamé y salté hacia sus brazos envolviéndolo. – No sabes cuánto te agradezco.

- No hay nada que agradecer, solo hice lo que tenía que hacer. – Murmuró y me brindó una pequeña sonrisa.

- ¡Mike! – Se escuchó que gritaban y al girar la mirada me encontré con Tyler quien nos miraba atentamente.

– Ahora tengo que irme, nos vemos luego. – Dijo Mike para luego ir corriendo hacia donde Tyler y envolver sus hombros con su brazo sacudiendo su cabello con la otra mano.

- ¿Estás bien, Annie? – Me sobresalté al escuchar la voz de Tomás a mi lado.

- Sí, estoy bien, nada de lo que preocuparse. – Respondí y miré hacia donde antes se habían ido Mike y Tyler.



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En el texto hay: desconocidos, destinos, cuadernos

Editado: 23.12.2020

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