Llegaron al mismo punto que Emma anteriormente había llegado. Arturo le sujeto la mano apenas se pusieron en marcha hacia la hacienda, mientras caminaban Emma lo miraba atentamente
- ¿Tengo algo en la cara?- le dice Arturo burlón
- Eh... No... Solo que- se queda callada por la vergüenza
- ¿Solo que?...- contesta tratando de animarla
- Bueno es que... ¿Tú eres el hijo biológico de Eduardo?- suelta sin más parando el paso y mirándolo a los ojos para que no mintiera
Arturo hace silencio nunca se imaginó que Emma se lo preguntará y mucho menos que sea tan inteligente, esto le traerá problemas en sus planes- pensó él
Luego de varios segundos en el mismo lugar decide contestar
- No lo soy- dice esto casi en un susurro y suspira- Eduardo me salvo y desde entonces me trata como un hijo a pesar de no tener ninguno propio-confeso Arturo con una mirada que demostraba que andaba en otro lugar
- Lo siento, fui muy ruda pero ¿Por qué me dijiste que tuviera cuidado del chico nuevo?- pregunta Emma mientras van avanzando
- Lo conozco, se de lo que es capaz de hacer- habla serio, se detiene para verla a los ojos- por nada del mundo te acerques a él- esto último lo dice como una orden que no le gusto en lo absoluto a Emma
- No me hables así-le advierto-¿Dé dónde lo conoces?- inquiere mientras estaba armando algunas piezas del rompecabezas y no encajaban
- Eso no es de tu incumbencia- le afirma enojado
- Bueno, tampoco es de tu incumbencia con quien hable o me junte ok?- responde con impotencia Emma
- Te equivocas- contesta con una voz profunda sujetándola del brazo haciendo que queden de frente
- Él que no sabe los límites y consecuencias eres tu- contrataca Emma soltándose de su agarre- Nunca, escúchame bien, NUNCA vuelvas a besarme porque te aseguro que te voy hacer polvo- lo fulmina con la mirada poniéndose en marcha sin mirar atrás y mucho menos esperarlo, ahora ella hará las cosas a su manera.
- No puedes decirme algo así cuando tú me dejaste besarte- culmina Arturo gritándole y ella lo ignora por completo porque sabe que pierde el tiempo respondiendo- te gusto tanto que quedaste con ganas de más-agrega
Caminaron en silencio por quince minutos aproximadamente, cuando encontraron la hacienda de Williams. Emma se sorprendió al ver la hacienda sin gente, ni cultivo, por lo cual corrió dejando atrás a un Arturo despistado por su acción, al llegar a la puerta la abre y lo único que ve es el lugar solo, sin nada ni siquiera un cuadro, sube y revisa todas las habitaciones e incluso la cocina y nada, es como si la tierra se los hubiese tragado. Al salir no encuentra al fastidioso de Arturo, así que busca un caballo en las caballerizas, por suerte había uno, lo monto a pesar de la incomodidad del vestido y salió hacia la ciudad.
En su trayecto no tuvo noticias de Arturo, pero le sorprendió ver a las personas ir de un lugar a otro. Como estaba cabalgando un caballo muchas personas la veían horrorizadas, al cabalgar un poco más, decidió bajar delante de una boutique, se bajó con cuidado y sujeto al caballo en el lugar adecuado, en el momento que entra observa que muchas trabajadoras se acercan a ellas <<Supongo que es por mis prendas>> piensa Emma
- Señorita ¿Qué necesita?- pregunta una joven de cabello negro bajando la mirada
- Podrías decirme ¿En qué parte venden cuadros?- pregunto un tanto sería Emma
- Si, señorita sígame- se ofrece la chica de antes lo cual asintió con la cabeza Emma
Soltó el caballo y volvió a montarlo, la chica le mira asombrada así que le da la mano pero ella la omite. Alrededor de tres cuadras llegaron al lugar, era precioso, Emma tenía la esperanza de que Williams estuviera allí, se bajó con habilidad del caballo y lo amarro, entro al lugar sin titubear. Miro a todos lados buscando algún indicio que Williams estaba allí. Camino por los pasillos observando las pinturas, una le llamo la atención al acercarse observo con detalle la obra sorprendida, sin duda alguna era ella, su vestimenta, absolutamente todo, busco el autor y si efectivamente era Williams, sonrió al encontrarlo.
- Se parece a usted señorita Emma- ella volteo, esa voz se le hizo familiar
- Oh my God!- se tapó su boca con asombro no podía creerlo- Eres tu Williams- estaba llorando y sonriendo a la vez, tenía ganas de abrazarlo
- Si soy yo- contesta sonriendo secando una lagrima que se escapaba de su ojo izquierdo
- No sabes cuánto me alegra- le responde abrazándolo, él se sorprendió aunque correspondió el abrazo
- Y a mí, poder verte otra vez luego de un mes- contesta él
- ¿Qué? - dice soltándose de su abrazo
- Si, mis padres están muertos y los Reyes vivos junto a sus hijos- dijo con un tono de tristeza