El destino de los guardianes - Kathrinna

Capítulo 12 - ¿Amigos o Enemigos?

-  Bienvenidos – les dice Charlie que espera a la entrada del cuartel – vengan es por aquí.

Eldwin, Egios, Kathrinna y Nom lo siguen a través de los pasillos, ante la mirada un poco curiosa de los demás guardias, entran en una oficina donde esperan sentado Xelos y una mujer de ojos claros, de aspecto robusto y mirada desafiante, usa un guante en su brazo izquierdo, de hecho todo su brazo está recubierto mientras el derecho sólo lleva un ligero protector.

- Creo que necesitaremos un lugar más amplio – dice la mujer. – vengan conmigo.

Los lleva hasta una sala con una gran mesa central donde hay varios mapas que recoge, los revisa y luego ubica uno de ellos sobre la mesa.

- El maestro Xelos me ha informado de sus acciones en nuestro territorio, que aunque no tenían una autorización previa si han demostrado tener información muy valiosa.
- Ella es la capitana Safin – dice Xelos – está encargada de un escuadrón de búsqueda de organizaciones criminales de alto nivel, no se encargan de bandidos ni nada de eso, sino de grupos organizados que presenten un mayor peligro para la población.
- Así es, y desde hace un par de meses hemos detectado las acciones de este culto, secuestros, desapariciones… pero eso por lo que veo ya lo saben, lo que quieren es hablar con nuestro prisionero.
- ¿Les ha dicho algo? – pregunta Egios.
- No ha hablado, encontramos esto con él – dice ella mientras muestra un papiro con el símbolo de Qwrarles, el mismo que ellos hallaron en la casa abandonada. – lo tenemos atado y bajo vigilancia, usualmente intentan quitarse la vida.
- Bueno, entonces mejor lo visitamos rápido – dice Kathrinna.
- Les advierto que no será fácil que hable, de hecho… sería casi un milagro, de los pocos que hemos logrado atrapar se han resistido al punto de preferir morir que decir cualquier cosa.
- Hay métodos que nos ayudarán con eso – dice Xelos.
- Deja que yo lo intente – añade Kathrinna
- ¿Sabes magia mental? – pregunta Xelos
- Sólo digamos que soy buena con las personas.

La capitana los acompaña hasta los calabozos, la mayoría de ellos totalmente vacíos, el olor a humedad y los barrotes empiezan a hacer en Egios una imagen del recuerdo de aquella temporada en cautiverio, voltea a mirar a Kathrinna pero ella continúa como si nada, desde que volvieron de la torre ha estado un poco distante, su mirada muestra que quizás toda esta persecución la tiene muy concentrada, sabe que el tiempo está en su contra, si le toma mucho tiempo puede que el tiempo de entrega de la caja se pierda y entonces… ¿qué ocurriría?, y si no resuelve este asunto es muy posible que estos enemigos cada vez más fuertes terminen por conseguir su objetivo y frustrar todo su esfuerzo.

- No te estreses hermano – le dice Nom – Sólo piensa en que ya lo superaste.
- Gracias amigo. Creí que me afectaría más… de hecho ni siquiera lo tenía en mente.
- Es lo mejor, no pensar tanto.
- Egios se ríe ante el comentario del muchacho - … ¿has estado en una de estas?
- Antes de andar con Yovun… bueno es que las reglas de ustedes los del norte son muy diferentes, - Nom se ríe un poco - … pero todo me salía bien.
- ¿Y después de Yovun?
- Me enseñó mucho, a adaptarme… pero no faltaba el cliente que no quería pagar o la misión en la que se metían los guardias, eran uno o dos días en el calabozo, pero yo soy ágil, casi siempre me escapaba ¡Ja!... la comida usualmente es horrenda.

Egios se acerca a una de las paredes que entre las grietas de los ladrillos se filtra una pequeña corriente de agua, pasa su dedo por el cristalino líquido y sólo sonríe.

- Debe estar sucia – dice Nom – es mejor la del río.
- No dije que la fuera a beber.

Llegan hasta una cámara especial de celdas, la capitana les da instrucciones para que sigan a uno de sus ayudantes hasta una oficina, mientras ella, Xelos y Kathrinna entran al lugar. La oficina permite ver a través de una pequeña ventana a un espacio en el fondo, allí aparece el prisionero traído por un guardia y entonces ven a Kathrinna que entra al lugar, pronto llega Xelos a la oficina y se hace junto a Egios para ver lo que ocurrirá.

- La capitana está a la entrada – dice Xelos. – veamos qué puede hacer tu amiga.
- Es muy buena en eso.
- Sí, eso espero.

El hombre se sienta en una pequeña butaca de madera mientras Kathrinna ubica su caja a un lado y posiciona de pie en frente suyo, los brazos y pies del hombre están atados, al igual que en su boca lleva una mordaza para evitar que se muerda la lengua. Sus ojos enrojecidos muestran su furia y su agitada respiración denotan a Kathrinna que no será una tarea fácil, pero si no lo logra, quién sabe qué tipo de métodos estará Xelos dispuesto a realizar con el pobre hombre.

Se acerca a él y pone su mano sobre su hombro, luego le susurra algo al oído, el hombre se tranquiliza lo suficiente como para que ella le quite la mordaza y le permita hablar.

- Sí, es buena – le dice Xelos a Egios.
- ¡Y no has visto nada! – dice Nom enérgicamente a lo que Eldwin y Egios lo regañan para que guarde silencio.



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En el texto hay: misterios y leyendas, magia, epico

Editado: 13.09.2018

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