El Destino de los Héroes

Capitulo 3: Presente ll

Era una buena-pésima mañana como cualquier otra.

Justo ahora me encontraba en el comedor del castillo, desayunando de mala gana uno de los platillos matutinos hecho por nuestros cocineros.

¿Que desde cuando tenemos cocineros? Desde hace una semana atrás, luego de que esta gente me manipulara para que pudieran quedarse en mi hogar.

Cristian, Aneth y Black también estaban junto a mí. Cristian por un lado degustaba de su propio desayuno, se veía mucho más animado en comparación. Aneth por otro lado, solo estaba de pie, inmóvil y sin más que hacer.

En cuanto a Black, bueno. Estaba sobre la mesa, picoteando un poco de comida triturada en pequeños trozos, servida en un pequeño plato que Aneth había puesto.

Todo estaba tranquilo, hasta que Cristian habló...

"Oye, ocupo tu ayuda para algo".

"¿Mi ayuda? ¿Para qué?".

"Esta mañana acabo de revisar las otras habitaciones del castillo que aún no hemos visto, y... necesito que me ayudes a sacar a un pulpo gigante".

.... ¿Acabo de escuchar bien?

"¿Un... pulpo... gigante?".

"Bueno, es eso o un puto Kraken bebé. El punto es que esa cosa esta metida allí dentro y no puedo sacarlo yo solo".

Al principio creí que se trataba de una buena pero innecesaria broma por parte de Cristian, quien a veces acostumbraba a decir tonterías en más de alguna ocasión. Pero al mirar detenidamente su indiferente expresión, me hizo darme cuenta de la absoluta veracidad de ello.

Lo que llevó a mi siguiente y definitivamente desconcertada e incrédula pregunta...

"¿Que mierda hace un Kraken en el castillo?".

"Oye no lo sé. Solo abrí la puerta y miré al animal ahí dentro. Imagínate el susto que pegué cuando lo vi".

Cristian respondió, agregando un toque de sarcasmo en su voz.

"Eso explica porque usted se veía tan agitado esta mañana".

Aneth quien escuchaba nuestra plática aclaró esta vez, un poco pensativa por la corta explicación que Cristian acababa de dar.

"Exacto. Por eso necesito que Rem abra [Portal] debajo de la criatura para poder sacarlo".

"Debe ser una maldita broma".

Refunfuñe pesadamente luego de escuchar esa tontería.

Cristian notó mi enojo, así que decidió preguntar a su modo, lo que me ocurría.

"Mi estimado anda un poco gruñón hoy eh. ¿Qué te pasa? ¿'tas crudo?".

"No... se supone que hoy en la tarde volveré a casa por la reunión familiar".

"Oh... ya veo".

Cuando le comenté lo que me tenía de mala gana, el rostro de Cristian cambio a uno relativamente comprensivo.

"¿Vas a volver hasta mañana?".

"Conociendo a mi padre, seguramente volveré esta misma noche".

"Hermoso..."

Ya lo estoy viendo venir. Con suerte todo irá bien hasta la cena, solo hasta que mi padre empiece a gritarme como siempre hace. Eso apesta.

"No entiendo. ¿Hay algún problema con que el señor Rem se reúna con su familia?".

Sí, es malo. Es muy malo Aneth. Horrible de hecho. ¡Nunca se puede estar tranquilo sin que ese viejo empiece a basurearme de la maldita nada!

"El problema no es ese, sino su padre".

Cristian aclaró, causando un rostro de confusión en el semblante de Aneth.

"¿Su padre...? ¿Qué problema tiene?"

"Bien. ¿Tú sabes que en estos momentos hay toda una situación entre el continente demoníaco y unos cuantos reinos, ¿cierto?"

"Es cierto. Los países involucrados y afectados son; El Reino militarista de Lestia, La Teocracia de Oxiris, El Imperio de Audelia y el Reino Helado. Cuatro países que están actualmente en guerra contra el Rey Demonio".

"Eso es correcto. Bueno, para empezar... El hermano de Rem es el mismo y actual Rey Demonio"

Dado el ligero cambio en la cara de Aneth, pude darme cuenta que ella acababa de quedar sorprendida. Pero rápidamente volvió a la normalidad tras asimilarlo un poco.

Cristian continúo con su explicación.

"Su padre, el anterior rey demonio, está enojado con Rem porque él se negó a sucederlo en el trono, y fue aun peor cuando también se negó a ayudar a su hermano".

"¿Se enojó con el señor Rem...?"

"Se la pasa diciéndome que soy una vergüenza para la familia y como demonio por no querer conquistar a los humanos, que soy una decepción para él y esas cosas."

"Ya entiendo..."

Enserio. ¿Porque tiene que enojarse conmigo? Si digo que no, es porque no quiero. No puede solo forzarme a hacer algo que no me apetece hacer.

"Mi padre es un idiota. Prefiero lidiar con el Kraken sin hacer uso de mi magia en lugar de verlo a él". Murmuré a regañadientes, apartando mi desayuno a medio terminar para cruzarme de brazos.

Tan solo pensarlo me da dolor de cabeza.

"Si es así entonces, ¿porque no permanece aquí y evita ir a la reunión?".

Ante la comprensible y valida pregunta que mi estimada acaba de ofrecer aquí, tuve que aclarar de mala gana el motivo por el cual, técnicamente estaba obligado asistir allí.

"Por qué a excepción de mi tonto padre, al menos tengo gente a la que le importo, y que muy seguramente no me reprocharán en cuanto me asome".

"Te... deseo suerte".

"Espero que le vaya bien en la reunión".

"Si si, como sea".

Estaba más que claro. Esta no iba a ser para nada mi noche.

"Cambiando de tema. ¿Qué tal te va a ti en enfermería? ¿Todo marcha bien?".

Hace unos días, Cristian pidió mi permiso para establecer un pequeño puesto de enfermería en el castillo. Esto con el fin de tratar a la gente que vino del pueblo esclavista hasta aquí, y para ser honestos, no me negué a la idea.

Los héroes son personas que nacen con el talento mágico y las capacidades físicas para convertirse en un guerrero. Aunque no era algo que se mostraba a tan temprana edad, dichos talentos irían desarrollándose mientras el héroe entrene o haga uso continuo de sus habilidades conforme va creciendo.



#6544 en Fantasía
#8978 en Otros

En el texto hay: aventura, magia, ficcion

Editado: 09.09.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.