El destino de Megan

Capitulo 4

En los aposentos de Niall, la pequeña Megan seguía luchando entre la vida y la muerte, las fiebres se habían apoderado de ella y en varias ocasiones Annette y Noah pensaron que sería el fin. Noah decidió pedirle a su madre que visitara a la muchacha, la experiencia de la anciana podía ayudarla a quedarse o a partir al viaje eterno

Uno de los días que Brigitte la madre de Noah estaba con ella, la muchacha comenzó a gritar inconscientemente.

  • ¡¡¡No!!!, ¡¡¡No!!!,

Está pobre muchacha tiene demasiados demonios con los que luchar, no sé si será tan fuerte como para vencerlos, siento que algo muy poderoso la ayuda a luchar para quedarse en este mundo. Cualquier otro ya se hubiese rendido.

Las fiebres duraron cerca de una semana y después, todo fue silencio.

  • Madre, de verdad que no lo entiendo ¿Cómo un cuerpo tan pequeño y a simple vista débil puede aguantar tanto sufrimiento? - preguntó Noah la curandera del clan
  • Hija, esa niña está luchando por algo más fuerte que su dolor. Noah quería pedirte una cosa. - Brigitte era la madre de Noah, antigua curandera.
  • Dime madre
  • Quiero ir a visitar a mi hermana Briana
  • Madre, hace años que no la ves. Además, no sabes dónde encontrarla. - A Noah le preocupaba ese viaje de su madre, era demasiado mayor.
  • Hija, se exactamente dónde encontrarla, la he visitado muchas veces, lo único que ahora soy vieja y estos huesos no aguantan el camino andando como cuando era más joven, por eso te lo estoy pidiendo, necesito que alguien me lleve.
  • Madre, ¿Crees que ahora es el mejor momento?
  • Hija, hay algo que debo contarte, Pero debes jurarme que no se lo contarás a nadie.

Lo que esa mujer le contó a su hija la puso los pelos de punta, era una información demasiado valiosa y su madre tenía razón había que sacarlo todo a la luz, pero a su debido tiempo. Ahora tendría que esperar.

Pasaron tres semanas y la chica seguía igual. Sus heridas exteriores iban sanando, aunque su alma seguía más en el mundo de los muertos que de los vivos.

Había superado las fiebres, en varias ocasiones tanto Noah como su madre pensaron que ya era la hora, y sin embargo lo había superado, si algo era cierto era que esa muchacha era una luchadora.

Niall estaba en el patio de armas, había estado fuera del castillo tres semanas y estaba deseando llegar para conocer el estado de su prometida, no entendía esa preocupación por una persona a la que ni siquiera conocía, y sinceramente, aunque lo que le había pasado era repugnante tampoco conocía los motivos de tal agresión y si en algún momento se podrían justificar. Pensar eso le causaba repulsa, pero había aprendido que no podía descartar nunca ninguna opción.

  • Hola Brigitte, ¿Cómo te encuentras? - preguntó el hombre al encontrarse a la vieja curandera en el patio.
  • Bien hijo, he venido a ver cómo se encuentra la muchacha antes de marcharme. - le contestó cariñosamente

Esa mujer era como de la familia, Niall no sabía cuántos años tenía, había ayudado a su padre a venir al mundo al igual que a sus tres hermanos y a él. Siempre había sido la curandera del clan, ahora eran su hija y su nieta las que se dedicaban a ayudar a los aldeanos.

  • ¿Cómo se encuentra, se ha despertado? - su tono denotaba preocupación.
  • No, todavía no. Hijo, esa muchacha está destinada a grandes cosas, no ha pasado todo lo que ha pasado en balde. Te lo aseguro

Niall no supo que decir, la verdad que estaba muy preocupado por esa chica y algo en su interior le decía que esa mujer tenía razón.

  • Hijo esa mujer es una fuerza de la naturaleza, si consigue vencer a la muerte vas a tener una compañera de la que sentirte orgulloso, además es bellísima. - la mujer cariñosamente le tocó la mejilla en un gesto muy maternal.
  • Gracias Brigitte por tus ánimos ¿Crees que se recuperará? - Niall cogió la mano de esa mujer para apretar la caricia
  • Eso depende de ella, si encuentra algo a lo que agarrarse a esta vida es probable que vuelva. ¿La has visitado?
  • No, acabo de llegar ahora mismo
  • Pues deberías hacerlo, no te arrepentirás, te lo aseguro.
  • Por cierto, Brigitte, ¿Dónde te marchas?
  • Oh, mi hermana me necesita y voy a hacerla una visita
  • No sabía que tenías una hermana, mandaré a algún hombre para que te acompañe. No quiero que hagas el viaje sola
  • Si, hace mucho que no la veo y estoy deseando hacerlo.

Brigitte le guiñó un ojo al joven y se despidió saliendo dirección a la aldea.

Niall entro en el castillo y fue en busca de su padre, tenía que ponerle al día de su viaje, pero no lo encontró por ningún sitio. Decidió subir a sus aposentos para ver cómo se encontraba la muchacha.

  • Hola madre. - Niall le dio un beso a su madre en la mejilla
  • Niall hijo, que alegría ¿Cuándo has vuelto? - su madre se levantó para darle un abrazo.
  • Hace un rato, he ido a ver a padre, pero no lo he visto. - dijo extrañado
  • Ha ido con Al a ver el ganado del norte.
  • ¿Cómo está la chica? - preguntó señalando a la cama
  • Las fiebres han desaparecido, pero sigue dormida. Estoy esperando que venga Noah para bajar a mis tareas. - A Annette se la veia agotada
  • Ve madre, yo me quedo aquí un rato con ella. - la instó a levantarse de la silla donde estaba sentada para que se fuera a descansar un poco.




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