En los aposentos de Niall, la pequeña Megan seguía luchando entre la vida y la muerte, las fiebres se habían apoderado de ella y en varias ocasiones Annette y Noah pensaron que sería el fin. Noah decidió pedirle a su madre que visitara a la muchacha, la experiencia de la anciana podía ayudarla a quedarse o a partir al viaje eterno
Uno de los días que Brigitte la madre de Noah estaba con ella, la muchacha comenzó a gritar inconscientemente.
Está pobre muchacha tiene demasiados demonios con los que luchar, no sé si será tan fuerte como para vencerlos, siento que algo muy poderoso la ayuda a luchar para quedarse en este mundo. Cualquier otro ya se hubiese rendido.
Las fiebres duraron cerca de una semana y después, todo fue silencio.
Lo que esa mujer le contó a su hija la puso los pelos de punta, era una información demasiado valiosa y su madre tenía razón había que sacarlo todo a la luz, pero a su debido tiempo. Ahora tendría que esperar.
Pasaron tres semanas y la chica seguía igual. Sus heridas exteriores iban sanando, aunque su alma seguía más en el mundo de los muertos que de los vivos.
Había superado las fiebres, en varias ocasiones tanto Noah como su madre pensaron que ya era la hora, y sin embargo lo había superado, si algo era cierto era que esa muchacha era una luchadora.
Niall estaba en el patio de armas, había estado fuera del castillo tres semanas y estaba deseando llegar para conocer el estado de su prometida, no entendía esa preocupación por una persona a la que ni siquiera conocía, y sinceramente, aunque lo que le había pasado era repugnante tampoco conocía los motivos de tal agresión y si en algún momento se podrían justificar. Pensar eso le causaba repulsa, pero había aprendido que no podía descartar nunca ninguna opción.
Esa mujer era como de la familia, Niall no sabía cuántos años tenía, había ayudado a su padre a venir al mundo al igual que a sus tres hermanos y a él. Siempre había sido la curandera del clan, ahora eran su hija y su nieta las que se dedicaban a ayudar a los aldeanos.
Niall no supo que decir, la verdad que estaba muy preocupado por esa chica y algo en su interior le decía que esa mujer tenía razón.
Brigitte le guiñó un ojo al joven y se despidió saliendo dirección a la aldea.
Niall entro en el castillo y fue en busca de su padre, tenía que ponerle al día de su viaje, pero no lo encontró por ningún sitio. Decidió subir a sus aposentos para ver cómo se encontraba la muchacha.
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Editado: 23.03.2025