El destino de Megan

Capitulo 5

Entró en la alcoba intentando hacer el menor ruido posible. No quería asustarla, tenía la necesidad de demostrarle a esa mujer que con él estaría segura y que no iba a permitirle que nadie la hiciera daño.

Pasó toda la noche con ella, cuando iba a levantarse para avisar a alguna de las doncellas que la cuidara y bajar a comer algo la miró por última vez. Megan se había vuelto a despertar y le miraba con los ojos muy abiertos, se le notaba el miedo a moverse temiendo que en cualquier momento le atacará.

  • No tienes que tenerme miedo pequeña, no te voy a hacer daño
  • ¿Quién eres? - preguntó asustada la chica
  • Soy Niall Mackington
  • Tú, vas, vas a...
  • No te voy a hacer nada. Solo te voy a cuidar
  • Pero él...- entonces comenzó otra vez a temblar
  • Megan, tranquilízate, yo no voy a hacerte daño

¿Quién coño es él? ¿Y qué coño te ha hecho pequeña? Niall tenía poca paciencia, sabía que no era su fuerte. Tenía ganas de coger a esa mujer para que le contara todo lo que quería saber de ella. Tenía que controlarse.

  • ¿Tienes sed? - le preguntó muy suavemente
  • Mucha

Niall llenó una copa con cerveza y se la acercó, ella fue a cogerla, le fallaron las fuerzas y Niall cogió la copa al vuelo, con una voz muy suave le dijo

  • Voy a acercarme para ayudarte a beber, no tienes que tener miedo de nada, ¿Entendido?

Megan contestó afirmativamente con la cabeza, no estaba convencida del todo, sabía que en cualquier momento ese hombre se echaría encima de ella.

Le puso la copa en los labios para que bebiera poco a poco, se dio cuenta que, aunque le había dejado acercarse no se fiaba de él, no le quitaba los ojos de encima, esos inmensos y profundos ojos verdes.

  • Eres muy grande. - le dijo la mujer cuando terminó de beber
  • Lo sé, pero no debes preocuparte. No voy a hacerte daño. Nunca le he hecho daño a una mujer.
  • Él no es grande y aun así me hace daño, tú me vas a hacer más. ¿Dónde está? - preguntó Megan mirando hacia todos los lados
  • ¿Quién? - intentó averiguar Niall

Megan miró hacia otro lado sin contestar, sus ojos se llenaron de lágrimas, solo pensar en el monstruo le asustaba.

  • Megan ¿Quién te ha hecho daño? - insistió Niall dulcemente

Ella sabía que no le podía decir su nombre, sabía que si le decía a alguien lo que le hacía o quién era la mataría. Se lo había dejado claro muchas veces, aunque también es cierto que tampoco nunca nadie se lo había preguntado.

  • No importa. - la chica hizo un gesto con los hombros como para quitarle importancia
  • Sí que importa Megan, a mí me importa, alguien te ha golpeado hasta casi matarte, - dijo Niall enfadándose cada vez más- ¿Sabes por qué estás aquí?
  • Sí. - la chica estaba cada vez más asustada, veía que ese hombre empezaba a enfadarse
  • No eres demasiado habladora ¿Verdad?
  • No estoy acostumbrada. - miró hacia el suelo tímidamente
  • ¿No estás acostumbrada a hablar? ¿Ni con tu familia ni amigos?

¿Porque ese hombre le hacía tantas preguntas? Nunca nadie le había preguntado tantas cosas, es más, nunca nadie tampoco le había preguntado nada.

  • No
  • ¿Tienes hambre? ¿Quieres comer algo?

Los ojos de Megan se abrieron como platos ¿Ese hombre le estaba ofreciendo comida? ¿No sabía lo que podía ocurrirle si su padre supiese que le daba comida?

  • No quiero que tengas problemas
  • ¿Porque iba a tener problemas?
  • Por darme comida
  • No te entiendo ¿Cómo voy a tener problemas por darte de comer? Tienes que comer para recuperarte
  • Padre se enfadará
  • ¿Y porque se iba a enfadar?

Megan volvió a quedarse callada, ese hombre o era demasiado valiente o demasiado idiota, se estaba jugando el cuello por estar hablando con ella. Si su padre se enteraba que estaba hablando con ella y ofreciéndole bebida y comida le castigaría, lo había visto otras veces, era cruel, por eso nadie se dirigía a ella, todo el mundo temía las consecuencias. Y el monstruo la castigaría si se enteraba que ese hombre estaba ahí.

Además, a ella la castigarían y sabía perfectamente cuál era el castigo por pedir comida, y ella no quería volver allí, hacía frío, los animales le mordían y había mucho silencio, no quería volver a la oscuridad.

  • Tienes que irte. - le instó Megan
  • ¿Por qué? ¿Te estoy importunando? - Niall pensó que la muchacha se encontraba incomoda con su presencia
  • No te pueden ver aquí. - Megan estaba empezando a ponerse demasiado nerviosa. Ese hombre no se daba cuenta del peligro que corría
  • ¿Quién no puede verme aquí?
  • Ellos
  • ¿Quién son ellos?
  • No importa. Solo vete




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