Cuando Niall entró en el salón una Rose sonriente estaba sentada junto a una Lady Marion sin color en la cara. Por la expresión de su amiga sabía que había cumplido con su objetivo, no lo había dudado en ningún momento, sabía de la capacidad de esa mujer para conseguir lo que se proponía.
Niall intuía lo que le había pasado a esa mujer, Rose con una jarra en la mano era capaz de tumbar al más fiero de los guerreros, no quería imaginarse lo que habría hecho con esa pobre mujer.
Rose contuvo una carcajada, no había duda que su amiga se lo estaba pasando en grande.
En ese momento entro Ellie, por su cara intuyó que la noche no había sido del agrado de la muchacha, cosa que le extrañó conociendo las artes de seducción de Allan.
A Niall no le pareció mala idea, la tendrían cerca y controlada, aunque a su amiga la noticia no le hizo demasiada gracia.
Niall y Rose se quedaron petrificados ante tal afirmación, tendrían que esperar que Allan les explicará que había ocurrido antes de sacar faltas conclusiones.
Alan lanzó una mirada de agradecimiento a su queridísima amiga, que si pudiera ahora mismo la comería a besos por haberle salvado el trasero. Respiró hondo y se sentó en la mesa.
Robert entró por la puerta, miró a todos los presentes para intentar averiguar por sus miradas como se encontraban, le entró la risa cuando vio las caras tan dispares de sus compañeros, eran como libros abiertos para él, casi, casi podía averiguar que le pasaba a cada uno.
Los tres hombres se quedaron admirando a Rose, esa mujer era como un terremoto, Robert era la persona más accesible que existía, pero era cierto que esa muchacha era una maleducada, si se unía a la corte real lo iba a pasar muy mal.
El Laird se despertó y descubrió que estaba en sus aposentos, no recordaba cómo había llegado allí la noche anterior, lo último que recordaba era estar en su despacho con el Rey bebiendo wiski y hablando de las estrategias de la guerra, el resto no lo recordabs. No le gusta la sensación que tenia porque le hacia sentirse vulnerable y tampoco podia dejar que se le notase. Cuando apareció en el salón todos se le quedaron mirando, o esa fue la sensación que le dio a él. Le saludaron y sin decir nada se sentó en la mesa. Ian entró en ese momento, se le veía con una sonrisa irónica en la boca. Todos pensaron que debía haber pasado una buena noche, Allan pensó que al fin y al cabo ellos se habían ido a disfrutar de los placeres carnales.
Alastair y Donovan no llegaron a desayunar, Niall se comenzó a preocupar, aunque hubiesen estado toda la noche bebiendo y divirtiéndose nunca habían faltado a sus responsabilidades. Todos comenzaron con el almuerzo, la idea era partir cuando terminarán y cuando “Lady Caprichos” lo tuviera todo preparado para salir.
Todos estaban deseando salir de allí, tenían muchas cosas que hablar, aunque se encontraban con el problema que llevaban a la insoportable de Lady Ellie con ellos.
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Editado: 23.03.2025