El destino de Megan

Capitulo 11

Donovan les narró su noche, como primero fueron al burdel, cuando entraron los siete hombres el ambiente era muy festivo, había algunos guerreros que ahora mismo iban con ellos, hombres del clan MacLeod y unas mujeres preciosas alegrando la velada.

  • Bueno, eso no es malo- se jactó Allan
  • No, eso no. Eso solo fue el principio

A Donovan le llamó la atención como el ambiente cambió cuando llegaron, las mujeres se tensaron y los MacLeod prácticamente desaparecieron. Ya no había alegría y nadie se divertía. Ian comenzó a pedir bebida y él y sus hombres comenzaron a molestar a las mujeres con groserías y malas palabras. Eran bruscos con ellas y la situación se volvió cada vez más humillante, el alcohol empezó a correr por doquier y cuánto más bebían más agresivos se ponían

  • Vamos que a ese hombre le gusta ser el centro de atención. - volvió a intervenir Allan
  • Y también ser macabro e infundir miedo. - susurró Donovan

Llegó un momento que comenzaron a propasarse con las chicas, no buscaban un rato de diversión entre las piernas de una mujer, ni saciar las necesidades masculinas, era algo más hostil, era ejercer poder. Les narró cómo se inició una pelea cuando uno de los hombres de Ian intentó someter a una de las chicas en una mesa delante de todos y uno de los hombres de Robert le frenó.

Después de la pelea a Ian se le notaba muy borracho y muy excitado, entonces es cuando comenzó el infierno

  • ¿Abusó o maltrató a alguna mujer? - dijo Allan con la cara desencajada.

A Allan le encantaban las mujeres y disfrutar de su compañía de todas las maneras posibles, pero las veneraba, para él eran seres celestiales, intocables y que había que cuidar. Cómo él siempre decía, hasta la mujer más ramera es la madre de un futuro guerrero escocés.

  • Ojalá amigo, ojalá hubiese sido eso. He luchado en muchas batallas, he sentido miedo, ira, repulsión, pero lo que viví ayer nunca jamás lo había vivido y espero no volver a verlo. - se lamentó Donovan

Donovan se quedó mirando al horizonte buscando fuerzas para continuar.

Después de la pelea decidió que era hora de disfrutar de verdad y con mujeres que mereciera la pena, que no pusieran impedimento a las demandas de los hombres de verdad. Donovan estaba convencido que su cabeza estaba tan trastornada que no se había dado cuenta que ellos estaban allí.

Les explicó con detalle donde aparecieron, era una casucha vieja, su interior estaba totalmente vacío de muebles, solo unos jergones de paja en el suelo cubiertos de mantas raidas.

Niall no pudo dejar de pensar la habitación donde Megan había vivido toda su vida. Apretó los puños hasta dejar los nudillos blancos.

  • Dentro había unas quince mujeres de varias edades y estructuras ósea, estaban desnudas, desnutridas y algunas bastante magulladas, y todas, absolutamente todas aterradas. - los ojos de Donovan brillaban por las lágrimas al narrar lo que había visto. - Las mujeres al verlos intentaron huir y se desató el infierno.

Todos se dieron cuenta que por las mejillas de Donovan corría un hilo de lágrimas. Sin darse cuenta habían parado la marcha.

  • Don, no nos vas a contar que esos hombres abusaron de las mujeres. - preguntó Robert con miedo a las respuestas.
  • No sé si lo que yo vi ayer es abusar, de verdad. Esos hombres se lanzaron sobre ellas. Las mancillaron de todas las maneras posibles, utilizaron sus cuerpos a su antojo, las poseyeron de todas las maneras posibles, incluso de algunas que yo no sabía ni que se podía, lo hicieron entre varios hombres a la vez o turnándolas, las golpearon...
  • Basta Don, no hace falta que sigas, nos hacemos una idea, o no.- Dijo Niall
  • Henry y Ben vigilaban a esos animales en lo que nosotros hablábamos con las chicas, que al principio estaban asustadas y reacias a hablar. Aunque entiendo que no es fácil mantener una conversación con un hombre desnudo después de haber sido mancillada varias veces seguidas.
  • ¿Cuánto duró ese infierno Donovan?
  • Demasiado. Robert antes de salir de allí está mañana he jurado por el honor de mi apellido que las liberare y las vengare. No descansaré hasta que lo consiga me cueste lo que me cueste. - juró Donovan
  • Y te aseguro que ese día yo estaré contigo en primera fila. - sentenció Robert

Niall y Allan juraron ayudar a esas mujeres, aunque no hacía falta ambos ya lo habían decidido mientras escuchaban la historia.

En ese momento Rose y Al volvían con el resto del grupo. Al entre vómitos y lágrimas le había contado la historia a su amiga, que con su sabiduría le había tranquilizado.

  • Niall te pedí las pelotas del culpable, ahora Robert te solicito la de todos aquellos que hayan abusado alguna vez de alguna de esas chicas. Pienso hacerme un precioso collar que luciré en el siguiente baile de palacio. Te juro que a ningún escocés le van a quedar ganas abusar de ninguna mujer nunca más. - Rose estaba totalmente convencida con tus palabras.

Todos se quedaron en silencio sin saber que decir, sabían perfectamente que Rose iba a cumplir su promesa, no tenían ninguna duda.

  • Niall, ese hombre está loco, es muy peligroso, en sus ojos se reflejaba que había perdido la cordura y lo peor es que eso le provocaba un placer inhumano. Cuánto más agresivo más disfrutaba, cuánto más vejaba más se endurecía, cuánto más penetraban más quería. No era humano era un monstruo. - dijo Alastair en un susurro.
  • ¿Creéis que habrá tenido a Megan allí? - pregunto Robert mirando a Niall con compasión.
  • No- sentenció Al. - Hablé con las chicas y ninguna conocían a nadie llamada Megan ni con sus características físicas.




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