Niall cada vez estaba más nervioso, habían pasado varios días y los MacLeod no habían actuado, temía que estuvieran trazando un plan de ataque, ya que solo estaban su hermano y él para la batalla y ellos estaban acostumbrados a luchar con sus amigos en equipo.
Sin embargo, su relación con Megan cada vez iba mejor, poco a poco la mujer se sentía más relajada cuando estaban juntos, aunque había surgido un pequeño problema, Donovan.
La relación entre Megan y Donovan era mucho más relajada y estrecha que la que tenían ellos dos. Megan se reía con su hermano y se la veía relajada, hablaban mucho, cosa que, con él, aunque ya formaba frases un poco más largas seguían siendo escasas.
Niall quería tener con ella la relación que había entre Megan y Donovan, cada vez le gustaba más esa mujer y cada vez quería tenerla más al lado, era consciente que ella no sentía lo mismo, y ya había pasado por demasiado dolor, no sería él quien la impediría ser feliz, si su felicidad estaba con Donovan, cuando estuviera fuera de peligro la liberaría de su unión y les permitiría ser felices, aunque se muriera de celos.
Niall se sobresaltó estaba sumido en sus pensamientos y no había visto entrar a su madre.
Annette lo suponía, había estado observando la relación de esos dos muchachos, como la chica cada vez se apoyaba más en él y como iban surgiendo unos sentimientos en ambos, aunque ellos todavía no se hubieran dado cuenta.
Niall se confesó con su madre sobre sus sentimientos por Megan, esa mujer se había colado dentro de su piel, su deseo de protegerla, de cuidarla, de mimarla y de estar con ella continuamente. Cuando no estaban juntos la echaba mucho de menos y cuando la veía con otras personas envidiaba no ser él quien estuviera en ese lugar.
Niall le contó a su madre las sospechas que tenía sobre los sentimientos de Megan hacia Donovan y también pensaba que eran recíprocos, los había visto interactuando y lo tranquila que se veía a la muchacha cuando estaba con su hermano.
El hombre miró a su madre sonrojado, tenía confianza con ella, le pedía consejo sobre muchas cosas, pero nunca habían hablado de los placeres carnales. Además, tampoco entendía que tenía que ver eso con los sentimientos de la muchacha, muchos matrimonios compartían ratos en el lecho conyugal y no se creaban sentimientos afectivos, la mayoría de los matrimonios de las Highland se realizaban por intereses para los clanes, y el suyo había sido inicialmente uno de ellos.
Annette hablo largo rato con su hijo, primero de las evidencias que tenía su cuerpo cuando la llevaron al castillo sobre como habían abusado de ella, después de las cosas que esa muchacha desde su inocencia le había contado sin ser consciente realmente de lo que le había ocurrido.
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Editado: 23.03.2025