Robert había decidido que el Benedicto del juicio se celebraría al aire libre. Necesitaba aire, le agobiaba estar dentro de ese castillo, además mandó llevar los cuerpos de los guerreros muertos, Alfred, uno de sus guerreros le había comunicado que efectivamente alguno de los falsos guerreros llevaban la marca de la estrella.
En el patio principal habían colocado un pequeño estrado con dos sillas, en el que se sentarían Robert y George, a los laterales había varias sillas para los Lairds y sus esposas, además de su madre. En el otro lateral estaban Allan, William, Rose e Ian como consejeros. Detrás del estrado estarían situadas Marión y Elisabeth como clan anfitrion. En frente del estrado habían colocado un hueco para que los acusados estuvieran presentes. Como era tradición en una mesa se habían colocado varias jarras de vino con copas para poder brindar al final del juicio y quedar sellada la sentencia.
Toda la comitiva real estaba presente colocados detrás del lugar que ocuparían los acusados
Si esa gente quería espectáculo, tendria espectáculo.
Los cuerpos de los guerreros que le habian intentado asesinar estaban colocados en fila delante de él tapado con unas mantas.
Nadie supo contestar
Se estaba jugando mucho, si no tenía éxito en su plan el futuro de Escocia, de su reinado y principalmente de su amigo corría peligro.
Un Ian rojo de rabia se sentó en la silla. Robert discretamente miró a los Lairds con disimulo que tenían una sonrisa de orgullo en sus labios. Bien, estaba funcionando, la expectacion era máxima.
Por uno de los laterales aparecieron Donovan y Niall con las manos y los pies atados y una cuerda atada al cuello del que tiraban unos guerreros MacLeod como si fueran animales. Esperaba que sus amigos pudieran perdonarme algún día.
Detrás iba Mikel Mackington también atado y custodiado por dos guerreros.
Todos se quedaron en silencio cuando aparecieron dos guerreros arrastrando un cuerpo inerte.
Colocaron a los presos detrás de los cuerpos muertos
Uno de los guerreros contestó intentando encubrir a su jefe
Robert volvió a mirar la silla vacía a su lado ¿Que estaría tramando ese hombre para no estar presente? Si pensaba quitarle autoridad haciéndole esperar estaba muy equivocado, ahora o nunca era el momento de dar a conocer su autoridad y hacerse respetar.
El Laird del clan MacNeill expuso los hechos que inculpaban a Niall y su clan como artífices de la traición y el intento de asesinato.
Niall miró a su amigo, cuando sus miradas se cruzaron Robert le guiñó un ojo para tranquilizarlo. Eso era una señal que tenían un plan, miró a su alrededor, Alan tenía un rictus serio, Rose su típica sonrisa de "lo tengo todo controlado", los Lairds tenían cara de preocupación y los MacLeod parecía que habían bebido vino avinagrado, se les notaba muy incómodos.
Niall se tranquilizó al ver que ni su madre, ni su hermana, ni Megan estaban allí, eso significaba que seguían escondidas y a salvo.
Robert asintió con la cabeza.
Una exclamación general se escuchó en el patio del castillo.
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Editado: 23.03.2025