El destino de Melania

SEIS

―No podemos decir nada― ella traga saliva con dificultad y comienza a dar vueltas por todo el viejo jardín―. Es mi decisión y quiero que sea respetada.

―Lo entiendo querida, pero si haces eso, tienes que estar consciente de las consecuencias. Ellos quedarán desprotegidos hasta no sé cuándo, y ahora que los muérganos están revelándose, no creo conveniente tomar esa decisión― la anciana le responde.

―Y es por eso que lo he decidido, utilizare el Fernweh. Tienes que entender que solo así podre mantenerlos a salvo, los muérganos quieren algo que tengo y por nada en el mundo pueden saber que se los he robado. ― El rostro de la joven se torna oscuro, sabe que ya no hay alternativa, y está dispuesta a perder su cargo por defender a los suyos.

―El Fernweh es muy poderoso, cortara todo aquel lazo de antecesores y después de ti no habrá nuevo maestro que los guie.

―!Si habrá!

― ¿Hasta cuándo querida? Pasaran años y eso no sucederá.

Ella lanza una mirada furtiva y dice:

―Lo hare. Es mi última palabra― se la media vuelta para retirarse.

―!Espera! Antes debes saber algo. Aquel que sea el próximo descendiente a maestro será…

 

Un fuerte golpe me despierta del sueño.

Siento la cabeza pesada y los parpados atontados. Si eso fue un sueño, no me interesa saber como será una pesadilla.

Todo lo sentí demasiado mío, como si en otra vida yo hubiera sido esa joven. Podría jurar que siento como mi garganta descansa después de haber hablado con esa mujer.

Pero lo más extraño de todo, es que no era una conversación normal, ellas hablaban de los Muérganos y los Fernweh.

Solo hay una persona que me puede ayudar a descifrar el significado de todo.

 

A pesar de ser las siete de la mañana, tengo la esperanza de poder encontrar a Adrien en la tienda de su madre, pude haber ido a su casa pero me pareció demasiado inoportuno y extraño, después de lo que sucedió ayer dudo mucho que su madre me pueda ver con los mismos ojos, y además no se si Adrien ya le hablo sobre mi; si es que hay algo que decir.

La puerta está cerrada y me desilusiono, realmente deseo saber a qué se debe que haya soñado todas esas cosas, sé que Adrien no es adivino, pero creo que puede hacer algo con su magia o lo que sea que producen sus manos.

― ¿Buscabas algo? ― Sin antes voltear, sé que se trata de Evan.

―Adrien, ¿sabes dónde se encuentra? ― pregunto sin siquiera saludarlo, a fin de cuentas él tampoco ha sido muy educado.

― ¿Se puede sabes para que lo quieres? Son las siete de la mañana.

Pongo los ojos en blanco ante su comportamiento irritable.

 ¿Que acaso no se cansa de ser así?

―No.

―Entonces no sé dónde se encuentra― contesta.

―Donde se encuentra ¿quién? ―Adrien aparece detrás de Evan y al verme se queda estático.

Me limito a sonreírle tímidamente y el me responde igual.

―Ella te busca― dice Evan mientras me apunta con el dedo.

―Necesito ayuda con mi celular y quería saber si me puedes ayudar― es la única escusa que se  me ocurre para no poner alerta a Evan.

Ambos me miran con el ceño fruncido.

―Claro― contesta Adrien después de unos segundos―. Ahora vuelo Evan.

Me hace seguirlo hacia un callejón a la vuelta del local, abre una pequeña puerta y me hace entrar.

Todo huele a húmedo, y hasta enciende la luz, me doy cuenta que nos encontramos en la bodega de su tienda.

―Tuve un sueño― me apresuro a decir. Al principio pone cara de ¿en serio has venido por un simple sueño? ― Dos mujeres hablaban sobre los Muérganos y los Fernweh. Solo recuerdo que una le decía a la otra sobre los peligros de utilizar el Fernweh.

Adrien toca el símbolo en su cuello.

― ¿Sucede algo? ― pregunto.

―Nos llaman Fernweh porque ese es el nombre del símbolo. Según mi madre, nos fue otorgado con el fin de pasar desapercibidos ante cualquier amenaza Muergana, y para poder distinguirnos entre los humanos.

― ¿Por qué soñé eso? Es como si alguien hubiera metido esos recuerdos en mi mente.

―Puede ser que sí.

Ahora sí que no entiendo nada.

―Esto se pone cada vez más difícil de entender. Vine a buscarte porque quiero respuestas, pero en lugar de eso, parece que tratas de darme más preguntas― digo con tono molesto.

Estar con Adrien es un juego difícil de terminar, todo se resume a preguntas sin contestar, y eso ya  me está cansando.

―Quieres oír la peor parte de la historia, está bien― farfulla―. Los brujos pueden meterse en tu mente y obtener información.

― ¿Para que querría un brujo obtener información sobre mí? ― pregunto exaltada.

―No sobre ti. Si no de alguien más. Si un brujo obtuvo ese recuerdo, o “sueño” que es como tu lo llamas, quiere decir que una de esas mujeres tiene lazos de sangre contigo, o tal vez alguien que las escuchaba tenia esos lazos.

«¿Por qué todo tiene que ser tan confuso?»

―Quiere decir que alguno de mis ancestros estuvo realmente en esa conversación― digo mas para mí misma.



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En el texto hay: romance entre humanos y magos, magia y amor

Editado: 21.06.2018

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