3. Sorpresa

Se quedaron en silencio meditando las palabras de la desconocida. En cierta parte tenía razón. La única manera de que salieran de ese lugar era ese, una de ellas tenía que sacrificarse para el bien de las demás a pesar de lo feo y terrible que eso sonara. Ninguna quería ver morir a una de ellas, lo mejor sería pensar en otra solución para eso, siempre había una y esta no sería la excepción.

—Yo lo haré—hablo Moon decidida alzando su barbilla mirándolas a todas—. Soy rápida y ágil, puedo moverme por donde sea sin problemas, aparte, práctico Parkour por lo que puedo usar los pasillos que tienen botes de basura para impulsarme y saltar por los aires dándoles el tiempo perfecto para llegar a la biblioteca. No estamos tan lejos del así que pueden hacerlo.

Charlotte y Sam la miraron omitiendo su valentía— ¿Tú estás loca verdad?—pregunta Sam—¿Cómo siquiera crees en hacer algo como eso? Estarás muertas al igual que esa pobre chica una vez que pongas un pie afuera. Lamento decirte esto, pero no tienes oportunidad contra algo como eso, lo siento, pero no, esta vez no. Lo mejor es esperar un poco más y pensar en algo.

—Concuerdo contigo—asiente Charlotte dándole la razón a su amiga—. No durarás ni un segundo viva allí afuera, lo mejor será esperar aquí y...

— ¿Y qué? —pregunta la desconocida poniéndose de pie—. No es por nada malo, pero no debemos seguir perdiendo más tiempo, esa cosa entrará aquí en cualquier momento y nosotras seremos historia—dice mirándola para luego desviar su mirada hacia Moon—realmente admiro mucho tu valentía, tienes mis respectos.

— ¿Respecto? ¿Estás hablando en serio? —pregunta Charlotte empezando a enojarse con aquella chica por su actitud—. ¿Acaso estamos en los tiempos aztecas para andar sacrificando humanos a diestras y siniestras? ¿Te crees con el derecho de hacer algo como eso? —pregunta acercándose a ella de forma amenazante.

Charlotte era más grande que ella por unos centímetros, sintió unas fuertes ganas de tomarla por el cuello y pegarle en la cara para que dejara esa estúpida idea de que una de ellas tenía que sacrificarse para que las demás pudieran salir de ahí, no permitiría algo como eso.

—A ver Charlotte, cálmate—interviene Moon poniendo una mano en su pecho alejándola de la desconocida que se había mantenido quieta en su sitio sin despegar la vista de la morena—. Sé que no es la mejor idea ahora, pero es lo único que tenemos. Aunque nos cueste reconocerlo es la única manera, no hay opción, por eso, respecta mi decisión... —dice mirándola intentando sonreírle a su amiga para que se calmara.

Niega con la cabeza alejándose de ella—Podemos esperar un poco más, aún no es tarde para tomar otra decisión—responde casi suplicándole a su amiga que no hiciera algo como eso.

—Tienes muy poca fe en mí... —responde algo divertida—puedo con esto, sé que sobreviviré y cuando lo haga iremos a ese maldito club a celebrar por nuestra victoria.

Suspiro mirándola. No podía creer que a pesar de todo esto su amiga estuviera bromeando ¡por Dios! Perdió a sus hermanos y ella aún seguía tratando de sonreír y seguir adelante a pesar de la gran pérdida que había tenido esta noche. Era consiente que su familia era la cosa más importante en su vida, se acercó a ella abrazándola—Gnomo de jardín vuelve a nosotras salva y sana...—dice y Sam también se une al abrazo.

Después de despedirse y prometerse que volverían a encontrarse las seis empezaron a retirar las butacas de encima del escritorio, después retiraron el escritorio.

Moon se preparó mentalmente y físicamente para salir de allí dando pequeños saltos lista para empezar a correr. Estaba asustada, tenía mucho miedo de terminar como aquella chica, pero tenía que intentarlo. Tenía que sobrevivir y volver a ver a su madre.

La puerta se abrió y salió disparada hacia el pasillo sin mirar hacia atrás, escucho los rugidos de la bestia detrás de ella. Doblo hacia la derecha visualizo el bote de basura pegado a la pared al final del pasillo, corrió hacia él para tomar impulso y dar una voltereta cayendo detrás de la bestia.

No se detuvo a verlo y corrió de nuevo hacia el siguiente pasillo escuchando como el animal se estrellaba contra la pared fuertemente. De inmediato tuvo la idea de seguir haciendo lo mismo hasta que al menos lo noqueara y así poder llegar a la biblioteca.

Vio de nuevo el siguiente zafacón y volvió hacer lo mismo de hace un segundo. En el otro pasillo había dos por lo que se impulsaría de uno para saltar al otro y caer hacia el pasillo derecho dando la vuelta en el aire y seguir corriendo derecho por aquel pasillo. Al hacerlo giro la cabeza por un momento viendo como de nuevo la bestia chocaba con la pared con un fuerte golpe, un poco más y listo.

Lamentablemente, al volver a mirar al frente choco con algo duro y fuerte cayendo al suelo de bruces dándose un fuerte golpe en el codo derecho, gimió de dolor mirándose el codo.

Escucho detrás de sí como la bestia gruñía sin cesar por lo que giro la cabeza de inmediato viéndolo ser consumido por el fuego, se sorprendió por eso, ¿Qué carajos...?

—Moon... —escucho una voz gruesa decir su nombre por lo que trago en seco girando su cabeza lentamente encontrándose primero con unos zapatos negros de vestir pulcramente limpios.

Fue mirando más arriba viendo unos finos pantalones negros, una corea, una cadena que sobresalía de adentro del saco negro colgando con un pequeño dije, una camisa blanca con corbata, una cadena plateada en el cuello. Un fino mentón con unos labios gruesos y rojos con un pequeño lunar debajo. Una nariz respingada con un pequeño y diminuto arete en él, unos ojos grandes de color del oro, dorados y brillantes; unas espesas cejas negras siendo algo cubiertas por largos mechones de cabello negro que caían desparramado por toda su frente, aretes colgando en sus oídos con forma de cruz.

Retrocedió asustada no confiando en su... maldita belleza— ¿Quién eres? ¿Eres uno de ellos verdad? ¿Cómo sabes mi nombre? —pregunta poniéndose de pie volviendo a retroceder.