El Destino de Moon

16. Borrón amarillo

Paso de largo ignorando a sus amigas directo hasta el baño abriendo la puerta dejando su mochila en el suelo poniendo ambas manos en el lavabo bajando la cabeza cerrando los ojos tratando de respirar profundamente.

La puerta se abrió de inmediato sus amigas entrando viéndola bien preocupadas.

— ¿Qué sucede?—pregunta Charlotte acercándose a ella.

—Estoy perdiendo el control de mi misma...—susurra alzando la cabeza viéndose en el espejo como sus ojos negros brillaban—no sé, pero creo que me transformaré aquí mismo...

Sus amigas se miraron entre sí asustadas.

— ¡Veré si Dorian aún no se ha ido!—exclama Leslie saliendo del baño.

Giro la cabeza para verla salir disparada hacia la salida. Entro en pánico, si el estupidolfo venía las cosas se complicarían más, apenas pudo controlar sus impulsos en el auto, no creía seguir controlándolo más.

—Deténganla... —susurro tratando de acercarse a la puerta, pero se mareó cayendo de rodillas al suelo.

—Has estado confinándome en lo más profundo ignorando mis deseos y suplicas... eso no es muy amable de tu parte...

Se quedó estática escuchando la voz de Lila.

—Lila...

—La misma...

—¿Qué crees que estás haciendo?

—Ha pasado mucho tiempo desde que encontramos a nuestro Soulmate, deberíamos estar unidos hace tiempo ya, pero tú y el son dos estúpidos que evitan lo inevitable... Adán y yo estamos muy disgustados con ustedes... si no lo hacen ya, nosotros nos encargaremos.

Cayó al suelo volviéndose un ovillo teniendo una pelea interna con su loba interior.

—¡A ver! ¡¿No se supone que esas cosas solo sucede con los lobos macho?! ¿Por qué coños quieres tomar el control de mí ahora?

—Ya te lo dije, si no nos unimos correremos el riesgo de que otro hombre nos reclame y ya no podríamos ser la Soulmate de él.

—Eso no puede ser posible...

—Si es posible porque eres parte de la familia real. Solamente a nosotros se nos permite que otro lobo nos reclame si el original no nos marca y no hace que nos unamos él. ¿Quieres que sea otra persona nuestro dueño?

Sintió unos brazos abrazarla por la cintura. Abrió los ojos, topándose con los ojos dorados de él. Respiro su olor.

— ¿Ves? No niegues lo que sientes, deja las cosas en el pasado y empecemos de nuevo. No perdamos más el tiempo...

Apretó su camisa respirando hondo, empezando a calmarse por su cercanía y aroma. Su barbilla estaba en su cabeza, la respiración calmada y tranquila, ¿Cómo podía estar así en estos momentos? Ella ya estaba a casi de perder la cordura.

¿Y quién dice que no está igual que tú?, Es un soldado, sabe ocultar muy bien sus emociones. Eso tienes que tenerlo presente desde ahora en adelante.

—Nosotras nos iremos a clases...—anuncian sus amigas nerviosas mirándolos sentados en el frío suelo del baño—le diremos al profesor que entraras más tarde porque no te sientes bien... —salieron del baño dejándolos a solas.

~*~

Faltaban pocos minutos para que despacharan.

Tuvo que faltar a primera clase porque se había quedado con el estupidolfo en el baño durante toda una hora tratando de calmarse.

Estaba algo asustada porque la unión sería igual que el mismo infierno que había pasado su hermana. De todas formas tenía que hacerlo, ya estaba bastante clavada con ese hombre.

La campana sonó, tomo su mochila saliendo del aula seguida por sus amigas.

Ellas iban hablando de algo que ignoraba totalmente, ya que estaba sumergida en su propio mundo dándole vueltas a las palabras de Lila, no podía dejar que llegara la luna llena sin ser marcada.

Su esencia sería más fuerte y llamaría la atención de cualquier lobo que pase cerca de la mansión para reclamarla como suya para siempre, preferiría mil veces a Dorian que a un lobo desconocido.

Quién sabe si termina siendo un psicópata, mejor no. Tenía exactamente una semana para la luna llena.

Charlotte y Sam se despidieron de ellas, miro a Leslie— ¿Lista?—dijo y asintió.

Habían dejado un trabajo a las dos juntas, lo harían en la mansión para entrenar y luego hacerlo. Pidió permiso para quedarse a dormir.

Caminaron hacia el auto, ella entró de copiloto tal como se lo pidió. No se acercaría a él para que no sucediera lo mismo de esa mañana. Al entrar vio a sus hermanas escuchar música en sus audífonos muy entretenidas con sus teléfonos, el dulce olor a canela y eucalipto le dio de lleno que tuvo que meter la cabeza en su mochila para que el olor no le diera tan fuerte.

Sintió como el auto se ponía en marcha.

Maldito, quería ser como él y controlar bien sus emociones...

Aunque aquella vez casi pierde el control...

Saco un chin su cabeza mirándolo. Tenía una sola mano en el volante marcándoseles las venas en sus brazos el juego de anillos con la cadena de la cruz colgando. El cabello revuelto. Quería pasar sus manos por ahí igual que la última vez, con su mano libre acariciaba su labio inferior.

Suspiro embobada recordando cuando lo beso. Pero Allison volvió a entrar su cabeza a la mochila, hizo un puchero, quería pecar.

Llegaron a la mansión, salió del auto tomando aire fresco. Siguió a sus hermanas subiendo las escaleras entrando a la casa. En el pasillo se encontró a Jared y Lexer con sus uniformes negros.

—Al fin llegas...—dice Jared mirando a Dorian que estaba detrás de ella— hay que irnos, nos están esperando.

— ¿A dónde van?—pregunta Allison mirando a Jared.

—Tenemos un asunto importante que atender... —contesta.

—Irán con Briela—dijo dándose la vuelta mirando a Dorian con su uniforme también.

—Si—responde pasando por su lado.

— ¿Puedo ir con ustedes?—pregunta dando un paso hacia delante.




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