El Destino de Moon

24. Respecto

~Audrey~

Los días pasaban y aún seguía sin hablarle a su mejor amiga después de que tuvieron esa pequeña discusión aquel día luego de que regresara a la escuela por haber faltad.

Dalia se había acercado a ella pidiendo que le explicara el motivo de su repentina desaparición y porque le estaba hablando mentiras. Quería saber la verdad, estaba muy preocupada por su amiga y como ella no sabía mentir se estresó diciéndole que la dejara tranquila y dejara de hacer tantas preguntas que todo estaba bien y no tenía que preocuparse de nada.

Y al decir eso empezaron a discutir de que una no era totalmente sincera con la otra y que estaba siendo muy grosera como para que le valiera madres sus preocupaciones y la otra porque era muy exagerada con todo, que si era su amiga al menos entendiera y respetara de que no estaba lista para hablar todavía.

Al ninguna llegar a un acuerdo dejaron de hablarse, solo se miraban con odio fingido ignorándose mutuamente como ahora.

Sus casilleros quedaban uno al lado de la otra y solamente se limitaban a mover su cabello de un lado a otro fingiendo ignorar la presencia de la otra. Se miraron por un segundo para luego girarse llamándose chusma.

Camino hacia el salón de literatura, era la última clase del día.

Entro yendo hacia los últimos asientos sentándose cerca de la ventana mirando hacia afuera muy tranquila hasta que Verónica, la chica que la odiaba a muerte, se paró enfrente de ella cruzándose de brazos con una expresión divertida.

— ¿Pensando en cómo le dirás a tu hijo que su madre es una golfa?—pregunta viéndola de arriba abajo.

La mira ya aburrida por sus comentarios estúpidos—de hecho, estoy reflexionando de cómo es que alguien puede abusar tanto del privilegio de ser una total estúpida e ingenua que cree todo lo que le dicen... pero que se puede esperar de una persona que cree que el profesor de educación física dejara a su esposa por una niña como tú...—responde poniendo ambas manos en su barbilla sonriendo.

No pudo responderle porque el profesor entro a clases por lo que la vio alejarse con su cara toda roja por la ira.

Desde que Zack empezó a traerla y a buscarla, surgieron fuertes rumores de ella. Lamentablemente, una de las amigas cercanas de Victoria escucho la pequeña discusión que tuvo aquel día con Dalia en donde le sacaba en cara porque ella y toda su familia se habían mudado de la noche a la mañana y porque aquel hombre misterioso la traía siempre a la escuela.

Entonces, Verónica empezó a esparcir por toda la escuela que ella estaba embarazada de ese hombre misterioso, que se habían casado y por eso su familia se mudó porque provenía de una rica familia. Que ella lo sedujo por su dinero y prestigio que se embarazó para obligarlo a casarse con ella, ya que era menor de edad y podía acusarlo...

Los humanos siempre sacando conclusiones sin antes averiguar primero todo el asunto...

La clase transcurrió tranquila sin ningún percance hasta que la campana sonó anunciando el fin de las clases.

Tomo sus cosas saliendo al pasillo caminando directo hacia la salida hasta que Verónica la detuvo.

—Al menos yo no obligue a un hombre a casarse conmigo por estar embarazada... de seguro es de otro y le haces creer a ese pobre hombre que es suyo... ¿No que estabas enamorada de Paul? Me parece que eso solo era una farsa...—hablo delante de toda la escuela causando murmullos y miradas curiosas hacia ellas.

Se giró mirándola tratando de no perder el control y arrancarle la cabeza ahí mismo. Ya estaba harta y cansada de todos, nada más esperaba con ansias de que terminara el año escolar y así poder deshacerse de todos esos humanos estúpidos.

—Habla la chica que espera a que su profesor se divorcie para casarse con ella...—la voz de Dalia hace que todos se giren para verla—mi amiga no necesita embarazarse o perder la dignidad para estar con un hombre como tu Verónica... no todas somos unas destruye hogares que anda seduciendo a hombres casados para tener un poco de atención en su vida... ¿Qué?, tanta es la envidia que le tienes que inventar rumores falsos, ¿acaso también quieres quedarte con su novio?... y la puta soy yo—contesta ladeando la cabeza viéndola con una sonrisa divertida.

La vio volver puño sus manos mirándola con odio, se acercó a ella despacio.

—Por una vez en la vida deja de ser tan hipócrita... —susurra pasando por su lado llegando a su amiga entrelazando su brazo con el de ella caminando hacia la salida.

—Cuidado que la máscara de niña buena y santa se te puede caer en cualquier momento...—le dice Audrey con una risita siguiendo a su amiga.

Al salir ve el auto de Zack a los lejos, se detuvo viendo a su amiga.

—Creí que estabas enojada conmigo...—dice viéndola con una ceja alzada.

—Claro que lo estoy, pero no iba a permitir que una perra como ella humillara a mi amiga delante de todo el mundo—responde retirando su mano con fingido asco—así que adiós chusma...—dice echando su cabello hacia atrás alejándose de ella.

La miro por un momento para luego echarse a reír negando con la cabeza divertida. Camino hacia el auto abriendo la puerta dejando su mochila entre sus piernas poniéndose el cinturón.

— ¿De qué te ríes?—pregunta poniéndose en marcha siguiendo a Dorian.

—Ah... solo es que... Dalia aún sigue sin hablarme porque aún sigue enojada de que no le diga la verdad, pero eso no la detuvo para defenderme hoy de Verónica...—responde suspirando mirando por la ventana.

—Esa chica de nuevo...—murmura.

—Sí... ya estoy bastante cansada de ella, ya no encuentra que más cosas inventar de mí ahora...

Por todo el trayecto se mantuvieron en silencio, al cruzar el portal se desviaron por otra calle hacia la mansión Vandelier.

Se bajó del auto tomando su mochila caminando hacia la casa. Al entrar subió las escaleras hacia la habitación que compartía con Zack para darse una ducha y cenar luego.




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