42. Milagro

Un salto al tiempo parte 5

~Jack~

Clavo sus finas uñas causándole un terrible dolor. Sentía como su cuerpo empezaba a calentarse de sobre manera, como si ardiera por dentro. Sus manos se volvieron puño, se puso de rodillas. Todo el cuerpo le dolía, quería toser, pero le era imposible con sus manos en su mentón evitando que abriera la boca con sus dedos.

Sintió como sus ojos empezaban a humedecerse haciéndole imposible ver algo. Salía sangre caliente de sus oídos y por la nariz. Empezaba a ahogarse con su propia sangre, no podía respirar bien, por lo que empezó a forcejear con ella para que lo soltara, pero sonrió.

— ¿Te arrepientes de llamarme mariposa Jack?—dice alzando una ceja—ya no seguirás llamándome así, ¿cierto?

La miro enojado, ¿Cuál era el problema con que la llamara así? Estaba exagerando ya.

—Púdrete—susurró cuando aligero un poco su agarre.

Sentía el sabor metálico de la sangre, no podía respirar y dentro de poco perdería el conocimiento.

—Eres imposible Jack—susurra rodando los ojos soltándolo.

Escupió toda la sangre que había retenido en su boca empezando a toser mientras el aire volvía a sus pulmones nuevamente.

Alzo la vista viéndola aun arrodillado en el piso con el cabello mojado todo desparramado por su frente dificultándole un poco verla—me lo dicen mucho... —contesta para después sonreír.

—Un día de estos terminarás muerto Jack—responde acariciando una de las cabezas de aquella bestia.

—Pero si es lo que quiero—contesta poniéndolo de pie limpiando la sangre de su rostro con su brazo derecho.

Giró su cabeza para mirarlo sin ninguna expresión en su rostro—es cierto...

— ¿Ahora qué?—pregunta— ¿me trajiste aquí para ser el juguetito de esa bestia horrorosa o para otra cosa?

— ¿Cuál otra cosa?—pregunta volviendo a mirarlo.

Se encogió de hombros—no sé, tú dime. Insististe demasiado para que viniera aquí, así que no me digas que solo fue para que ese animal me removiera y me dejara caer en el agua moviéndome de un lado a otro como si jugara con una pelotita.

—Si digo que fue para eso... ¿Qué harás?

Suspira empezando a enojarse—nada, pero desearé que te pudras en los siete mil infiernos desgraciada mariposa—responde empezando a caminar hacia la salida.

—Jack...—lo llamo, pero la ignoro—Jack...—empezó a subir los escalones saliendo de la cueva— ¡Jack!

— ¡¿Qué?! ¡¿Qué?! ¡¿Qué?!—grita girándose.

Se detuvo de sopetón mirándolo sorprendida—cálmate—dice levantando la mano—tranquilo.

— ¿Tranquilo?—dijo alzando una ceja— ¡Mírame! Estoy todo empapado— exclamo señalando su ropa toda mojada— ¡hiciste que una bestia me tomara como si fuera un maldito juguete e hiciera que botara sangre hasta por el culo solo porque te llame mariposa!

— ¡Ay, no seas mentiroso!, no te salió sangre por el culo, no exageres— responde.

Llevo sus dedos al puente de su nariz cerrando los ojos respirando profundamente.

«Jack... hay que calmarnos» pensó respirando profundamente.

Se giró abriendo los ojos empezando a caminar por el mismo camino por donde vinieron.

— ¿A dónde vas?

—Que te importa—espetó empezando a caminar más rápido.

Estaba todo empapado y empezaba a darle algo de frío.

Llego de nuevo al camino lleno de flores y sus grandes árboles viendo a las malditas mariposa volar por los aires mientras reían entre sí. Se apresuró para llegar a la enorme puerta de piedra por donde habían entrado.

Sintió como volvió a tomarla de la mano por lo que la soltó de inmediato mirándola molesta—deja de hacer eso, no me gusta.

—Te guste o no tienes que hacerlo si no quieres morir—responde.

— ¿Y por qué moriría si no te tomo de las manos?—pregunto alzando una ceja.

—Por la protección que impide que cualquier criatura que no sea un hada muera de inmediato—responde—por eso tienes que tomarme de las manos para que crea que eres un hada.

— ¿Estás hablando en serio?—pregunta sorprendido mirando al frente viendo la roca gigante.

—Si—responde.

Sonríe divertido.

—Excelente... —susurra acercándose a la salida. Por el rabillo del ojo la ve intentar tomarle de las manos por lo que la retiro de inmediato viéndola raro—Hey, ¿Qué crees que haces?

—Ayudando te a salir de aquí—responde obvia.

— ¿Y quién dijo que necesito de tu ayuda para salir de aquí? Esto es magnífico, así no tengo que esperar tanto... —contesta a punto de cruzar la salida—mi momento ha llegado... ¡Auca!—Exclamo cuando recibió un golpe en la nuca. Se giró viéndola con odio— ¿Qué te pasa?

— ¿Olvidas que tenemos un trato verdad?—dice tomándolo de la mano con fuerza—no seas imbécil—dice pasando por la salida con él arrastra.

Aparecieron de nuevo frente a su auto.

—Ok... adiós—dijo empezando a caminar hacia el auto.Un salto al tiempo parte 5

~Jack~

Clavo sus finas uñas causándole un terrible dolor. Sentía como su cuerpo empezaba a calentarse de sobre manera, como si ardiera por dentro. Sus manos se volvieron puño, se puso de rodillas. Todo el cuerpo le dolía, quería toser, pero le era imposible con sus manos en su mentón evitando que abriera la boca con sus dedos.

Sintió como sus ojos empezaban a humedecerse haciéndole imposible ver algo. Salía sangre caliente de sus oídos y por la nariz. Empezaba a ahogarse con su propia sangre, no podía respirar bien, por lo que empezó a forcejear con ella para que lo soltara, pero sonrió.

— ¿Te arrepientes de llamarme mariposa Jack?—dice alzando una ceja—ya no seguirás llamándome así, ¿cierto?

La miro enojado, ¿Cuál era el problema con que la llamara así? Estaba exagerando ya.

—Púdrete—susurró cuando aligero un poco su agarre.

Sentía el sabor metálico de la sangre, no podía respirar y dentro de poco perdería el conocimiento.