El Destino de Moon

46. Noche de festín de cuervos

La borrachera que tenía se le había ido al ver el rostro inexpresivo de su hermano quien la sujetaba de la cintura sin intensiones de dejarla ir, su vista estaba fijamente al frente mirando a Vladimir.

Sus hermanas trataron de acercarse a ellos felices por verlo de nuevo, pero los chicos la detuvieron alegando que algo no andaba bien y tenían razón.

Se le había acercado al oído susurrándole "hazte la dormida cuando cuente hasta cinco", no sabía a lo que quería referirse con eso, pero le haría cargo.

—Hasta que al fin te dignas en aparecer...—dice Vladimir mirándolo enojado— ¿Por qué tardaste tanto?—pregunta con una ceja alzada.

—Resulto más duro de matar a pesar de estar bastante viejo... —contesta.

Se quedó tiesa en su lugar sin mover ni un solo músculo deteniendo su respiración por unos segundos.

—Ese viejo de crepita...—comenta Vladimir mirando al suelo girándose hacia Aluriam sonriendo— ¿recuerdas cuando me dijiste que mi idea de volver a los humanos fieles soldados para nosotros y así poder ganar esta guerra y te negaste?—pregunta dando un paso al frente.

—Solamente recuerdo que querías exterminar a la mitad de la raza humana con tu tonto suero. Los humanos que mi padre dejo que utilizaras como conejillos de indias cuando mi madre murió no le sirvió el suero. Ni a los otros...— responde.

—Sí, pero como te dije, faltaba un ingrediente y ya supe cuál era y ahora funciono de maravilla. Mira—señala a Jack—él es la prueba viviente de que lo es y no estoy mintiendo. ¿No es así Jack?—lo mira con una sonrisa divertida.

Todos lo miran con sorpresa esperando una respuesta.

—Así es—contesta aburrido—mitad Vampiro y mitad Lobo, un híbrido.

—No puede ser...—susurra Moon.

—Ahora es mi fiel soldado. Se ha hecho cargo de todo el desastre que he causado durante su desaparición. Solo obedece mis órdenes y el de nadie más, es como te lo había dicho antes Aluriam, hoy me pareció un buen día para mostrar que mi experimento si dio resultado—dice.

— ¡Eres un maldito hijo de perra!—exclama Allison mirando con ganas de abrirle el cuello en dos.

—Oh si, te doy la razón. Mi madre era una hija completamente de perra, no dudo ni un segundo en entregarme a humanos para que experimentaran conmigo...—responde con una risa malvada, pero que parecía ser una dolida.

—Ya basta de tanta charla, ¿Qué es lo que quieres ahora?—pregunta Aluriam mirándolo.

—Aparte de quererla a ella muerta—dice señalándome—no haría falta decir lo demás ¿no?

Aluriam no respondió, solamente desvió la mirada algo incómodo tragando saliva.

—Pero, como no es obvio que no voy a tener lo que tengo...—mira a Jack—mátala.

—Uno...—susurro su hermano. De inmediato se puso en alerta ignorando las maldiciones de los demás—dos tres, cuatro... —sintió un pequeño golpe en el pecho y como en las novelas se hizo la dormida en los brazos de su hermano.

Ahora vería cuanto podía durar así sin llegar a reírse. No sabía por qué todo esto, pero le causaba algo de gracia hacerse la dormida en medio de un enfrentamiento.

Escucho los llantos y maldiciones de sus hermanas.

— ¡Estás muerto!—grito Moon.

Realmente no sabía lo que pasaba al su alrededor, solo escuchaba gritos y maldiciones.

Al parecer su borrachera aún no había pasado del todo, se mordía la lengua evitando no reírse y que el plan que su hermano tenía no se llevara a cabo, pero es que, escuchar a sus hermanas y amigas perder el control creyendo que estaba muerta cuando de hecho se estaba cagando de risa a sus adentro.

Que todo se fuera a la mierda.

No aguanto más abriendo los ojos llevándose una mano a la boca cayendo de rodillas cerca de los pies de su hermano riendo.

Miró con la vista algo borrosa por la risa a sus hermanas que la miraban estupefactas.

—Perdón... es que... no pude... más...—dice entre risas.

— ¡Eres un maldito imbécil! ¡Qué hiciste!—grita Vladimir muy emputado acercándose a ellos a punto de atacarlos.

Dejó de reír de inmediato dando un grito de susto por su mirada asesina abrazándose a los pies de su hermano por el miedo.

Ni siquiera llego acercarse a ella. En su cuello se enroscó un fino látigo de fuego acercándolo salvajemente a las manos de Aluriam las cuales arrancaron del cuerpo su cabeza la sangre saliendo por doquier.

Pudo ver el hueso que unía su cabeza a su cuerpo y sus ojos desorbitados. Su cuerpo cayó al suelo estrepitosamente. Miró de inmediato a Aluriam sorprendida. Su mirada estaba perdida mirando al suelo, no había ninguna expresión en su rostro. Dejo caer la cabeza al lado del cuerpo para luego prenderle fuego.

Bajo la mirada mirando como lo que quedaba de Vladimir era consumido por el fuego. Su hermano la ayudo a ponerse de pie, aún seguía con la vista fija en el cuerpo sin despegarla ni por un segundo.

Él había deshecho de Vladimir.

Hombre que causo muchos estrago a su familia y al mundo sobre natural. Su muerte fue bastante rápida y sorpresiva, pensó que habría un poco más de pelea, pero no y, ¿cómo lo habría? Se enfrentaba al primogénito del señor de los Vampiros, alguien quien era conocido como el ángel de la muerte personificada en forma Vampírica.

—Debemos ir a la tienda de campaña para hablar, aquí no es bueno—habla Dorian mirándolos.

—Cierto, ahí responderé todas sus inquietudes—concuerda Jack dirigiéndose con los demás a la tienda mientras ella se quedó parada en el mismo lugar mirando las cenizas de Vladimir evaporarse en el aire.

Suspiró dándose la vuelta para seguir a los demás, por un segundo choco mirada con Aluriam. Pasó por su lado, pero la detuvo de la muñeca.

—No vuelvas a reunirte con Enrique ni con ningún sobre natural, aléjate de este mundo y vive tu vida decente no como una alcohólica—dice.

Giró su cabeza alzando la vista para verlo. Se soltó de su agarre bruscamente—no eres quien para decirme con quien debo de estar o no, viviré mi vida como se me dé la gana. Métete en tus asuntos y no en los míos— responde de mala manera mirando al frente caminando hacia la tienda de campaña.




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