El Destino de Moon

51. Padrino

Iba dando brincos hacia la habitación de Dorian con una gran sonrisa en su rostro. Al entrar lo encontró saliendo del baño con una toalla en su cintura y otra en la cabeza secándose el cabello.

Se acercó a él tomando sus manos dándose la vuelta haciendo que la abrazara por la espalda moviéndose de un lado a otro sonriendo.

— ¡Mi hermano va a casarse!—dice con voz cantarina mirando la cama— ¡este sábado!

— ¿En serio?—dice mirando cómo se movía de un lado a otro sorprendido— ¿Con quién?

— ¡Con Vaiolett! ¡Soy su madrina de bodas!—exclama dando brincos dándose la vuelta mirándolo.

Abrió los ojos con sorpresa— ¡¿Con Vaiolett?!—pregunto—no sabía que eran Lovfor...

— ¡Nadie lo sabía hasta ahora!—respondió.

Asintió procesándolo—Vaya, esa es una buena noticia...—dice viendo como bailaba muy feliz por toda la habitación.

Se detuvo mirándolo por un momento corriendo hacia él tomándolo de las manos zarandeándolo moviéndolo por toda la habitación también.

— ¿No es romántico y bonito? ¡Habrá una boda después de tanto sufrimiento por su desaparición!

— Moon, ya deja de brincar te vas a caer—le dice—y me estás mareando ya.

— ¡Es que estoy feliz!—grita tomándolo de las muñecas ambos cayendo en la cama.

Puso ambas manos al lado de su cabeza para no aplastarla. La miro con una pequeña sonrisa.

— Entiendo, pero tienes que tener cuidado, casi caemos al piso—dice tratando de ponerse de pie, pero lo detiene enroscando sus piernas en su cintura.

—Mm... ¿A dónde crees que vas?—susurro poniendo ambas manos en sus mejillas acercándolo a ella para besarlo.

De inmediato le siguió el beso apretando las sabanas.

Retiro sus manos de sus mejillas bajando lentamente por su pecho llegando a su cintura retirando su toalla, al tocar su miembro rompió el beso ocultando su rostro en su cuello.

Empezó a masturbarlo mientras dejaba pequeños besos húmedos por todo su cuello.

Lo giro poniéndose arriba sin dejar de tocarlo, levanto la mirada viéndolo morderse el labio inferior evitando gemir. Sus manos se apretaban fuertemente en las sabanas con las mejillas sonrojadas.

«Ah... ¿Cómo sería escucharlo gemir y verlo descontrolado?»

Paso su lengua por la punta viéndolo tratar de mantenerse bajo control. Sonrió para luego entrarlo por completo en su boca chupándolo.

Sus gemidos no se hicieron esperar y escucharlo era una maldita maravilla.

Cuando se hubo venido en su boca se lo trago todo sorprendiéndose a sí misma, imaginaba que sería algo agria y rara, pero era dulce y buena.

Se sentó a horcadas pasando sus brazos por su cuello dejando un suave beso en sus labios. Una de sus manos viajo a su cintura rasgando por completo su vestido haciendo a un lado sus bragas.

—Ah... Dorian...—gimió al sentirlo adentro por completo.

Empezó a moverse descontroladamente clavando sus uñas en sus hombros echando la cabeza hacia atrás. Él dejaba besos húmedos por su cuello hasta llegar a sus senos chupándolos.

— ¡Ah... amor!—exclamo yendo más rápido llegando al clímax.

Respiro hondo bajando la cabeza mirándolo por un momento para luego besarlo. Apretó fuertemente su cintura girándola acostándola en la cama entrando en ella de un solo movimiento.

Empezó a embestirla fuertemente y rápido hasta que su reloj empezó a sonar.

— ¡Ah... maldición!—exclamo— ¿Por qué ahora?—dice deteniéndose sosteniéndose de su mano izquierda mientras que con la otra miraba su reloj viendo la llamada.

— Espera, ¿Qué haces?—pregunta levantándose un poco sosteniéndose de sus codos mirándolo confundido.

Suspiro bajando la cabeza para mirarla—tengo que irme, me solicitan en el reino—responde saliendo de ella.

Lo detuvo de ponerse de pie enroscando sus piernas en su cintura.

— ¿De qué carajos estás hablando? ¿Cómo que tienes que irte?—pregunta— ¿Acaso estás loco? No puedes dejarme sola y así.

Puso una mano en sus piernas retirándola de su cintura—lo siento bebe, pero en serio tengo que ir...

Tomo las sabanas cubriéndose viendo como entraba al baño, lo siguió— ¿Es en serio?—dijo viendo cómo se cambiaba enfrente de ella muy rápido— ¿Cómo diablos puedes estar tan normal? ¡Me estoy muriendo!

Se giró hacia ella terminando de abotonar su camisa blanca—en la academia te enseñan a suprimir a tu lobo inferior para casos como estos—responde.

—Ah, ¿y te parece excelentísimo dejar a tu novia de esta manera?

—No, realmente no, quisiera hacerte mía ahora, pero atacaron al castillo mis hombres necesitan mi presencia—contesta dejándole un pequeño beso en sus labios alejándose saliendo del baño conectando el auricular en su oreja empezando hablar en su idioma raro.

—Dorian... Dorian... ¡Dorian!—lo llamo siguiéndolo. Suspiro viéndolo bajar los escalones de dos en dos saliendo por la puerta cerrándola fuertemente—maldito idiota...—susurro viéndolo montarse en su auto alejándose de la mansión.

Se giró topándose con Ashley.

Levanto su dedo índice—ni una sola palabra...—amenazo viendo su expresión divertida.

—Claro, claro...—susurro divertida.

Rodó los ojos molesta caminando de nuevo hacia la habitación arreglando la sabana.

~*~

—Ya no aguanto más... lo necesito...—susurro.

—Solo aguanta un poco más puta—respondió rodando los ojos.

Lila se había quedado sin poder satisfacerse y ahora sufría por eso, necesitaba de Adén y por eso Moon se mantenía en la bañera llena de hielo para poder bajar la calentura de su cuerpo.

Cada una hora iba y echaba más hielo.

—Moon...—escucho susurrar a Dorian.

Se giró de inmediato viéndolo parado en la puerta. Se acercó a ella a pasos lentos.

— ¿Estás bien?—pregunto.

Lo miro molesta— ¿Te parece que estoy bien?—dijo poniéndose de pie poniéndose de puntillas tomándolo fuertemente del cuello de su camisa—será mejor que termines tu trabajo de esta mañana, Lila ya me tiene cansada...




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.