El Destino de Moon

52. Noche de bodas

 

—Para llevar a cabo la maldita unión se necesita a todos las mierdas esas para una boda. Fuiste la primera persona que se me paso por la cabeza, sus padres están preparando todo, solo falta el padrino y la madrina, creo que su madre debe de estar buscando una madrina aleatoria no sé. El problema aquí es que, lo serás... a la buena... o la mala...

—Claro que si—responde—pero no hay que acudir a la violencia.

—Era por si te negabas hacerlo...—susurra con una sonrisa satisfactoria.

—Bueno, iré con ustedes—dice tomando de la mano a Dorian.

Ambos asienten saliendo de la oficina, en el pasillo los esperaba un portal que los llevaría directamente al reino con Amalia. Entraron de inmediato apareciendo en el estanque.

Miro la estatua de una mujer sobresaliendo de una montaña con una arpa de color dorado de donde salía el agua hacia el estanque. A su alrededor estaban flores blancas y moradas, un arco de madera con flores moradas y un anciano con una túnica blanca.

Vio a su hermano llegar a Vaiolett quien se encontraba en el suelo en los brazos de su padre quien le acariciaba su cabello.

—Oh Dios mío... —susurro viendo con asombro su estado.

Su piel estaba de color gris oscuro, las venas en su cuerpo se le marcaban por todo su cuerpo de color negro al igual que sus labios.

Ella y Dorian se acercaron despacio. Su hermano la cargo en sus brazos acercándose al anciano.

—Gracias por aceptar, se lo agradezco mucho...—agradeció el padre de Vaiolett dándole una pequeña reverencia a Dorian.

Asintió caminando hacia la derecha parándose al lado de Jack.

Junto a sus manos viendo todo en silencio hasta que todos voltearon a verla poniéndola nerviosa.

— ¿Qué?—dijo mirando a todos.

—La madrina que habíamos enviado a buscar de improvisto aún no ha llegado, eres la única aquí, ¿te importaría en serlo tú?—pregunto la madre de Vaiolett.

Pestañeo varias veces—pues claro, no tengo problema en serlo—dijo con una sonrisa poniéndose a la izquierda de Jack—de cualquier forma iba a hacerlo...—sonrió mirando a Vaiolett en los brazos de su hermano.

Tenía los ojos entre abiertos con una casi inexistente sonrisa en su rostro grisáceo. Miro al frente cuando el anciano empezó hablar.

Al aceptar, ponerse los anillos y besar a la novia en donde su hermano le dio un beso en la frente se dirigió con ella a la orilla del estanque. Respiro hondo antes de saltar al vacío.

Se acercó de inmediato a Dorian quien la tomo de las manos acercándose a la orilla.

El agua brillaba con una luz dorada alrededor de Jack y Vaiolett. Un pequeño chorro de agua los fue rodeando haciendo que Vaiolett abriera los ojos de repente a la vez que su piel cambiaba de diferentes colores.

Negro, gris, amarillo, verde, blanco y rojo hasta quedarse en su color normal. Levanto la cabeza viendo a Jack, sus ojos brillaron de un rojo intenso.

Se bajó de los brazos de su hermano bajando la cabeza viendo como el agua brillaba y burbujeaba alrededor de los dos por unos segundos más hasta que una luz dorada salió disparada del agua hasta el cielo camuflándose entre las nubes las cuales se tornaron más blanca que antes brillando intensamente, justo en medio de las nubes dos medios corazones de color dorado se unían siendo uno, luego la luz que subió bajo estrellándose estrepitosamente entre los dos.

En sus cuerpos se vieron ramificaciones doradas por todo su cuerpo hasta desaparecer. La luz que los rodeaba desapareció, el agua dejo de burbujear manteniéndose tranquila.

Vaiolett tomo de la mano a Jack mientras sus alas aparecían, se elevó hacia el cielo aterrizando detrás de todos. Se giraron viéndolos empapados con un poco de asombro.

La apariencia de Vaiolett había cambiado notablemente.

—La transición ha empezado...—susurro su madre mirando a su esposo—luego de aquello su transformación terminara.

Alzo ambas cejas mirando a su cuñada. Su cabello había cambiado de rojo con reflejos rosa a un rosado pálido, ojos rojos como el fuego, sus alas cambiaron a dos tonalidades, rosa al principio y rojo intenso al final.

Sus mejillas estaban algo sonrojadas mirando al suelo mientras que su hermano desvió la vista a otro lado tragando saliva.

—No me digas que lo que dijo es...—empieza a decir mirando a Dorian quien bajo la cabeza mirándola divertido—A...—susurro mirando al frente comprendiéndolo todo ahora.

—Hay que celebrar esta unión—habla el padre de Vaiolett acercándose a ellos—llamemos a todos para que vengan, la celebración será en el salón real.

Asienten empezando a caminar alejándose del estanque cada uno abrazando a su pareja.

~Jack~

La admiraba desde lejos hablar y reír con sus hermanas quienes la rodeaban como si fuera una gran paleta de chocolate.

— ¡Estás casado!—exclamo su padre poniendo una mano en su hombro—ah, no puedo creer que esto esté pasando.

Rodó los ojos—ya supéralo, ¿quieres?—dice girando la cabeza para verlo.

—No, no quiero—responde con una sonrisa divertida viendo su expresión de fastidio—te daré algunos consejos de casados, ok...

—No me interesa tus consejos...—lo corta de inmediato.

—Lo primero es, ellas siempre tienen la razón, no importa que, tú di "si mi amor" con eso sobrevivirás. Lo segundo es, haz lo que te pida justamente cuando te lo pida, no lo dejes para después porque eso será una muerte segura, creedme sé lo que digo y lo tercero, que creo que con eso no tendrás ningún problema, vamos eres mi hijo, en fin eso es complacerla en la cama, que quede muy satisfecha y no quiera más.

Pestañeo varias veces un poco sorprendido por lo último—vaya, que consejos...—susurra mirando al frente de nuevo.

—Excelente, lose—responde dango un trago a su bebida.

Lo mira de nuevo—entonces, ¿Por qué mama te puso los cuernos con mi tío?—pregunto.




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