57. Cuentos

Un salto al tiempo parte 2

~Ashley~

Había pasado dos días desde que aquella esfera la había llevado al reino de los druidas. Su hermana Audrey se mudaría a la casa de su nuevo novio, aun no podía creer que era una loba.

Si se podía convertir en alguna especie sobrenatural lo haría de inmediato, pero para hacerlo tenia que se elegida por la diosa y era muy probable que no fuera elegida.

Estaba sentada en el jardín cerca de las rejas terminando de leer un libro en Wattpad. Estaba tan entretenida leyendo que no quería levantarse para ir al baño, se estaba orinando de hace rato, pero cada vez que terminaba un capitulo este le daba muchas ganas de leer el otro que seguía.

Una fuerte briza empezó a revolverle todo el cabello por toda su cara impidiendo que siguiera leyendo, se ató el cabello poniéndose de pie. Era el momento para ir al baño ya para que su vejiga no siguiera sufriendo más.

Solo dios dos pasos cuando apareció en una habitación desconocida. Había retratos de personas desconocidas en la pared, un mueble grande en la pared del fondo debajo de él una alfombra grande de color negro. A su derecha un ventanal grande con vista al jardín por donde hace dos días había caminado.

—Pero ¿Qué diablos?—susurro mirando toda la estancia muy asustada.

La puerta se abrió dejando ver al señor Smith con unos papeles en las manos hablando con una chica que entro después de él.

— ¿Quién es ella?—pregunto la chica viéndola de arriba abajo con extrañeza.

El señor Smith se giró viéndola. Por un momento la miro sorprendido para después cambiar su semblante viéndola molesto.

— ¿Acaso no fui lo suficientemente claro cuando dije que no volvieras más aquí?—dijo dando un paso al frente.

—A ver, no entiendo como carajos llegue aquí—dice dándose la vuelta mirando todo el lugar muy nerviosa—hace un momento estaba en el jardín trasero leyendo, me puse de pie para ir al baño y aparecí aquí, sin ninguna explicación.

—Espera, ¿ya esto paso antes?—pregunta la chica acercándose un poco a ella.

—Según ella una maldita esfera la trajo aquí dejándola en el bosque de los robles. Le dije que no volviera más y ahora está de vuelta como si nada—responde.

Se giró viéndolo molesta— ¿y acaso crees que quiera volver a tu reino de mierda druida de pacotilla?

Apretó los puños, estaba bastante molesto.

—Hay que calmarnos un poco—interviene la chica acercándose más a ella—la primera vez seguiste a una esfera, ¿no?—dice y asiente—ahora apareciste aquí de la nada… —baja la mirada al suelo meditado la situación.

— ¿Me pueden decir en donde puedo encontrar un baño?—pregunta—es que en serio necesito ir…

 —No, ningún humano apestoso usara mi baño—responde el señor Smith.

Lo mira como si estuviera hablando enserio— ¿pero qué carajos te paso? No eras así de grosero en la reunión de las razas.

—Es que los druidas son muy conocidos en odiar a los humanos—responde la chica—ya sabes, son seres destructores de la naturaleza. Talan los árboles, no cuidan del medio ambiente, encuentran un animal raro o alguna especie extraña y empiezan a experimentar con ellos causándoles mucho daño y eso.

—Son seres egoístas que solo piensan en sí mismos, los de tu especie masacraron a muchos de los míos—dice el señor Smith con una mirada muy seria.

—Aja, ¿y crees que todos los de mi especie son iguales?, no todos tenemos la culpa que algunos de nosotros le haya hecho daño a los tuyos, deberías de tener eso claro.

—Déjala ir al baño Lexer, no hará nada malo—dice la chica rodando los ojos.

La miro aburrido—Al final del pasillo a la derecha—responde caminando hacia el mueble sentándose.

Asintió saliendo al pasillo yendo directo al baño. Quedo asombrada con el baño de lujo, de inmediato procedió a hacer su necesidad mirando su reflejo en el piso.

Al terminar se lavó las manos volviendo de nuevo a donde estaba Lexer y aquella chica desconocida quien le sonrió al verla entrar.

—Bueno, ¿Quién me llevara de vuelta a casa?—pregunta juntando sus manos con una sonrisa farsa en su rostro.

Lexer rodo los ojos poniéndose de pie algo fastidiado—camina humana apestosa…—dice pasando por su lado saliendo al pasillo llevándola de nuevo al árbol en donde había hecho días atrás el portal—no hagas nada estúpido o raro para volver de nuevo aquí.

Alzo la vista mirándolo con asco—no es que me alegre venir a tu mugroso reino estúpido druida—le responde entrando al portal apareciendo en medio de la sala.

Suspiro girándose hacia las escaleras subiendo al segundo nivel directo a su habitación a terminar de leer el libro que estaba leyendo.

~*~

Caminaba por el pasillo de manera despreocupada hacia el aula de química. Al abrir la puerta apareció en medio de la oficina de Lexer otra vez.

Miro al su alrededor algo confundida —aquí no es el aula de química… —susurro mirando al frente el asiento vacío de Lexer.

La puerta de entrada se abrió dejando ver al druida entrar a la estancia con algunos papeles en las manos hablando con el conejo que la había llevado allí.

Se detuvo de repente mirándola algo confundido— ¿Qué haces aquí?—pregunto.

—Iba a mi clase de química cuando aparecí aquí de nuevo, ¿Qué diablos esta pasando? Esto ya no es normal, algo sucede—responde desviando la vista al conejo por un momento y luego a él quien la miraba seriamente.