61. Exiliado

Lo miro sorprendida sin poder creerlo. Si sabía que estaba en la lista de sospechosos de traicionar el reino, pero jamás en ningún momento paso por su cabeza que fuera apuñalarla.

—Fue una mala idea que una humana como tu anduviera por los corredores del castillo a solas…—susurro en su oído hundiendo un poco más la daga en su estómago— ¿en verdad se creyeron esa estúpida profecía de aquel cuento?—se rio con gracia alejándose de ella con una gran sonrisa maliciosa retirando la daga.

Miro sus manos sucias de sangre muy asustada, iba a morir. Tenía miedo de hacerlo, todo había sido tan rápido e improvisto que no le dio tiempo de reaccionar.

—Hasta pronto pequeña humana…—dijo antes de lanzarla del balcón.

De ahí supo que no se salvaría ni por un milagro. Su vida paso ante sus ojos como una rápida película en un minuto antes de llegar al suelo en donde…

UNA HORA ANTES

Podría decirse que esta vez fue al reino druida por decisión propia.

Al llegar vio al señor Smith algo agitado en su oficina caminando de un lado a otro.

— ¿Qué paso ahora?—pregunto inflando su burbuja de chicle mientras tomaba un mechón de su cabello.

Se giró hacia ella en un largo suspiro. Pudo ver en sus ojos azules el cansancio y el miedo.

Solo había durado tres días en que no lo había visto y ya tenía unas ojeras que parecía un mapache—estoy jodido—dijo pasando una mano por su cabello acercándose al escritorio apoyando sus manos en el—después de la reunión que tuvimos ese día en donde discutimos sobre el problema que estábamos afrontando del decaimiento del reino y lo que debíamos hacer, las grandes casas Junker, Garden, Lirón y Suez convocaron a una reunión para discutir sobre la invasión al reino.

Como ya había dicho antes, el reino está protegido por algo que solo se quita con la sangre de un Smith… y soy el único que queda del clan Smith—aclara su situación.

—En lo que te convierte en el único sospechoso y culpable…—susurro mirando al suelo algo preocupada.

Todo se quedó en silencio por un momento hasta que volvió hablar—se llevó un juicio hace unas horas en donde las grandes casas discutieron sobre los hechos llevando una votación a favor o en contra de si debía seguir manteniendo mi posición dado a que desde que ascendí a rey las cosas no han ido muy bien…

Alzo la mirada viéndolo asustada. Ser enjuiciado significaba muchas cosas y más si era un rey.

Soltó un suspiro enderezándose—mi sentencia fue ser despojado de todos los privilegios y pertenencias siendo sentenciado a muerte—dijo mirándola directamente a los ojos.

Se quedó estupefacta mirándolo sin poder creer lo que había dicho. Estaba tan tranquilo y relajado al decirlo que le pareció una simple broma.

— ¿Estas bromeando?—dijo incrédula.

Negó con la cabeza arreglando su corbata—el veredicto fue hace una hora… seré ejecutado al atardecer ante todo el pueblo—susurro mirando al suelo—creo que no estaba preparado lo suficiente para este puesto. Esto no hubiera pasado si no hubiera sido tan ingenuo… e incompetente.

—Oye espera, no es tu culpa, es de aquel maldito que planeo todo esto para inculparte—dice acercándose a el—hay que hacer algo, no puedes ser culpado por algo que no hiciste y ser ejecutado por eso.

Bajo la cabeza observándola por un momento—si es mi culpa. Confié en alguien que desde el principio se veía claramente sus intenciones de usurpar mi lugar, él y su familia desde hace años. Solo creía la estúpida idea de que él no era así, que era diferente a los demás… que era mi amigo—contesto.

—Aun así—dice en un pequeño berrinche—es injusto…

—La vida es injusta—contesta mirándola de nuevo.

Le era imposible creer que la única persona que creía en su inocencia fuera una humana. La criatura que más odiaba con todo su corazón por arrebatarle a toda su familia y dejarlo solo en el mundo a una edad temprana.

Alzo la cabeza mirándolo—tienes que escapar—dijo firmemente haciendo que levantara una ceja—te escapas evitando que te ejecuten para así poder tener más tiempo de demostrar tu inocencia al mundo.

Suspiro—pensé en eso, pero estoy siendo custodiado por todo los guardias del palacio siéndome imposible lograrlo. Solo estoy aquí para que vea por última vez la luz del sol desde un buen lugar que no sea de las mazmorras. Te aseguro que después de mi ejecución verán quien de las grandes familias del reino asciende a familia real, mi muerte les conviene a todos. La idea de que la familia Smith haya reinado por generación y generaciones no les agrada mucho…

—Estúpidos envidiosos…—susurro mirando al suelo molesta tratando de idear un plan para sacarlo de ahí. No podía permitir que le cortaran la cabeza injustamente—no pareces muy asustado con la idea de que te corten la cabeza—dice alzando la cabeza mirándolo con los ojos entrecerrados.

— Claro que estoy asustado, no es bonito que te vayan a cortar la cabeza en unas horas ¿sabes?, solo estoy…afrontando la situación de manera tranquila y relajada… es lo que un rey debería de hacer—responde y pudo ver el terror en sus ojos.

Enserio si estaba asustado, pero no lo quería demostrar. Incluso vio sus manos temblorosas arreglar una y otra vez su corbata sin ningún remedio.

—Está bien, no hay nada de malo mostrar tu miedo. Es muy comprensible tu situación así que grita y llora, eso no te hará perder ningún valor—dice dándole un abrazo para animarlo un poco—estoy aquí y no dejare que nada malo te pase.