El Destino de Moon

73. Reconciliación

~Anais~

Estaba muy feliz hablando con su mejor amiga y su madre, mientras veían una película vieja en el canal local.

—Es mejor salir ahora—escucho a su amiga decir y la miro ponerse de pie con cuidado—hay que dejarla dormir.

Asintió poniéndose de pie igual amabas saliendo de la habitación.

Justo cuando su hermana entro a la casa como si hubiera visto un fantasma y corrido de él.

—Tienes que venir—hablo en un jadeo—ahora, es ¡Alumiar!

Su corazón se detuvo por un momento abriendo los ojos con sorpresa. Su hermana asintió.

—¡Te lo dije estúpida! —Chillo asustada—que no subestimaras a ese hombre.

—¡¿Pero cómo me encontró?! ¡¿Acaso ese idiota de Farrel le dijo en donde estaba?!

—No lose, pero lo que si se es que está bastante furioso que no le importo ni siquiera ocultar sus ojos y orejas de nuestros padres—respondió—están muy asustados creyendo que es un demonio y le están echando agua bendita.

—¡A la mierda!—chillo asustada saliendo corriendo hacia su casa.

Llego en menos de un segundo a la sala de su casa viendo a sus padres aterrados rogándole a Alumiar que saliera de su casa. El mencionado estaba parado en el umbral de la cocina bastante serio que le dio un vuelco al corazón.

—¡Oh Isis este demonio vino a buscarte! —Grito su padre tomándola de las manos para sacarla de la casa—es mejor que te vayas antes de que te lleve, trataremos de sacarlo de aquí.

—Espera, ¡Papa! —exclamo deteniéndolo.

—Dijo que es tu esposo, ¿te casaste con un demonio? —Pregunto su madre bien asustada mientras se persignaba—¿no que era dueño de una empresa de barcos?

—Sí, pero...—ni siquiera le dio tiempo a terminar de contestar su pregunta cuando Alumiar la tomo del otro brazo arrastrándola hacia su habitación.

Sus padres empezaron a gritarle de inmediato que la soltara mientras lo seguían.

La empujo hacia dentro de su habitación cerrando la puerta de una patada en las caras de sus padres. De inmediato congelo la puerta para evitar que pudieran acceder.

Escucho los gritos desesperados de su padre mientras su hermana tratando de calmarlos.

—Habían mejores maneras para hablar que estas—dice señalándola—si querías que prestara atención a lo nuestro ¡No hagas algo así!

Alzo una ceja—¿Qué? ¿El princesito está enojado por no tener a su querida esposa encerrada en su castillo? —dijo cruzándose de brazos.

—Y a la linda princesita le pareció de maravilla ¡Escaparse en medio de una maldita pelea! —Exclamo furioso—¿tienes idea de los enemigos que hay en la corona vampiresa? ¡Maldición! Por un momento creí que habías sido raptada por uno de ellos. ¡Se sintió horrible el no saber en dónde estabas!

—Siempre hay una pelea, una guerra un problema que solucionar... pero, ¿y yo? Debo asentir y sonreír como si nada estuviera pasando, ¡Como si tu esposo no te ignorara todo el maldito tiempo hasta llegar a pensar que tiene hasta otra! —le grito provocando que retrocediera sorprendido por lo último dicho.

—¿Otra? ¿En serio crees que tendría a otra? —pregunto ofendido.

Se encogió de hombros—no lose, en estos tiempos se está poniendo muy de moda lo de ser un condenado... tú mismo lo dijiste una vez—contesto fríamente.

—¡Pero no que haría algo así! ¡Jamás lo haría!—contesta.

—Si claro...—susurro rodando los ojos mirando a otra parte.

— ¿No confías en mí? —pregunto algo dolido.

Lo miro—apenas nos conocemos...—contesto de manera fría—no esperes que confié en alguien que apenas conocí hace unos meses atrás viniendo a mí que estaba unida a él para siempre...

Paso su lengua por sus labios mientras asentía—ok...—susurro desviando la mirada. Eso había sido un golpe duro.

Hubo un silencio por ambas parte por un momento. Ya no se escuchaba a sus padres tratar de abrir la puerta.

—Tienes razón... —empezó a decir Alumiar—apenas nos conocemos y no sabemos nada del otro... es mi culpa por eso, ¿Verdad? está bien... supongo que el único que le tuvo confianza al otro fui yo...—dijo poniendo ambas manos detrás de su espalda—como tú y ese tal amigo "Dominic de la universidad" pasaban tanto tiempo juntos que cualquiera diría que...

—Dominic es solo un amigo—lo interrumpió—no pasó nada entre nosotros y no pasara jamás...

—¿Ah? ¿En serio? —Pregunto alzando una ceja—¿y cómo puedo confiar en que eso es verdad?... digo... apenas sé quién eres... ¿Verdad Anais? —susurro de forma cruel.

—De verdad que eres un imbécil...—murmuro negando con la cabeza.

—¿Lo soy? ¿De verdad lo soy?

—Vete al infierno—enojada.

—Tu también—le contesto de la misma forma.

Camino hacia la salida haciéndolo a un lado quitando el hielo de la puerta abriéndola encontrándose con los rostros sorprendidos de su familia.

—Isis...—susurro su madre preocupada.

—Ahora no mama—dice pasando por su lado caminado hacia la salida hecha una furia.

Su madre la siguió al igual que hermana.

Ese imbécil de mierda ¿Qué se creía que era? ¿En serio pensaba que se estaba acostando con Dominic? El solo la ayudaba a entender las tareas.

Llego a la casa de su amiga sentándose en el mueble cruzándose de brazos.

—Por lo que veo en tu expresión... las cosas no fueron muy bien.

—No—contesto—es un idiota... no puedo creer que aun así me guste. Es evidente que es un cínico, cruel, calculador, egocéntrico y un ser malvado...

—Y ese es el malvado ser que te hace suspirar todos los días...

—¡Ay! Tu cállate—le dijo molesta.

—Isis por Dios, ¿Qué es lo que está pasando? —Pregunto su madre llegando a ella—no entiendo nada.

Alzo la mirada para ver a su madre—pues que más... es un Vampiro y yo también—contesto.

—Pero esas cosas no existen, ¿Cómo puede ser posible eso? —pregunto sentándose en el mueble individual.

—No, no lo es—contesto mostrando sus colmillos asustándola más.




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