Phoebe sale de su asombro cuando escucha a su hermano acercándose. Rápidamente se transforma en lobo y se queda sentada donde estaba.
Raffe le pregunta que le había pasado, pero ella le contesta que no había pasado nada y vuelven sobre sus pasos, para llegar donde habían dejado la ropa.
El chico no se creía lo que le había dicho su hermana, pero no la presionó. Ya le contaría cuando ella quisiera.
Phoebe se encierra en su habitación en cuanto llegan a casa, diciendo que estaba cansada y no tenía hambre. Mia y Joseph miraron a su hijo en busca de una explicación, pero este se encoge de hombros mientras se sienta en la barra del desayuno con el móvil en la mano. No le iba a contar nada de lo que había pasado con As. No por el momento.
Phoebe coge su portátil en cuanto cierra la puerta de su habitación. No podía quitarse de la cabeza lo que había pasado en el pantano. As… o Asmodeo, como le había dicho él, la había sorprendido y asustado. Nunca había visto a nadie con alas. Y sus ojos… No le había dado miedo de él, sino miedo de que Raffe llegase y la encontrase con él.
Teclea “Asmodeo” en el buscador de Google.
Estuvo más de dos horas leyendo artículos, páginas e incluso se descargó el PDF de la biblia.
En pocas palabras: Asmodeo era un príncipe del infierno, un ángel caído y el que representa a un pecado capital. La lujuria.
Tras toda la noche volando, por fin llega a su destino. Asmodeo había vuelto al infierno, justo donde se encontraba la puerta al último círculo de este, y donde estaba su hermano encerrado, pero no se encuentra el lugar desértico como esperaba. Sus cinco hermanos estaban junto a las grandes puertas, y parecían nerviosos.
Los siete se ponen a hablar, y le explican al recién llegado lo ocurrido.
Un terremoto había sacudido el infierno, y el epicentro había sido justo donde se encontraban. Fueron a ver si habían sufrido algún daño las puertas, pero descubrieron a Lucifer. Él estaba gritando, desesperado por saber que estaba ocurriendo y deseoso de poder hablar con alguien. Desde el encierro hacía eso. Gritaba hasta quedarse agotado, y se llevó una gran alegría al oír las voces de sus hermanos.
Asmodeo manda a sus hermanos a sus respectivos reinos, para que busquen cualquier cosa sobre lo que acaba de pasar, y así poder quedarse a solas con Lucifer.
Asmodeo acepta y se despide de su hermano. Tenía que salir del infierno para llamar a los alfas.
Mia y Joseph estaban cargando las maletas en el coche. Hoy saldrían para Warren, junto a toda su familia.
Joseph mira a Mia, la chica lo estaba mirando con el ceño fruncido, pero en cuanto Asmodeo dijo que era relacionado con el último sello aceptan ir.
En cuento finaliza la llamada Raffe y Phoebe salen de la casa cargados con sus maletas.
Raffe se encoge de hombros, un poco fastidiado, pero acepta. Phoebe en cambio no dice nada. Con tan solo escuchar el nombre de As, su corazón se había acelerado.
Mientras iban de camino al aeropuerto, Mia les envía un mensaje a sus hermanos, para que sepan el cambio de planes, y que se encontrará con ellos cuando se enteren de todo. Cuando termina con ellos, llama a Richard, el piloto de Joseph.
Phoebe se sentó alejada de su hermano y padres, ya que seguía buscando sobre Asmodeo en internet. Antes de salir había conseguido coger uno de los libros de su madre, le había llamado la atención, y resultó ser muy útil, ya que hablaba sobre los siete príncipes del infierno.